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Los colesteatomas son quistes situados detrás del tímpano en la parte media del oído, donde la cadena de huesecillos transmite las ondas sonoras procedentes del tímpano al oído interno.
Cuando crecen, estos quistes pueden dañar los huesos del oído medio. Esto puede acarrear pérdidas auditivas si no se trata.
Los niños con un colesteatoma suelen supurar líquido por el oído. Otros signos del colesteatoma son los siguientes:
Cuando el colesteatoma crece, es posible que los niños también tengan:
Si no se tratan, los colesteatomas se pueden seguir extendiendo y dañar los huesos circundantes. En raras ocasiones, pueden causar infecciones cerebrales graves.
La mayoría de los colesteatomas afectan a niños que han tenido varias infecciones de oído. Haber contraído muchas de estas infecciones puede hacer que el tímpano se retraiga más hacia el oído medio y forme una bolsa. Células de piel muerta pueden quedar atrapadas dentro de la bolsa. La bolsa puede aumentar de tamaño e infectarse.
A veces, los niños nacen con un colesteatoma. Los colesteatomas congénitos (presentes al nacer) pueden crecer durante años sin dar síntomas.
Las personas con paladar hendido, anomalías craneofaciales y problemas de origen genético (como el síndrome de Down) son más proclives a desarrollar colesteatomas.
Diagnosticar estos quistes en sus etapas iniciales puede prevenir muchas de sus posibles complicaciones.
Los médicos sospechan la presencia de un colesteatoma cuando observan:
El médico remitirá a un niño con un colesteatoma a un cirujano especializado en otorrinolaringología (garganta, nariz y oído). Este tipo de cirujanos trabajan con especialistas en audición (audiólogos) para saber lo bien que funciona el oído. Estos especialistas realizarán pruebas de audición (audiometrías).
Por lo general, el cirujano especializado en otorrinolaringología solicitará una tomografía computada (o TC), que permite ver la cadena de huesecillos del oído medio con gran claridad. Los resultados de esta prueba pueden ayudar al cirujano a:
Los colesteatomas se extraen mediante operaciones que requieren anestesia general. Eliminarlos por completo puede ser difícil. Es posible que el cirujano tenga que extraer la cadena de huesecillos del oído medio. A veces, hace falta más de una operación.
Los niños que tienen dañada la cadena de huesecillos del oído medio (también conocidos como osículos) pueden necesitar más operaciones para mejorar la audición. Es posible que el cirujano sustituya los osículos dañados o extraídos por cartílago o piezas artificiales.
El colesteatoma puede destruir el hueso que hay encima del nervio facial, que pasa cerca de la cadena de huesecillos del oído medio. Por ese motivo, se utiliza un monitor especial durante la operación. Es muy poco frecuente que el nervio facial sufra daños permanentes debidos a la operación.
Los colesteatomas congénitos de tamaño reducido se pueden extraer por completo y no se suelen reproducir. Los colesteatomas de mayor tamaño y los que ocurren después de las infecciones de oído tienen más probabilidades de reproducirse meses o años después de la operación.
Después de operarse, los niños necesitarán someterse a exploraciones de oído y a pruebas de audición con frecuencia durante años para asegurarse de que el colesteatoma no reaparece.
Nota: Toda la informacion incluida en este material tiene propositos educacionales solamente. Si necesita servicios para diagnostico o tratamiento, tenga a bien consultar con su medico de cabecera.
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