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Alergias alimentarias: cómo afrontarlas

Si las pruebas para detectar alergia muestran que padeces una alergia alimentaria, el médico te indicará cómo puedes evitar las reacciones alérgicas. Aquí tienes algunos consejos generales sobre cómo vivir con alergia alimentaria.

Evitar los alérgenos

La única forma posible de prevenir una reacción alérgica consiste en evitar por completo los alimentos que la desencadenan. Las alergias alimentarias no son como las alergias ambientales. No hay ningún medicamento que puedas tomar para impedir que se desencadene la reacción antes de que ocurra.

Evitar el alimento al que eres alérgico significa mucho más que dejar de ingerir ese alimento. También implica dejar de comer cualquier cosa que podría contener ese alimento como ingrediente. Hay gente que hasta debe dejar de tocar o de inhalar partículas de alimentos a los que eres alérgica. A veces hay productos no alimenticios, como cosméticos, que pueden seguir conteniendo ingredientes alergénicos (que pueden desencadenar reacciones alérgicas).

He aquí tres formas de evitar los alimentos a los que eres alérgico:

1. Léete bien las etiquetas de los productos alimenticios

En EE.UU, los fabricantes deben especificar en las etiquetas de sus productos alimenticios si el producto contiene alguno de los alérgenos más frecuentes:

  • cacahuetes
  • frutos secos de cáscara (como las nueces y los anacardos)
  • marisco
  • pescado
  • trigo
  • leche
  • huevos
  • soja

La información relacionada con las alergias alimentarias puede aparecer en la etiqueta de dos formas diferentes:

  1. En el listado de ingredientes.
  2. En la información de advertencia (p.e.: "contiene cacahuetes" o "contiene marisco").

Por lo tanto, se supone que los alimentos que se venden en EE.UU. están etiquetados con la suficiente claridad como para que las personas alérgicas puedan sentirse seguras. De todos modos, te ayudará mucho saberte todos los nombres que pueden recibir los alimentos a los que eres alérgico. Por ejemplo, en EE.UU., el marisco puede aparecer con el nombre de "crevettes", un término francés que se utiliza para referirse a los camarones, las gambas, las cigalas y las quisquillas, o con el término "scampi", referido a los langostinos, generalmente rebozados. Y los cacahuetes pueden aparecer con el nombre de su género científico "arachis" (en terminología científica el cacahuete común se denomina Arachis hypogaea), como "mandelonas" (cacahuetes recubiertos de almendras) o bien ocultarse bajo la expresión de "proteína vegetal hidrolizada".

2. Infórmate sobre la contaminación cruzada

Algo que puede no aparecer en la etiqueta alimentaria es la información referente a la contaminación cruzada.

La contaminación cruzada ocurre cuando alimentos que puedes ingerir con total normalidad entran en contacto con alimentos a los que eres alérgico, por ejemplo, si el fabricante utiliza las mismas instalaciones o el mismo equipo técnico para moler muchos tipos distintos de alimentos.

Algunas compañías introducen información de advertencia en sus etiquetas para alertar a sus clientes sobre el riesgo de contaminación cruzada. Mensajes como: "Puede contener cacahuetes", "Procesado en instalaciones donde también se procesan frutos secos de cáscara" o "Fabricado con un equipo técnico que también se utiliza para procesar marisco". Deberás evitar aquellos productos alimenticios que presentan este tipo de información referida a los alimentos a los que eres alérgico.

A pesar de que las compañías están obligadas a especificar en las etiquetas de sus productos alimenticios si el producto contiene ingredientes alergénicos, no tienen la obligación de incluir información preventiva sobre la contaminación cruzada en sus etiquetas alimentarias. Lo mejor es que contactes con la compañía para saber si el producto podría haber entrado en contacto con alimentos a los que eres alérgico. Puedes encontrar esta información en el sitio de Internet de la compañía o enviar un correo electrónico a la compañía para preguntarlo.

Aunque hayas ingerido determinado producto previamente, procede siempre con precaución. Las compañías a veces modifican el proceso de fabricación de sus productos o cambian de abastecedor. Asimismo, productos que contienen raciones de tamaños diferentes pueden contener ingredientes diferentes o estar fabricados en instalaciones diferentes.

3. Mantente alerta cuando comas fuera de casa

Los restaurantes, los comedores y las cafeterías están mejorando mucho en lo que respecta a la preparación de alimentos para personas alérgicas. Pero la contaminación cruzada sigue siendo un riesgo cuando se come fuera de casa: los alimentos a los que eres alérgico se pueden introducir dentro de alimentos normalmente consumes si el personal de cocina utiliza las mismas superficies, los mismos utensilios o los mismos aceites para preparar alimentos diferentes.

Cuando no estés en tu casa, pregunta qué contiene el alimento que te estás planteando ingerir. Averigua cómo lo han cocinado. Mucha gente considera que es mejor llevarse comida segura preparada en casa o bien comer en casa antes de salir. Si los amigos que piensas visitar o con quienes piensas comer no saben que padeces una alergia alimentaria, díselo con tiempo de antelación para que sepan a qué atenerse. Si tus amigos comen alimentos a los que eres alérgico, no compartas con ellos ningún utensilio que se utilice para beber o para comer y evita probar su comida.

Un resumen sobre cómo actuar para evitar las reacciones alérgicas

  • Lee bien las etiquetas y está pendiente de la contaminación cruzada.
  • Aprende cuanto puedas sobre los productos alimenticios. Algunas de las cosas que contienen alérgenos te podrían sorprender.
  • Apréndete los distintos nombres que puede recibir el alimento al que eres alérgico, ya que todos ellos pueden aparecer en las etiquetas alimentarias. Lee el listado de ingredientes de todo cuanto te plantees comer. Los aliños, las salas, los embutidos, los fiambres, el caldo e incluso el glaseado pueden contener tantos alérgenos que te sorprenderían.
  • Diles a tus padres que aprovechen las situaciones en que coman fuera de casa para comer alimentos a los que tú eres alérgico; así desparecerá el riesgo de contaminación cruzada en tu casa.
  • Si no estás seguro de qué ingredientes contiene un alimento que no te has preparado tú, evítalo.
  • Informa a todo el mundo que manipule o te sirva comida, desde tus parientes hasta los camareros, sobre tu alergia alimentaria.
  • Cuando pienses comer fuera de casa, lleva encima una "tarjeta para el chef" personalizada. Este tipo de tarjetas detallan tus alergias alimentarias y ayudan al personal de la cocina a prepararte comidas seguras. Puedes encontrar modelos de tarjetas para el chef imprimibles en muchos idiomas diferentes en muchos sitios de Internet. Si el dueño o el responsable del restaurante parece sentirse incómodo o molesto ante tus peticiones para que te sirvan una comida segura, no comas en ese restaurante.
  • Es mejor que evites ciertos tipos de restaurantes. Por ejemplo, si padeces una alergia al cacahuete o a los frutos secos de cáscara, no comas en lugares donde se cocine utilizando muchos cacahuetes, aceite de cacahuete o frutos secos de cáscara, como la cocina asiática (restaurantes chinos, japoneses, vietnamitas, tailandeses, indios, etc.), africana, mejicana o mediterránea. Si padeces una alergia al pescado o al marisco, no comas en marisquerías, restaurantes asiáticos o lugares con planchas o mesas de vapor accesibles o abiertas al público.
  • Cuando comas en un restaurante, evita los fritos. En muchos lugares se cocinan alimentos diferentes utilizando el mismo aceite.
  • No comas en buffets libres. Pueden implicar riesgos importantes, ya que la gente puede utilizar las cucharas y otros cubiertos para servir alimentos diferentes.
  • Ten cuidado en las panaderías, las heladerías y las tiendas de golosinas. El riesgo de contaminación cruzada por compartir equipos técnicos o utensilios para servir es elevado.
  • Prepara el almuerzo, la comida y los tentempiés que te lleves a tu centro de estudios donde puedas controlar bien todo el proceso.
  • Asegúrate de que tu centro de estudios sabe que padeces una alergia alimentaria y de que dispone de tu plan de acción contra la alergia.
  • Fíjate en aquellos artículos que no son de tipo alimentario que pueden contener ingredientes ocultos, como el pienso para aves, el pienso para perros, las trampas para hormigas o ratones, los suplementos nutricionales y los cosméticos.
  • Si el médico te receta adrenalina (o epinefrina), llévala siempre encima y comprueba que tu receta está actualizada.

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Nota: Toda la informacion incluida en este material tiene propositos educacionales solamente. Si necesita servicios para diagnostico o tratamiento, tenga a bien consultar con su medico de cabecera.

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