Article Translations: (English)
La prolactina es una hormona producida por la glándula pituitaria, una glándula del tamaño de un guisante ubicada en la base del cerebro, que controla el metabolismo, el crecimiento y el desarrollo sexual. Si bien la prolactina se produce en pequeñas cantidades tanto en los hombres como en las mujeres que no estén encintas, su función principal es estimular la lactancia (producción de leche) de las mujeres durante el embarazo y mantener el suministro de leche durante el amamantamiento. El análisis de prolactina mide el nivel de esta hormona en la sangre.
En el caso de una mujer que está amamantando, la demanda de leche por parte del lactante es, en realidad, el regulador del suministro de leche de la madre. Cuando el bebé succiona el seno de la madre, la glándula pituitaria de la mujer libera más prolactina en el torrente sanguíneo, aumentando la producción de leche. Si la madre no amamanta a su bebé, la prolactina vuelve a sus niveles normales una vez que da a luz.
A veces, sin embargo, los niveles de prolactina son elevados aun cuando la mujer no está embarazada o amamantando, o si se trata de un hombre. La causa más común es una prolactinoma, un tumor productor de prolactina, por lo general benigno (no canceroso), en la glándula pituitaria.
Es posible que lo médicos soliciten un análisis de prolactina para ayudar a hacer un diagnóstico o controlar el tratamiento de la prolactinoma. Los síntomas de la prolactinoma incluyen dolores de cabeza, problemas de la vista (si el crecimiento del tumor presiona el nervio óptico) y galactorrea (producción de leche aunque no haya embarazo, se esté amamantando, o sea un hombre).
El análisis de prolactina también puede utilizarse como parte de un tratamiento en menstruaciones irregulares, problemas de fertilidad, trastornos de la glándula adrenal o tiroides, anorexia o síndrome de ovario poliquístico. Todos estos trastornos pueden estar asociados con alteraciones en los niveles de prolactina. También ciertos medicamentos y drogas pueden estimular a la glándula pituitaria para que libere más prolactina al el torrente sanguíneo.
Para este análisis, no es necesario realizar ningún tipo de preparación. Sin embargo, dado que los niveles de prolactina varían a lo largo del día y la noche —son mayores durante el sueño, inmediatamente después de despertarse, después de realizar ejercicio físico vigoroso y durante los períodos de estrés emocional— es posible que su médico pida que el análisis se lleve a cabo en un momento específico del día (por lo general, unas horas después de despertarse). Además, debe asegurarse de que su médico sepa cuáles son los medicamentos o fármacos que está tomando su hijo, dado que algunos pueden aumentar los niveles de prolactina en la sangre.
Será de ayuda que su hijo lleve una camiseta de mangas cortas el día del análisis para facilitar la tarea del personal encargado de la extracción de sangre.
Un profesional de la salud extraerá sangre de una vena después de limpiar la superficie de la piel con un antiséptico y colocar una banda elástica (torniquete) alrededor del brazo para ejercer presión y lograr que las venas se llenen de sangre. A continuación, se inserta una aguja en la vena (por lo general, se hace a la altura del codo en la parte interna del brazo, o en la parte posterior de la mano) y se extrae sangre que se recoge en un vial o una jeringa.
Después del procedimiento, se retira la banda elástica. Una vez recolectada la sangre, se retira la aguja y se cubre la zona con algodón o una venda para detener el sangrado. La extracción de sangre para el análisis sólo demora unos minutos.
La toma de una muestra de sangre sólo provoca molestias temporales y se puede sentir un pequeño pinchazo. Después de la extracción, es posible que aparezca un pequeño moretón, que desaparecerá más o menos en un día.
La muestra de sangre es procesada por una máquina. Los resultados se obtienen en 1 ó 2 días.
El análisis de prolactina se considera un procedimiento seguro. Sin embargo, al igual que con muchos otros análisis, es posible que surjan algunos problemas, como los siguientes, al extraer sangre:
Las extracciones de sangre son relativamente indoloras. Aun así, muchos niños les temen a las agujas. Si le explica el procedimiento en palabras que su hijo pueda comprender, lo ayudará a aliviar un poco el miedo.
Permita que su hijo le realice al profesional todas las preguntas que pueda tener. Dígale que se relaje y se quede quieto durante el procedimiento, ya que si tensa los músculos o se mueve, la extracción resultará más complicada y más dolorosa. También puede ser de ayuda que su hijo no mire cuando le colocan la aguja en la piel.
Si tiene preguntas acerca del análisis de prolactina, hable con su médico. También puede hablar con el técnico antes del procedimiento.
Nota: Toda la informacion incluida en este material tiene propositos educacionales solamente. Si necesita servicios para diagnostico o tratamiento, tenga a bien consultar con su medico de cabecera.
© 1995-2024 KidsHealth ® Todos los derechos reservados. Imagenes proporcionadas por iStock, Getty Images, Corbis, Veer, Science Photo Library, Science Source Images, Shutterstock, y Clipart.com