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El parche anticonceptivo es un parche delgado, cuadrado, de 1¾ pulg. (4.5 cm) y de color beige que se pega en la piel. Este parche libera hormonas que llegan al torrente sanguíneo a través de la piel para prevenir un embarazo.
La combinación de dos hormonas (progesterona y estrógeno) en el parche previene la ovulación (la liberación de un óvulo desde los ovarios durante el ciclo menstrual mensual). Si se libera un óvulo, puede haber un embarazo porque nada impide que un espermatozoide lo fertilice.
Las hormonas del parche también ensanchan la mucosidad del cuello del útero (formada por las células del cuello del útero). El cuello del útero es la parte del útero que llega al interior de la vagina y es la entrada hacia el útero. El engrosamiento de las mucosidades del cuello del útero hace que a los espermatozoides les resulte más difícil entrar en el útero y llegar a los óvulos que puedan haber sido liberados. A veces, las hormonas del parche también pueden afectar el revestimiento del útero para que al óvulo fertilizado le cueste sujetarse a la pared del útero.
Al igual que otros métodos anticonceptivos en los que se usan hormonas, como las píldoras anticonceptivas o el anillo anticonceptivo, los parches anticonceptivos se utilizan de acuerdo con el ciclo menstrual mensual. Una mujer se coloca el parche el primer día de su ciclo menstrual o el primer domingo después de que haya comenzado su ciclo menstrual. Cambiará el parche de la piel una vez a la semana durante tres semanas seguidas. (El parche se debe aplicar en una de las siguientes cuatro zonas: el abdomen, las nalgas, el brazo o la parte superior del torso; pero nunca sobre los pechos). La cuarta semana, no se usa el parche, y es en ese momento cuando debería comenzar el ciclo menstrual. Es importante utilizar otro método anticonceptivo durante los primeros 7 días de uso del parche para prevenir un embarazo.
Se debe colocar un parche nuevo el mismo día de cada semana para asegurarse de que continúe actuando de forma eficaz. Por ejemplo, si el primer parche se aplica un lunes, los parches siempre se deben colocar los lunes. Cuando llegue el momento de cambiar el parche, primero se debe quitar el parche viejo y recién después se debe colocar el nuevo. Para evitar una irritación de la piel, el nuevo parche se debe colocar en un lugar diferente del anterior (siempre en las cuatro zonas recomendadas). No lo coloque sobre piel enrojecida, irritada o con cortes.
Si el parche se afloja o se cae o si se olvida de colocar un nuevo parche en el día adecuado, debe consultar la información del prospecto o consultar con un médico para saber qué debe hacer. Durante un tiempo, tal vez sea necesario utilizar un método anticonceptivo de refuerzo, como condones, o dejar de mantener relaciones sexuales para protegerse de un embarazo. Además, si se deja de usar el parche por algún motivo, será necesario comenzar a utilizar otro método anticonceptivo (generalmente 24 horas después de quitar el último parche).
Mientras se usa el parche, se pueden realizar las actividades habituales, como nadar o hacer ejercicio físico. También se puede mojar el parche en la ducha o un baño. Pero no se debe mover ni quitar el parche hasta que pase una semana (si quita el parche para volver a colocarlo en otro lugar, podría perder adherencia y salirse con facilidad). Si el parche no queda bien pegado, debe reemplazarlo por otro. Quien use un parche no debe cortarlo para hacerlo más pequeño ni pegarlo con cinta.
El parche no se debe colocar sobre maquillaje, cremas, lociones, polvo u otros productos para la piel ya que estos pueden impedir que se adhiera correctamente. (Los productos para la piel también pueden afectar la manera en la que la piel absorbe las hormonas).
Al quitar un parche, pliéguelo por el centro, con las partes adhesivas enfrentadas (para impedir que las sustancias químicas se impregnen en otros elementos de los desechos y terminen en la tierra) y deséchelo con la basura (no lo arroje al inodoro).
Los estudios continuos sugieren que el parche anticonceptivo tiene el mismo nivel de eficacia que las píldoras anticonceptivas. Esto significa que aproximadamente 9 de cada 100 parejas tendrán un embarazo no deseado durante el primer año de uso. Por supuesto, las posibilidades de un embarazo dependen del uso correcto del parche. Si se retrasa la colocación del parche, se olvida colocarlo una semana o se lo quita antes de tiempo, la eficacia de este método se reduce y las posibilidades de un embarazo aumentan.
Si una persona pesa más de 198 libras (90 kg), el parche anticonceptivo podría perder eficacia para prevenir un embarazo. Algunas afecciones y ciertos medicamentos también pueden interferir con el efecto del parche. La eficacia del parche también depende de si resulta cómodo utilizarlo y si se lo usa todo el tiempo.
El parche anticonceptivo no ofrece protección contra las enfermedades de transmisión sexual (ETS). Para protegerse contra las ETS, las parejas deben usar condones junto con el parche anticonceptivo.
La abstinencia sexual (no mantener relaciones sexuales ni ningún tipo de contacto genital) es el único método para prevenir los embarazos y las enfermedades de transmisión sexual.
El parche anticonceptivo es un método anticonceptivo seguro y eficaz. La mayoría de las mujeres que usan el parche no experimentan efectos secundarios. Fumar mientras se usa el parche puede aumentar el riesgo de ciertos efectos secundarios, razón por la cual los profesionales de la salud aconsejan que quienes lo usan no fumen.
Los efectos secundarios del parche son similares a los de las píldoras anticonceptivas. Entre ellos, se incluyen los siguientes:
Otros posibles efectos secundarios que se han observado con los parches incluyen:
Muchos de estos efectos secundarios son leves y suelen desaparecer después de 2 o 3 meses.
El parche anticonceptivo puede ser una buena opción para mujeres sexualmente activas que pesen menos de 198 libras (90 kg) y que no recuerden tomar la píldora todos los días o tengan dificultad para tragar píldoras.
En algunos casos, hay afecciones médicas o de otro tipo que reducen la eficacia o aumentan los riesgos de los parches anticonceptivos. Por ejemplo, no se recomienda su uso en mujeres que tienen coágulos, hipertensión arterial grave, algunos tipos de cáncer, ciertos tipos de migrañas o diabetes con algunas complicaciones. Quienes han sufrido sangrado vaginal sin explicación (sangrado que no ocurre durante el período) o pueden estar embarazadas, deben hablar con su médico, dejar de usar el parche y usar otro método anticonceptivo mientras tanto.
El parche anticonceptivo debe ser recetado por un médico o un enfermero. Ellos harán preguntas sobre la salud y los antecedentes médicos de la muchacha, tal vez hagan una exploración, que incluirá tomar la presión y, posiblemente, un tacto vaginal.
Si receta el parche, el médico o enfermero también dará instrucciones sobre su uso. Quienes usan parches tal vez deban regresar a los pocos meses para controlar la presión arterial y asegurarse de que no haya ningún problema. Después, el médico puede recomendarle exámenes de rutina una o dos veces al año, o según sea necesario.
El costo del parche puede ir de ser gratis a costar aproximadamente $85 por mes. Además, muchos planes de seguro de salud cubren los parches anticonceptivos y las visitas al médico.
Nota: Toda la informacion incluida en este material tiene propositos educacionales solamente. Si necesita servicios para diagnostico o tratamiento, tenga a bien consultar con su medico de cabecera.
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