Hacer deberes puede ser entretenido. En especial, cuando el desafío es del nivel adecuado; ni muy fácil ni muy difícil. Pero si eres de los que se distraen fácilmente, los deberes te llevarán mucho más tiempo. Y serán mucho menos entretenidos.
Aquí tienes tres grandes consejos que te ayudarán a mejorar al hacer los deberes:
Organizarse significa tener las cosas que necesitas y saber dónde encontrarlas. Si estás organizado, no tendrás que dejar de lado los deberes para dedicarte a buscar las cosas necesarias.
Organiza tus cosas. Colócales una etiqueta a las carpetas y mantén los papeles escolares en la carpeta correspondiente. Vacía tu mochila todos los días, para que solo tengas allí lo que corresponde. Guarda las cosas que llevas a la escuela en el mismo lugar todos los días. De este modo, siempre te será sencillo encontrar tu mochila, tus zapatos y tu abrigo.
Organiza tu espacio. Escoge un lugar para hacer los deberes. Lo más conveniente es usar un escritorio o una mesa donde puedas esparcir tus cosas. Antes de comenzar, reúne todos los elementos que necesitarás, como lápices, papel o marcadores. No hagas los deberes en la cama. Si lo haces, será muy fácil que te dé sueño, comiences a soñar despierto o te pongas a jugar en lugar de hacer los deberes.
Organiza tu tiempo. Utiliza un planificador para llevar un control de lo que necesitas hacer y cuándo lo harás. Marca las fechas de las evaluaciones y cuándo estudiarás para ellas. Marca los días en los que tienes deportes, clases u otras actividades. Escribe los deberes todos los días. Mira la lista de deberes y el planificador todos los días.
Una vez que estés organizado, es el momento de concentrarte en lo que debes hacer. Esto significa prestar atención a los deberes.
Desházte de todo lo que te distraiga. Algunas personas intentan hacer los deberes mientras escuchan música o tienen su programa favorito de fondo. Pero estas distracciones hacen que te resulte difícil concentrarte. Harán que tus deberes te lleven más tiempo y te impedirán dar lo mejor de ti mismo.
Recuérdate que es el momento de hacer deberes. Y, una vez que hayas terminado, tómate un rato libre. Prepárate y comienza. Toma lo primero que harás. Después, explícate a ti mismo lo que harás. "Bien. Haré los problemas de matemática. Voy a leer el primero." Después, hazlo. Pregúntate a ti mismo: "¿Qué haré a continuación?" Respóndete: "Escribiré los números que debo sumar para obtener la respuesta." Luego, súmalos. Escribe la respuesta. Revisa lo que has hecho para ver si es correcto. Ve paso a paso. Concéntrate en el paso que estás haciendo.
Descansa. Si comienzas a distraerte, levántate y muévete un poco durante unos minutos. Pero no comiences a jugar ni a hacer otra cosa. Simplemente camina un poco cerca del lugar en el que estás haciendo los deberes, ve a tomar agua o levántate y estira tus músculos. Haz algunos saltos con las piernas separadas o sube y baja las escaleras. El movimiento y la respiración mantienen la mente alerta y lista para concentrarse.
Vuelve a concentrarte. Después de descansar, vuelve inmediatamente al trabajo. Decide qué harás a continuación. Explícate a ti mismo lo que harás. Y luego completa ese paso. Continúa avanzando paso a paso. Revisa lo que ya has hecho. Tu tarea es mantenerte concentrado la cantidad suficiente de tiempo como para terminar lo que debes hacer.
¡No te rindas cuando estás tan cerca de terminar! Continúa y termina.
Revisa lo que has hecho. Asegúrate de que tus deberes estén bien hechos. Busca errores y, si los encuentras, corrígelos. Si se trata de un proyecto o un trabajo escrito, dale los toques finales.¡Asegúrate de que tenga tu nombre!
Siéntete orgulloso por un trabajo bien realizado. Está muy bien admirar tu trabajo. Felicítate a ti mismo. "¡Mi trabajo quedó muy bien! Y me gusta mucho la imagen de la portada." Se siente bien saber que uno ha dado lo mejor de sí en algo.
Colócalos donde corresponda. Coloca tus deberes en la carpeta correspondiente. Asegúrate de que la carpeta esté en tu mochila. Coloca la mochila en su lugar. ¡HAS TERMINADO!
A algunos niños les resulta fácil ser organizados y concentrarse. Pero para otros, como los niños con TDAH, esto no es nada sencillo. Todos pueden mejorar estas habilidades. A veces, solo hace falta un poco más de práctica y un poco de ayuda de otras personas.
Pídele ayuda a uno de tus padres o un maestro para aprender a organizar tus cosas. Ellos pueden ayudarte a organizar las cosas de una manera que te resulte útil. Si te desorganizas otra vez, pídeles ayuda para ordenar. Con práctica y ayuda, te volverás más organizado.
Si tienes problemas para concentrarte en tus deberes o para poner manos a la obra, los adultos también pueden ayudarte. Pronto lo harás mejor por ti mismo.
Aprender a hacer bien los deberes (¡y lograr que sean entretenidos!) requiere de práctica. Ten paciencia contigo mismo mientras aprendes a organizarte, concentrarte y poner manos a la obra. Cuanto más practiques, mejor te saldrá.
Nota: Toda la informacion incluida en este material tiene propositos educacionales solamente. Si necesita servicios para diagnostico o tratamiento, tenga a bien consultar con su medico de cabecera.
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