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El oxígeno es un gas que no tiene ni color ni olor. Forma parte del aire que respiramos y es fundamental para el funcionamiento de todas las células del cuerpo así como también para la cicatrización.
A veces, los niños que tienen problemas respiratorios requieren de oxígeno adicional. Esto los hace sentir mejor, porque de esta forma, no tienen que respirar más profundamente ni más rápido para recibir suficiente oxígeno. Al niño le indicarán uno de los siguientes sistemas de oxígeno, o ambos.
El médico le recetará un sistema de oxígeno según las necesidades del niño.
El riesgo de incendio es mayor cuando se utiliza el oxígeno suplementario. Cada tipo de oxígeno tiene otros riesgos de seguridad, además del de incendio. Por ejemplo, el oxígeno que se encuentra en los tanques (en forma gaseosa) y en los contenedores (en forma líquida), está bajo presión y podría causar lesiones si no se usa correctamente.
Es importante que entienda perfectamente cómo usar el sistema de oxígeno que le han dado. Haga todas las preguntas que tenga al enfermero, médico, o proveedor de productos médicos.
Para obtener el sistema de oxígeno, necesita una receta del médico. Trátelo como si fuera un medicamento: no cambie el flujo (la cantidad de oxígeno que circula por el tubo) sin haber hablado primero con el enfermero a domicilio, el médico o el especialista en cuidados respiratorios.
Tenga siempre suficiente reserva de oxígeno como para tres días, para que no se le acabe. El especialista en cuidados respiratorios le puede indicar cuánto oxígeno el niño usará en tres días y le ayudará a establecer un horario para las entregas.
Mantenga el tubo de oxígeno a la vista. No lo ponga debajo de muebles, el cobertor de la cama, las alfombras, la ropa o ninguna otra cosa, pues el tubo podría retorcerse e impedir el flujo de oxígeno.
Evite incendios
No permita que se fume en la casa, en el carro ni en cualquier otro lugar donde el niño esté recibiendo oxígeno. Coloque letreros que digan “Prohibido fumar” y “Oxígeno en uso” en las entradas de su casa.
No deje el tanque de oxígeno prendido cuando no lo esté utilizando.
Cuando el tanque de oxígeno esté encendido, mantenga al niño al menos a 10 pies de distancia (aproximadamente 3 metros) de cualquier chimenea, cocina/horno o aparato doméstico de gas natural (como por ejemplo la secadora de ropa o el calentador de agua).
No deje que el niño juegue con juguetes que tengan motores de fricción ni produzcan chispas.
No use electrodomésticos tales como rasuradoras, secadores de pelo, cobijas eléctricas o calentadores eléctricos, donde se esté utilizando el oxígeno, pues podrían producir chispas y causar un incendio. El uso de teléfonos celulares no presenta ningún riesgo.
No use productos inflamables cerca del oxígeno, como por ejemplo disolvente para pinturas, alcohol desinfectante o productos con base de aceite (como la vaselina). Para humedecer los labios o la nariz del niño, use un lubricante con base de agua, como por ejemplo K-Y® jelly.
Evite lastimaduras
Evite que los tanques de oxígeno gaseoso o depósitos de oxígeno líquido se caigan, pues sería una situación muy peligrosa. Si se le cayeran, podrían romperse, y así producir un escape rápido del oxígeno presurizado, lo cual podría hacer que los envases salgan despedidos por el aire.
Mantenga los tanques o depósitos en posición vertical en su carrito, estante o base estable, y evite reclinarlos. No use los sistemas de oxígeno que se hayan caído o que estén dañados.
Guarde el oxígeno en un sitio con buena ventilación y fuera de la luz solar directa.
Siempre que vaya a transportar un tanque o depósito de oxígeno, colóquelos en un bolso de hombro o un carrito con ruedas.
Viajar con el oxígeno
Tenga mucho cuidado al viajar con el oxígeno.
Un concentrador de oxígeno es un aparato que separa el oxígeno del aire para luego concentrarlo y almacenarlo en la máquina. Una cánula nasal (también llamada gafas nasales) es un tubo plástico que lleva el oxígeno a la nariz del niño.
Guarde y use el concentrador de oxígeno correctamente
El concentrador de oxígeno necesita electricidad para funcionar. Solamente se debe conectar a un enchufe que tenga conexión a tierra (los que tienen tres orificios, uno de ellos es redondo). No use extensiones ni enchufes múltiples.
El concentrador produce calor y por ello debe mantenerse en un área abierta y nunca en un armario u otro lugar cerrado.
El concentrador no es portátil, sino que se usa con un tubo largo para que el niño pueda moverse. Si van a salir de la casa, o en caso de un corte eléctrico (apagón), habría que usar otro tipo de sistema de oxígeno.
Cómo cuidar el sistema de oxígeno
Los concentradores de oxígeno son fáciles de mantener. El proveedor de productos médicos le proporcionará instrucciones sobre el cuidado y la limpieza y le indicará la frecuencia con la que un técnico de mantenimiento lo debe revisar.
Al enfriarse a temperaturas extremadamente bajas (297 grados bajo cero Fahrenheit, o 182.7 grados bajo cero Celsius) el oxígeno en forma gaseosa se convierte en líquido. Este oxígeno se guarda en un depósito, como un termo grande, que lo mantiene frío. Mientras el oxígeno esté dentro del depósito, mantiene su forma líquida, y al ser liberado del depósito, vuelve a su forma gaseosa.
El oxígeno líquido se usa para los niños activos que salen de la casa frecuentemente. Se trata de un depósito portátil que se puede recargar desde otro depósito más grande que se tiene guardado en la casa. Estos depósitos ocupan menos espacio que los tanques de oxígeno comprimido.
Cómo recargar el depósito de oxígeno portátil
El proveedor de productos médicos le indicará cómo recargar el depósito portátil.
El oxígeno líquido es extremadamente frío. Si los tejidos entran en contacto con este oxígeno o con sus vapores, se congelan rápidamente. Es común que se vea algo de vapor mientras se recarga el depósito portátil desde el grande, pero éste se evapora rápidamente y deja de ser perjudicial. Para evitar lastimarse:
Cómo cuidar el sistema
de oxígeno El proveedor de productos médicos le proporcionará instrucciones sobre el cuidado y la limpieza del sistema.
Un tanque de oxígeno es un recipiente de metal que contiene oxígeno a presión. Los hay de varios tamaños. La que le den al niño dependerá de sus necesidades.
Terminología
Purgar la conexión de la botella: abrir la válvula lo suficiente para que salga un poco de oxígeno, lo cual eliminará el polvo que pudiera haber.
Junta de seguridad: arandela de hilo de nylon que viene los tanques nuevos de oxígeno. Cada vez que prepare un tanque nuevo por primera vez, retire la junta de seguridad y deséchela.
Caudalímetro: mide el flujo de oxígeno que sale de la botella, lo cual se mide en litros por minuto (LPM, por sus siglas en inglés).
Cánula nasal (gafas nasales): tubo que se conecta a la botella de oxígeno y que transporta el flujo de oxígeno a la nariz del niño.
Medidor de presión: mide cuánto oxígeno queda en la botella. Una botella llena contiene entre 1800 y 2200 libras por pulgada cuadrada (PSI, por sus siglas en inglés).
Regulador: aparato, sujetado a la botella, que tiene el caudalímetro y el medidor de presión y sirve para regular la presión a la que sale el oxígeno. Nunca agarre el regulador para alzar la botella ni tampoco le aplique ninguna clase de lubricante (aceite ni grasa) al mismo, pues podría causar un incendio.
Arandela selladora: arandela, ya sea de metal y goma o solamente metal, que sirve para sellar la conexión entre la botella de oxígeno y el regulador, de modo de prevenir cualquier fuga.
Nota: Para obtener la cantidad de oxígeno que queda en la botella, espere hasta que la válvula esté completamente abierta.
Si le parece que hay algún problema con el sistema de oxígeno, no intente arreglarlo. Comuníquese con la persona que le entregó el equipo.
Este folleto no es específico para su hijo; sólo le ofrece información general. Si tiene alguna pregunta, llame al proveedor de productos médicos.
This page is not specific to your child, but provides general information on the topic above. If you have any questions, please call your clinic. For more reading material about this and other health topics, please call or visit Children's Minnesota Family Resource Center library, or visit www.childrensmn.org/educationmaterials.
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