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El suicidio es acabar con la propia vida. Con frecuencia, el suicidio se ve como una manera de dar fin a la desesperanza o frustración abrumadora, o de resolver un problema para el que no se encuentra una solución. El suicidio de una persona joven es devastador para la familia, los amigos y la comunidad. Los padres, los hermanos, los compañeros de clase, los entrenadores y los vecinos tal vez se sientan enojados o culpables, o se pregunten si podrían haber hecho algo para impedir que esa persona joven se suicidara.
Si está preocupado por su hijo adolescente o por otro niño, tome el asunto en serio y hable con ellos inmediatamente. También puede aprovechar los siguientes recursos las 24 horas del día, los 7 días a la semana:
Estas líneas gratuitas cuentan con personal entrenado para ayudar. Las llamadas son absolutamente confidenciales. Si es necesario, llame al 911 para recibir ayuda inmediata.
Saber más acerca de lo que puede llevar a un adolescente a suicidarse tal vez ayude a prevenir futuras tragedias.
Los motivos detrás del suicidio o de un intento de suicidio de un adolescente pueden ser complejos. La tasa de suicidios y de intentos de suicidio aumenta considerablemente durante la adolescencia.
Es posible que le resulte difícil recordar cómo se sentía ser adolescente, atrapado en esa zona gris entre la niñez y la adultez. Sin lugar a dudas, es un momento de grandes posibilidades, pero también puede ser un período de estrés y preocupaciones. Se siente la presión de encajar socialmente, de tener un buen rendimiento académico y de actuar de forma responsable.
La adolescencia también es un tiempo en el que emergen las relaciones y la identidad sexual y existe una necesidad de independencia que suele entrar en conflicto con las reglas y las expectativas de los demás.
Las personas jóvenes con problemas de salud mental, como ansiedad, depresión, trastorno bipolar o insomnio, tienen más riesgos de tener pensamientos suicidas. Los adolescentes que atraviesan grandes cambios en sus vidas (el divorcio de sus padres, una mudanza, la partida de uno de los padres debido al servicio militar o la separación de los padres, los cambios económicos) y quienes son víctimas del acoso escolar, el racismo o la estigmatización tienen más riesgos de tener pensamientos suicidas.
Las cosas que pueden incrementar el riesgo de suicidio entre los adolescentes incluyen las siguientes:
Los suicidios en los adolescentes suelen ocurrir después de un acontecimiento estresante, como problemas en la escuela, el fin de una relación con un novio o una novia, el fallecimiento de un ser querido, un divorcio o un grave conflicto familiar.
Los adolescentes que están pensando en el suicidio tal vez hagan lo siguiente:
Muchos adolescentes que se suicidan o intentan suicidarse advirtieron de alguna manera a sus seres queridos. Por eso, es importante que los padres sepan cuáles son las señales de advertencia para que los adolescentes que quizás tengan pensamientos suicidas puedan recibir la ayuda que necesitan.
Si bien no siempre es posible prevenir un suicidio, siempre es conveniente estar informado y tomar medidas para ayudar a un adolescente atormentado.
Algunos adultos creen que los niños o muchachos que dicen que se van a lastimar o quitar la vida "solo lo hacen para recibir atención". Es importante darse cuenta de que si se ignora a un adolescente que está buscando atención, las probabilidades de que se autolesione son mayores.
En general, los adolescentes no quieren recibir atención bajo la forma de visitas a la sala de emergencias, citas con los médicos y tratamientos en instituciones de salud mental; salvo que estén gravemente deprimidos y pensando en suicidarse o al menos deseando estar muertos. Es importante ver estas señales de advertencia como graves y no como un "pedido de atención" que se puede ignorar.
Observe atentamente a un adolescente deprimido y retraído. Comprender la depresión en los adolescentes es muy importante porque puede ser muy diferente de las creencias comunes acerca de la depresión. Por ejemplo, puede darse como problemas con los amigos, las calificaciones, el sueño o como mal humor o irritabilidad en lugar de tristeza crónica o llanto.
Intente mantener abiertos los canales de comunicación y exprese su preocupación, su apoyo y su amor. Si su hijo adolescente le confía sus problemas, demuéstrele que toma en serio sus preocupaciones. Tal vez, una pelea con un amigo a usted no le parezca tan importante, pero para un adolescente puede ser algo tremendo y agotador. No minimice ni ignore lo que le pasa a su hijo adolescente porque esto puede aumentar su sentimiento de desesperanza.
Si su hijo adolescente no se siente cómodo como para hablar con usted, sugiérale una persona más neutral, como otro pariente, un integrante del clero, un entrenador, un consejero escolar o su propio médico.
Algunos padres dudan si preguntarles a sus hijos adolescentes si han estado pensando en el suicidio o en autolesionarse. Algunos temen que hacer preguntas haga pensar a su hijo en la idea del suicidio.
Siempre es una buena idea preguntar, aunque pueda ser difícil. A veces, explicar por qué hace esas preguntas puede resultar útil. Por ejemplo, podría decir lo siguiente: "He notado que has estado hablando mucho de tu deseo de estar muerto. ¿Has estado pensando en quitarte la vida?".
Si se entera de que su hijo está pensando en el suicidio, obtenga ayuda inmediatamente. El médico puede derivarlo a un psicólogo o psiquiatra, o el departamento de psiquiatría de su hospital local puede darle una lista de los médicos de su zona. La asociación de salud mental local o la sociedad médica del condado también pueden darle referencias. En caso de emergencia, llame al 1-888-628-9454 (para español) o envíe un mensaje de texto o llame al 988.
Si su hijo adolescente está en una crisis, la sala de emergencias local puede hacer una evaluación psiquiátrica y derivarlo a los recursos adecuados. Si no está seguro de si debe llevar a su hijo a la sala de emergencias, llame al médico.
Si tiene una visita programada con un profesional de la salud, no deje de acudir a ella, aun cuando su hijo adolescente le diga que se está sintiendo mejor o que no va a ir. Es normal que los pensamientos suicidas vayan y vengan. Pero su hijo adolescente necesita ayuda a fin de desarrollar las habilidades necesarias para mantener los pensamientos y las conductas suicidas bajo control durante una crisis.
Si su hijo adolescente se niega a ir a la visita, dígaselo al profesional de la salud mental. Si usted acude a la sesión y trabaja con el médico, continuará teniendo acceso a la ayuda que su hijo necesita. El médico también puede conversar con usted sobre maneras de ayudar a que su hijo adolescente acepte ayuda.
Recuerde que los conflictos entre un padre y un hijo pueden empeorar las cosas para los adolescentes que se sienten aislados, incomprendidos, desvalorizados o con tendencias suicidas. Obtenga ayuda para los problemas familiares y resuélvalos sanamente. Informe al profesional de la salud mental si su familia tiene antecedentes de depresión, abuso de sustancias o violencia doméstica. Hable sobre cualquier otra causa de estrés en el hogar, como un ambiente continuo de criticismo.
Para los padres, la muerte de un hijo es la pérdida más dolorosa que se pueda imaginar. Para los padres que han perdido a un hijo debido a un suicidio, el dolor y la pérdida pueden ser más intensos. Estos sentimientos tal vez nunca desaparezcan por completo. Pero quienes sobreviven a un suicidio pueden tomar medidas para comenzar el proceso de sanación:
¿Qué debe hacer si alguien a quien su hijo adolescente conoce ha intentado suicidarse o se ha suicidado? En primer lugar, reconozca y valide las emociones de su hijo. Algunos adolescentes dicen sentirse culpables, en especial aquellos que sienten que podrían haber interpretado mejor las palabras y los actos de su amigo.
Otros dicen sentirse enojados con la persona que se suicidó o intentó suicidarse por haber hecho algo tan egoísta. Y otros dicen que no sienten ninguna emoción intensa o que no saben cómo expresar lo que sienten. Tranquilice a su hijo explicándole que no hay una manera correcta de sentirse y que está bien que hable del tema cuando se sienta preparado.
Cuando una persona intenta suicidarse y sobrevive, las personas pueden tener miedo o sentirse incómodas como para hablar con ella sobre el tema. Dígale a su hijo que resista este impulso; este es un momento en el que una persona necesita sentirse conectada con los demás.
Muchas escuelas abordan el suicidio de un estudiante llamando a un psicólogo especial para que hable con los estudiantes y los ayude a afrontar la situación. Si su hijo adolescente está enfrentando el suicidio de un amigo o un compañero de clase, anímelo a usar estos recursos o a hablar con usted u otro adulto en quien confíe.
Nota: Toda la informacion incluida en este material tiene propositos educacionales solamente. Si necesita servicios para diagnostico o tratamiento, tenga a bien consultar con su medico de cabecera.
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