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Neumonía atípica o errante

¿Qué es la neumonía errante?

Puede parecer que los niños contraen un germen detrás de otro. La mayoría de las veces, estos gérmenes solo duran una semana aproximadamente. Pero, en algunos casos, los que duran más tiempo pueden dar lugar a una neumonía errante.

La neumonía errante, o neumonía atípica, es una forma menos grave de infección de pulmón, llamada neumonía o pulmonía. Es causada por unas bacterias llamadas  Mycoplasma, que causan síntomas catarrales, febrícula o fiebre baja y tos seca.

La mayoría de los niños con este tipo de neumonía no se sentirán tan mal como para quedarse en casa, de ahí su nombre de "neumonía errante". Pero incluso los niños que se encuentran bien necesitan quedarse en casa durante unos pocos días hasta que el tratamiento antibiótico surta efecto y mejoren los síntomas.

¿Cuáles son los signos y los síntomas de la neumonía errante?

Los catarros o refriados que se prolongan más de 7 a 10 días o las enfermedades respiratorias, como la infección por el virus respiratorio sincitial (VRS), pueden evolucionar a una neumonía errante. Los síntomas pueden aparecer de repente o tardar más tiempo en aparecer. Aquellos casos que empiezan más lentamente tienden a ser más graves.

A continuación, verá a qué debe estar atento:

  • fiebre de 101 °F (38,5 °C) o inferior
  • dolor de cabeza, escalofríos, dolor de garganta y otros síntomas catarrales o gripales
  • respiración rápida o respiración con resoplidos o sibilancias (emitir "pitidos" o ruidos agudos al respirar)
  • respiración trabajosa que hace que los músculos de las costillas se retraigan (cuando los músculos que hay debajo de la caja torácica o entre las costillas se retraen hacia dentro en cada respiración)
  • tos seca
  • dolor de oídos
  • dolor de pecho o de estómago
  • malestar general
  • vómitos
  • pérdida del apetito (en niños mayores) o alimentarse poco (en lactantes)
  • erupción en la piel
  • dolor en las articulaciones

Los síntomas suelen depender de la parte del cuerpo donde se concentra la infección. Un niño cuya infección se ubica en la parte alta o media de los pulmones probablemente tendrá una respiración trabajosa. Otro cuya infección se concentre en la parte baja de los pulmones (cerca del abdomen) tal vez no tenga problemas para respirar, pero puede tener molestias estomacales, náuseas o vómitos.

¿Cómo se diagnostica una neumonía errante?

La neumonía errante se suele diagnosticar a través de una exploración física. El médico evaluará la respiración de su hijo y estará atento por si escucha un crujido distintivo que suele indicar que se padece una neumonía errante.

En caso de ser necesario, el médico solicitará una radiografía de pecho o de tórax o pruebas hechas con muestras extraídas de la garganta y de la nariz para confirmar el diagnóstico.

¿Cómo se trata una neumonía errante?

Los antibióticos son un tratamiento eficaz de la neumonía errante. Se suele recomendar un ciclo de antibióticos de 5 a 10 días de duración. Si el médico de su hijo le receta antibióticos, asegúrese de que los tome según las indicaciones para recuperarse más deprisa.

Una vez que comience a tomar los antibióticos, su hijo tendrá un riesgo mínimo de contagiar la enfermedad a otros miembros de la familia. Pero anime a todos los miembros de su familia a lavarse las manos a conciencia y a menudo.

No permita que su hijo comparta vasos, cubiertos, toallas ni cepillos de dientes. Y lávese las manos después de tocar cualquier pañuelo usado. Asimismo, asegúrese de que su hijo haya recibido todas las vacunas que le corresponden según el calendario de vacunación para ayudarlo a estar bien protegido contra otras infecciones.

¿Cómo puedo ayudar a mi hijo a sentirse mejor?

Su hijo debe beber líquidos a lo largo del día, sobre todo si tiene fiebre. Pregunte al médico antes de utilizar cualquier medicamento para tratar la tos. Los supresores de la tos hacen que los pulmones dejen de eliminar la mucosidad, lo que puede no ser eficaz en infecciones como la neumonía errante.

Si su hijo tiene dolor de pecho, pruebe a colocarle una almohadilla térmica o una compresa caliente en el pecho. Tome la temperatura de su hijo por lo menos una vez por la mañana y otra al anochecer. Llame al médico si supera los 102 °F (38,9 °C) en un lactante mayor o un niño, o si supera los 100,4 °F (38 °C) en un lactante de menos de 6 meses de edad.

Con tratamiento, la mayoría de los tipos de pulmonía o neumonía bacteriana desaparecen en un plazo de 1 a 2 semanas. La tos puede tardar de 4 a 6 semanas en desaparecer.

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Nota: Toda la informacion incluida en este material tiene propositos educacionales solamente. Si necesita servicios para diagnostico o tratamiento, tenga a bien consultar con su medico de cabecera.

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