Las catástrofes, como los terremotos de Turquía y Siria, las guerras, los incendios forestales o los fenómenos meteorológicos, pueden ocurrir cerca o lejos de casa. Pero cuando escuchamos la noticia, nos afecta. Lo sentimos por las personas que podrían resultar heridas y las comunidades que están afectadas. Esto tiene un impacto aun más profundo si conoces a personas afectadas.
Si se trata de un suceso que puede conocer su hijo, hable con él sobre qué es lo que ha oído al respecto y cómo se siente. Lo más probable es que también se preocupe por la gente afectada. Escuchar por qué están pasando otras personas puede hacer que los niños estén estresados, tristes o preocupados. Para ayudar a su hijo a afrontar este tipo de situaciones, escúchelo con calma. Deje que le explique cómo se siente. Dígale que está bien que se sienta así. Ayúdelo a sentirse seguro.
Cuando usted sienta que ha llegado el momento, puede hablar con su hijo sobre cómo puede ayudar su familia a las personas afectadas por la catástrofe. Cuando usted le muestra a su hijo cómo transformar su empatía en actos de ayuda, él aprende que puede marcar la diferencia.
Existen muchos grupos para ayudar a la gente ante una catástrofe. Lo mejor que usted puede hacer consiste en apoyarlos. Ellos saben qué es necesario en cada situación. Lo pueden guiar sobre cómo donar. Visite sus sitios web para averiguar qué es lo que necesitan.
Ha aquí algunos de esos grupos:
No se preocupe si su familia no puede donar mucho. Todas las donaciones, sean grandes o pequeñas, ayudan a reconstruir las comunidades después de que se vean afectadas por catástrofes.
Dar dinero siempre ayuda. Pero el dinero no es lo único que puede donar una familia. He aquí algunas formas en que usted y sus hijos pueden echar una mano:
Ofreciendo de forma voluntaria su tiempo, su dinero o su esfuerzo puede ayudar a su comunidad, o a otras, en un momento de necesidad. También es una forma de enseñar a su hijo el valor de la generosidad. Los momentos que pasen ayudando a los demás, sobre todo, en calidad de familia, son momentos que su hijo recordará siempre. Son muy significativos y los ayudan a sentirse cerca.
La generosidad y el ayudar afianzan las emociones positivas, como la compasión y la gratitud. Estas emociones son muy gratificantes. Y nos hacen ser buenas personas. Contribuyen a nuestras habilidades de afrontamiento, reducen nuestra respuesta de estrés y apoyan nuestro bienestar mental y emocional. Y eso es bueno para todo el mundo.
Nota: Toda la informacion incluida en este material tiene propositos educacionales solamente. Si necesita servicios para diagnostico o tratamiento, tenga a bien consultar con su medico de cabecera.
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