El reflujo vesicoureteral es el movimiento de la orina en dirección opuesta a la normal; o sea desde la vejiga hacia los riñones. Habitualmente, la orina solo fluye de los riñones hacia la vejiga. En la mayoría de los niños, esta afección no es algo grave y la superan sin problemas a largo plazo.
Unos conductos delgados, llamados "uréteres", conectan los riñones con la vejiga y transportan la orina hacia ella. La vejiga almacena la orina hasta que se vacía cuando orinamos. Mientras la orina está en la vejiga, no suele fluir hacia atrás en dirección a los uréteres. Al orinar, la orina sale del cuerpo a través de la uretra, un conducto ubicado en la parte inferior de la vejiga.
En los casos de reflujo vesicoureteral, la orina fluye desde la vejiga hacia los uréteres y, a veces, hasta los riñones.
La mayoría de los niños con reflujo vesicoureteral no presentan signos ni síntomas. Con frecuencia, los médicos detectan esta afección porque los niños tienen una infección de las vías urinarias con fiebre.
Una infección en la parte baja del tracto urinario (en la vejiga) puede causar lo siguiente:
Una infección en la parte alta del tracto urinario (en los uréteres o los riñones) puede causar los mismos síntomas, además de los siguientes:
El reflujo vesicoureteral primario ocurre cuando un defecto en uno o ambos uréteres permite que la orina fluya en el sentido inverso. La mayoría de los niños con reflujo vesicoureteral tienen este problema. Los bebés que nacen con reflujo vesicoureteral primario tienen un uréter que no creció lo suficiente antes del nacimiento. Esto puede afectar el punto de entrada del uréter en la vejiga y permitir que la orina fluya de manera inversa hacia los uréteres hasta llegar a los riñones. Se cree que el reflujo vesicoureteral primario es una afección genética.
El reflujo vesicoureteral secundario ocurre cuando un bloqueo de las vías urinarias obstruye el flujo de la orina y la envía de regreso hacia los riñones. Los niños con este tipo de reflujo suelen tenerlo en ambos uréteres. Esto puede suceder porque la vejiga no se vacía correctamente, ya sea por un bloqueo, un músculo anormal en la vejiga o una lesión en los nervios que controlan la micción (orina).
A veces, los médicos descubren esta afección antes de que el bebé nazca, durante una ecografía prenatal de control. La prueba podría mostrar que el bebé tiene hidronefrosis/dilatación del tracto urinario, que es la inflamación de los riñones y/o el uréter (el conducto que drena los riñones hacia la vejiga).
Si su hijo tiene síntomas de una infección de las vías urinarias, consulte inmediatamente a un médico. El médico lo examinará, preguntará por los antecedentes médicos familiares y, probablemente, ordene algunas pruebas. Entre ellas, se incluyen las siguientes:
Si su hijo tiene reflujo vesicoureteral, el médico lo clasificará según su grado: 1 a 5. El reflujo grado 1 es el más leve y la orina solo retrocede hasta los uréteres. El reflujo grado 5 es el más grave.
Muchos niños con reflujo vesicoureteral lo superan con el tiempo. A medida que el niño crece, los uréteres se alargan y se enderezan y, con el tiempo, se desarrollan correctamente.
Los médicos utilizan antibióticos para tratar el reflujo vesicoureteral que se presenta con una infección urinaria. Esto impide que la infección llegue a los riñones. Los niños que toman antibióticos deben hacerlo durante la cantidad de días indicada, aun cuando comiencen a sentirse mejor. Algunos niños tomarán antibióticos todos los días para prevenir las infecciones del tracto urinario.
Es posible que el médico hable con usted de una cirugía que puede ayudar a los niños con reflujo vesicoureteral primario. El tipo más común de cirugía es la reimplantación ureteral. En este procedimiento, el cirujano extiende uno o ambos uréteres hacia más adentro de la vejiga. Esto detiene el reflujo de la orina desde la vejiga hacia los uréteres y los riñones. Los niños que se someten a esta cirugía suelen pasar de 1 a 2 días en el hospital mientras se recuperan. Esta cirugía se realiza a través de una abertura a la altura de la ropa interior o de forma robótica a través de pequeñas incisiones en el abdomen.
Otra cirugía, la inyección endoscópica, requiere la inyección de un gel especial en la vejiga a través de un tubo delgado. El cirujano coloca el gel en la abertura del uréter. Esto impide que la orina regrese hacia el uréter y ayuda al uréter a cerrarse correctamente. La mayoría de los niños que se someten a este procedimiento pueden abandonar el hospital el mismo día.
Los niños con reflujo vesicoureteral secundario tal vez reciban antibióticos para combatir las infecciones y tratamiento para el problema inicial que causó el reflujo vesicoureteral.
El reflujo vesicoureteral sin tratamiento puede derivar en problemas a largo plazo. La orina acumulada que llega a los riñones puede provocar cicatrices en ellos. Esto causa lo siguiente:
Llame siempre al médico de su hijo si tiene síntomas de una infección de las vías urinarias, en especial si es con fiebre. El tratamiento rápido del reflujo vesicoureteral puede prevenir problemas a largo plazo y el daño renal.
Nota: Toda la informacion incluida en este material tiene propositos educacionales solamente. Si necesita servicios para diagnostico o tratamiento, tenga a bien consultar con su medico de cabecera.
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