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El síndrome del intestino irritable es un problema intestinal común que puede provocar calambres, gases, hinchazón, diarrea y estreñimiento. También recibe el nombre de "colon irritable". Ciertos alimentos pueden desencadenar los síntomas del síndrome del intestino irritable. La ansiedad, el estrés y las infecciones también pueden provocarlo.
Si bien el síndrome del intestino irritable puede ser incómodo y un motivo de vergüenza para los niños, no causa problemas de salud graves. Los médicos pueden ayudar a los niños a controlar los síntomas del síndrome del intestino irritable con cambios en la dieta y el estilo de vida. A veces, los médicos recetan medicamentos para ayudar a aliviar los síntomas.
Si bien el síndrome del intestino irritable suele ser hereditario, no se sabe cuáles son las causas específicas. Los niños con síndrome de intestino irritable tal vez sean más sensibles al dolor abdominal, las molestias y la sensación de saciedad que los niños que no tienen este síndrome. Algunos alimentos, como la leche, el chocolate, las bebidas con cafeína, los alimentos que provocan gases y los alimentos grasosos, también tienen una tendencia a desencadenar el síndrome del intestino irritable. En algunos casos, las personas nunca descubren qué es lo que provoca los síntomas del síndrome del intestino irritable.
Algunos niños con este síndrome son más sensibles al estrés y los problemas emocionales. Como los nervios del colon están ligados al cerebro, los problemas familiares, una mudanza, las evaluaciones o incluso una salida de vacaciones pueden afectar el funcionamiento del colon.
Las personas con este síndrome tienen molestias o dolor abdominal y un cambio en los hábitos del movimiento del vientre. Otros signos del síndrome del intestino irritable incluyen, distensión abdominal, eructos, flatulencia, acidez, náuseas (sentirse mal) y tener la sensación de estar llenos rápidamente.
Los síntomas del síndrome del intestino irritable duran al menos 3 meses e incluyen, como mínimo, dos de los siguientes:
No existen pruebas o estudios específicos para diagnosticar el síndrome del intestino irritable. Los médicos suelen diagnosticarlo haciendo preguntas sobre los síntomas y con un examen físico. El médico también querrá saber si alguna persona de la familia tiene síndrome del intestino irritable u otros problemas gastrointestinales.
Responder preguntas sobre cosas como los gases y la diarrea puede avergonzar a los niños. Tranquilice a su hijo explicándole que el médico trata problemas como este todos los días y que necesita la información para ayudarlo a sentirse mejor.
Tal vez el médico le sugiera que ayude a su hijo a llevar un diario de alimentación para ver si ciertos alimentos desencadenan los síntomas del síndrome de intestino irritable. Quizás, el médico también le pregunte por el estrés en el hogar y la escuela.
En la mayoría de los casos, los médicos no necesitan hacer estudios médicos para diagnosticar el síndrome del intestino irritable, pero a veces piden análisis de sangre y de materia fecal (excremento), radiografías y otras pruebas para asegurarse de que el problema no se deba a otra afección.
El síndrome del intestino irritable no tiene cura. Pero son muchas las cosas que pueden ayudar a reducir los síntomas, como las siguientes:
El síndrome del intestino irritable puede afectar la calidad de vida de su hijo. Hable con el médico sobre las maneras de controlar el síndrome del colon irritable para ayudar a su hijo a llevar una vida activa y tener un estilo de vida saludable.
Nota: Toda la informacion incluida en este material tiene propositos educacionales solamente. Si necesita servicios para diagnostico o tratamiento, tenga a bien consultar con su medico de cabecera.
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