La pubertad es el período en que los niños se desarrollan física y emocionalmente para convertirse en hombres y mujeres. Esto suele empezar a ocurrir en la adolescencia:
La pubertad precoz ocurre cuando los signos de la pubertad empiezan:
Puede ser duro para algunos niños y a veces es un signo de un problema de salud.
En las niñas, entre los signos de la pubertad precoz, se incluyen los siguientes:
En los niños, entre los signos de la pubertad precoz antes de los 9 años, se incluyen los siguientes:
Tanto en los niños como en las niñas, algunos de los siguientes signos pueden indicar una pubertad precoz, pero a veces son normales:
Cuando concluye la pubertad, el aumento de estatura se detiene. Puesto que la maduración del esqueleto y su crecimiento óseo se detiene en una etapa anterior a la habitual, un niño con pubertad precoz que no recibe tratamiento no suele alcanzar todo su potencial de estatura adulta. El estirón precoz lo puede hacer más alto al principio en comparación con sus compañeros. Pero puede dejar de crecer demasiado pronto y acabar teniendo una estatura menor de la que habría alcanzado si no hubiera tenido una pubertad precoz.
Atravesar la pubertad antes de tiempo también puede ser duro desde el punto de vista social y emocional. Por ejemplo, las chicas con una pubertad precoz se pueden sentir confundidas o avergonzarse de tener la regla o de tener los senos desarrollados mucho antes que sus compañeras. Las pueden tratar de otra manera porque parecen mayores de lo que son.
Las emociones y el comportamiento también pueden cambiar en los niños con pubertad precoz. Las niñas se pueden volver malhumoradas e irritables. Los niños se pueden volver más agresivos y desarrollar unos impulsos sexuales inadecuados para su edad.
El inicio de la pubertad normalmente está desencadenado por el hipotálamo. Esta área cerebral indica a la hipófisis (una glándula del tamaño de un guisante ubicada cerca de la base del cerebro) que libere unas hormonas que estimulan a los ovarios (en las niñas) o a los testículos (en los niños) para que fabriquen hormonas sexuales.
La mayoría de las veces, sobre todo en las niñas, la pubertad precoz se debe a que el cerebro envía señales antes de lo que las debería enviar. No hay ningún otro problema médico subyacente. Es algo que se suele dar por familias.
Mucho menos a menudo, la pubertad precoz se debe a problemas más graves, como un tumor o un traumatismo. Los problemas en la glándula tiroidea también pueden desencadenar una pubertad precoz. En estos casos, suelen aparecer otros signos que apuntan a pensar en un problema más grave.
La pubertad precoz es menos probable en los niños varones y más probable a estar relacionada con otro problema médico. En aproximadamente un 5% de los niños, se trata de una afección heredada.
Algunas niñas de muy corta edad (generalmente entre los 6 meses y los tres años de edad) pueden presentar un desarrollo mamario que más adelante desaparece o permanece, pero en ausencia de otros cambios propios de la pubertad. Esto se conoce como telarquia prematura y no suele causar problemas duraderos.
De forma similar, algunas niñas y niños presentan un crecimiento precoz del vello púbico y/o axilar o un olor corporal que no está relacionado con otros cambios propios del desarrollo sexual. Esto se llama adrenarquia prematura.
A estos niños es mejor que los vea un médico para que pueda descartar una "verdadera" pubertad precoz. Pero la mayoría de ellos no requieren tratamiento y presentarán los demás signos propios de la pubertad a la edad habitual de este período.
Hable con el médico si su hijo presenta signos de maduración sexual precoz (antes de los 7-8 años en las niñas o antes de los 9 años en los niños), incluyendo los siguientes:
Para diagnosticar una pubertad precoz, el médico puede pedir un análisis de sangre a fin de detectar concentraciones elevadas de hormonas sexuales. Las radiografías de la muñeca y de la mano de su hijo pueden mostrar si sus huesos están madurando demasiado pronto.
Con muy poca frecuencia, se practican pruebas de diagnóstico por la imagen, como una resonancia magnética (RM) o una ecografía para descartar las causas menos frecuentes de la pubertad precoz, como un tumor en el cerebro, el ovario o un testículo.
Si su hijo tiene una pubertad precoz, su médico lo remitirá a un endocrinólogo pediátrico (un médico especializado en los trastornos hormonales y del crecimiento en los niños) para que lo trate.
Los objetivos del tratamiento son:
En función de cuál sea la causa de la pubertad precoz, hay dos posibles enfoques del tratamiento:
A veces, tratar el problema de salud subyacente puede detener la pubertad precoz. Pero en la mayoría de los casos, no hay ninguna otra enfermedad, por lo que el tratamiento para detener el desarrollo sexual suele ser de tipo hormonal.
El tratamiento hormonal aprobado en la actualidad consiste en administrar unos medicamentos llamados análogos de la LHRH (siglas en inglés de la hormona liberadora de la hormona luteinizante). Estas hormonas sintéticas (artificiales) impiden que el cuerpo fabrique las hormonas sexuales que causan la pubertad precoz. Se suelen ver resultados positivos antes de cumplirse un año de haber estado tomando el medicamento. Los análogos de la LHRH suelen ser seguros y no suelen tener efectos secundarios en la población infantil.
En las niñas, esta medicación puede invertir el desarrollo mamario. En los niños, el pene y los testículos se pueden reducir hasta alcanzar el tamaño esperado para la edad del niño. El crecimiento en estatura también se puede ralentizar hasta la tasa esperada para antes de iniciar la pubertad. El comportamiento del niño también suele volver a ser más apropiado para su edad.
Dele a su hijo una explicación sencilla y real de lo que le está pasando. Explíquele que esos cambios son normales en los niños mayores y los adolescentes, pero que su cuerpo se ha empezado a desarrollar un poco antes de lo habitual. Mantenga a su hijo bien informado sobre el tratamiento y sobre qué esperar a lo largo de todo el proceso.
Fíjese también en los signos de que otros niños se metan con él o de otros problemas que podrían estar afectando emocionalmente a su hijo. Entre los signos de alarma más frecuentes que debería comentar con el médico de su hijo, figuran los siguientes:
La forma en que reaccionen sus padres puede afectar a cómo afronte un niño la pubertad precoz. Para favorecer una imagen corporal saludable y una fuerte autoestima en su hijo:
Lo más importante de todo es que los médicos pueden tratar la pubertad precoz. Pueden ayudar a que los niños mantengan su potencial de estatura adulta y limitar el estrés social y emocional al que se deben enfrentar por madurar sexualmente antes que sus compañeros.
Nota: Toda la informacion incluida en este material tiene propositos educacionales solamente. Si necesita servicios para diagnostico o tratamiento, tenga a bien consultar con su medico de cabecera.
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