LA ADENOIDECTOMÍA
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¿Qué son las adenoides?
Las “adenoides” son una sola masa de tejido ubicada en la parte posterior de la nariz en el área donde se junta con la garganta. Aunque la mayoría de las personas se refiere a este tejido con este nombre plural, en realidad, solo tenemos una.
Las adenoides son parte de nuestro sistema inmunitario. Nuestro sistema inmunitario nos ayuda a combatir los microbios que causan las enfermedades. Sin embargo, las adenoides son solo una parte muy pequeña de nuestro sistema inmunitario, por lo que, por término medio, los niños a los que se les extraen las adenoides (e incluso las amígdalas) no suelen tener más enfermedades que los niños a los que no se les extraen. De hecho, algunos niños tienen menos enfermedades, como infecciones nasales recurrentes, después de extraérselas.
¿Por qué necesita mi hijo que se le extraigan las adenoides?
Hay varias razones por las que el médico le puede recomendar la extracción de las adenoides a su hijo, entre ellas:
- Para ayudarle a respirar y dormir mejor si las adenoides están agrandadas. Si están demasiado grandes, pueden bloquear parcialmente la respiración del niño, y esto puede hacer que ronque, que esté muy inquieto mientras duerme y que tenga problemas con el sueño en general.
- Para ayudarle con las infecciones de oído frecuentes o prevenir la acumulación crónica de líquido en el oído medio. Las adenoides están ubicadas junto a la apertura de la trompa de Eustaquio en la parte posterior del conducto nasal y, si están agrandadas o se infectan constantemente, pueden causar que la trompa de Eustaquio se inflame o se obstruya. Cuando se extraen las adenoides, hay menos probabilidad de que ocurran infecciones de oído y de que se acumule líquido.
- Para tratar las infecciones recurrentes del tejido adenoide. Algunos niños tienen infecciones nasales recurrentes con moco espeso y de color verdoso o amarillento. A veces, la mucosidad mejora con el uso de antibióticos, pero otras veces la mucosidad regresa cuando se dejan de tomar los antibióticos. Esto indica que hay una infección de adenoides crónica. Extraer las adenoides ayuda con este problema, pero no previene los resfriados comunes ni otras enfermedades que causan secreción nasal.
¿Cómo se extraen las adenoides?
- Para extraer las adenoides se requiere cirugía. Esta cirugía se conoce como adenoidectomía. Los cirujanos otorrinolaringólogos (especializados en los oídos, la nariz y la garganta) son los cirujanos que realizan la operación en el quirófano con anestesia general. La cirugía en sí toma entre 20 a 30 minutos.
- Aunque las adenoides se ubican en la parte posterior del conducto nasal, se extraen por la boca y no queda ninguna cicatriz visible después de la cirugía.
- El cirujano extrae la mayor parte del tejido adenoide, pero no es posible sacarlo todo. Por lo tanto, puede que vuelva a crecer y causar síntomas. Sin embargo, no pasa con frecuencia que un niño necesite que se le extraigan las adenoides una segunda vez.
¿Qué cabe esperar después de la cirugía?
- A los niños normalmente se les da el alta el mismo día, pero en algunos casos el cirujano puede pedir que su hijo pase la noche en el hospital.
- Una vez que su hijo esté en condiciones para darle el alta, se le darán las siguientes recomendaciones:
- Use acetaminofén (Tylenol®) o ibuprofeno (Children’s Motrin ®) si lo necesita para controlar el dolor.
- Vuelva a darle las comidas que toma habitualmente según las vaya tolerando.
- Anime a su hijo a beber muchos líquidos. Esto le ayudará a humedecer la garganta y, por consiguiente, a estar menos incómodo, y a prevenir la deshidratación.
- Su hijo puede volver a sus actividades de rutina después de la cirugía.
- Su hijo puede volver a la escuela o a la guardería ya que se sienta bien y no requiera medicamento para el dolor con regularidad. Por lo general, los niños vuelven a clases o a la guardería entre uno y tres días después.
- Los síntomas más comunes después de la cirugía son:
- Malestar estomacal y posibles vómitos durante las primeras 24 horas después de la cirugía.
- Aumento de la congestión nasal, ronquidos, goteo nasal, mal aliento y dolor de cuello debido a la hinchazón. Estos síntomas desaparecen durante las primeras tres semanas después de la cirugía.
- Tener fiebre de hasta 102°F (38.8°C) después de la cirugía se considera normal. Llame al médico si le sube la temperatura a más de 102 °F y no le baja con acetaminofén (Tylenol®) y/o ibuprofeno.
- La voz de su hijo puede sonar diferente, pero normalmente mejora en un plazo de seis a ocho semanas.
- Dolor en el oído, que en realidad proviene del tejido adenoide y no del oído.
- Hilillos o puntitos de sangre en la saliva o en el moco de la nariz durante las primeras horas después de la cirugía. No se alarme; es normal.
- Es muy poco frecuente que haya un sangrado grave después de la adenoidectomía. Si su hijo tose sangre, vomita sangre o escupe sangre de color rojo brillante o coágulos de sangre, llévelo a la sala de emergencias de Children’s inmediatamente.
- Llame al otorrinolaringólogo si piensa que su hijo está deshidratado (si tiene los ojos hundidos, los labios secos y peguntosos, si no ha orinado en las últimas ocho horas o si no saca lágrimas).
¿Tiene más preguntas?
Esta información no es específica para su hijo; solo se proporciona como un servicio para nuestros pacientes. La información tiene únicamente fines educativos e informativos y NO debe utilizarse en sustitución del consejo del médico de su hijo. Si tiene alguna pregunta, llame a la Clínica de Otorrinolaringología y de Cirugía Plástica Facial al 612-874-1292.
Revisado el 10/2022
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