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Un análisis de sangre consiste en analizar una muestra de sangre en un laboratorio. Los médicos mandan análisis de sangre para evaluar cosas como la concentración de glucosa, la hemoglobina o los glóbulos blancos en sangre. Esto puede ayudar a detectar problemas, como una enfermedad o una afección médica. A veces, los análisis de sangre pueden ayudar a saber lo bien que está funcionando un órgano (como el hígado o los riñones).
La prueba de la inmunoglobulina mide la concentración de distintos tipos de anticuerpos en la sangre. El sistema inmunitario fabrica anticuerpos para proteger al cuerpo de bacterias, virus y alérgenos.
El cuerpo fabrica distintos tipos de anticuerpos, o inmunoglobulinas, para luchar contra diferentes tipos de cosas. Por ejemplo, el anticuerpo para la varicela no es el mismo que el anticuerpo para la mononucleosis. A veces, el cuerpo hasta es capaz de fabricar por error anticuerpos contra sí mismo, tratando a sus propios órganos sanos como si fueran invasores extraños. Esto se llama enfermedad auto-inmunitaria.
Hay varios tipos distintos de anticuerpos:
Los médicos pueden evaluar las concentraciones de inmunoglobulina en sangre para saber si una persona tiene una infección o si está protegida contra ella (es inmune a ella). Los médicos también utilizan la prueba de la inmunoglobulina para hacer diagnósticos de inmunodeficiencias (cuando el sistema inmunitario no está funcionando como debería funcionar). Los médicos pueden sospechar que un niño padece una inmunodeficiencia si contrae muchas infecciones o infecciones inusuales.
Esta prueba se puede hacer como una parte de la evaluación de alergias, o de afecciones auto-inmunitarias, como la artritis idiopática juvenil, el lupus, y la enfermedad celíaca.
Los niños pueden comer y beber con normalidad a menos que también se estén haciendo otras pruebas que requieren estar en ayunas. Informe al médico de su hijo sobre cualquier mediación que esté tomando porque hay algunos medicamentos que pueden influir en los resultados.
El hecho de que su hijo lleve puesta una camiseta de manga corta el día del análisis de sangre puede facilitarle las cosas; también pueden llevar consigo un juguete o un libro para que se distraiga.
En la mayoría de los análisis de sangre, se extrae una muestra de sangre a partir de una vena. A tal efecto, un profesional de la salud:
A veces la prueba de la hemoglobina se hace pinchando la yema de un dedo. El profesional de la salud limpiará la punta del dedo de su hijo, luego le pinchará la yema con una pequeña aguja (o lanceta) para recoger sangre.
En los bebés, la sangre se puede extraer a partir de una punción en el talón. Después de limpiar el área, el profesional de la salud hará una pequeña punción en el talón del bebé con una pequeña aguja (o lanceta) para recoger una pequeña muestra de sangre.
La extracción de una muestra de sangre solo provoca molestias de carácter temporal, y se puede sentir como un breve pinchazo.
Los padres se suelen poder quedar con sus hijos durante las extracciones de sangre. Intente que su hijo se relaje y dígale que se quede muy quieto porque unos músculos tensos pueden dificultar la extracción de sangre. Es posible que su hijo prefiera apartar la mirada de la aguja cuando se la claven en la piel y le saquen sangre. Ayude a su hijo a relajarse haciendo respiraciones profundas o cantando su canción preferida.
La mayoría de las extracciones de sangre solo duran unos pocos minutos. En algunas ocasiones, puede costar mucho encontrar una vena, de modo que el profesional de la salud puede tener que probarlo más de una vez.
El profesional de la salud extraerá la goma y la aguja, y después cubrirá el área con un algodón o una tirita para que deje de sangrar. Después de la extracción, es posible que aparezca un pequeño hematoma, que debería desaparecer en pocos días.
Los resultados pueden tardar unos días en estar listos. Si los resultados de la prueba mostraran signos de un problema, el médico pediría otras pruebas para averiguar en qué consiste el problema y cómo tratarlo.
La prueba de la inmunoglobulina se considera un procedimiento seguro y se asocia a riesgos mínimos. Algunos niños se marean o se desmayan cuando les sacan sangre. Unos pocos niños y adolescentes tienen mucho miedo a las agujas. Si su hijo está ansioso, hable con su médico antes de hacerle la prueba sobre formas de hacer el procedimiento más sencillo.
Es frecuente que aparezca un pequeño hematoma y/o un dolor muscular leve en la zona del pinchazo, que puede durar unos pocos días. Haga que su hijo reciba cuidados médicos si el malestar o las molestias de su hijo empeoran o duran más tiempo.
Si tiene alguna duda sobre la prueba de la inmunoglobulina, hable con el médico de su hijo o con el profesional que le vaya a hacer la extracción de sangre.
Nota: Toda la informacion incluida en este material tiene propositos educacionales solamente. Si necesita servicios para diagnostico o tratamiento, tenga a bien consultar con su medico de cabecera.
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