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Las piernas en X (o genu valgum) ocurren cuando un niño se pone de pie y sus rodillas se tocan pero se le separan los tobillos. Las piernas en X suelen ocurrir como una parte normal del crecimiento y el desarrollo. Por eso, los niños, desde la primera infancia hasta los cursos iniciales de enseñanza primaria suelen tener las piernas en X. Es muy raro que esta afección sea grave y suele remitir por sí sola cuando el niño tiene 7 u 8 años de edad.
Los padres se suelen fijar en el aspecto de las piernas de sus hijos o en que se les juntan las rodillas. Les puede preocupar que su hijo tropiece o se caiga. A los niños les puede molestar que se les junten las rodillas al andar, pero las piernas en X no suelen causar ningún tipo de dolor.
El crecimiento y el desarrollo óseo normales entre los 2 y los 4 años de edad puede hacer que las rodillas giren hacia dentro.
Raramente, unas piernas en X que empiezan o que empeoran después de cumplir los 4 años de edad se pueden deber a un problema de salud. Por ejemplo:
Las rodillas de la mayoría de los niños pequeños se orientan hacia adentro por lo menos un poco. Se trata de una parte normal del proceso de desarrollo entre los 2 y los 4 años de edad, que suele mejorar alrededor de los 7–8 años. Algunos niños pueden tener las piernas en X por un problema de salud. En estos casos, los signos aparecen más tarde, generalmente después de cumplir los 6 años, y tienden a empeorar, en vez de a mejorar.
Los profesionales de la salud explorarán al niño y preguntarán por su salud (antecedentes médicos). Lo más probable es que los médicos no pidan ninguna prueba si el niño tiene entre 2 y 4 años de edad, se encuentra bien y ambas rodillas están orientadas hacia dentro en la misma medida. Los médicos se limitarán a observar al niño para asegurarse de que las piernas en X van mejorando a medida que va creciendo.
Algunos niños pueden tener que visitar a un traumatólogo (médico especializado en los huesos) si:
Al niño se le puede hacer una radiografía para detectar posibles fracturas ya curadas o signos de raquitismo. Si se sospecha un raquitismo, los análisis de sangre pueden ayudar a hacer el diagnóstico.
La mayoría de los niños con las piernas en X debidas al crecimiento y desarrollo óseo normales no necesitan tratamiento. Se suelen corregir por sí solas cuando el niño crece.
Las piernas en X graves o las piernas en X que están mucho más marcadas en un lado que en el otro a veces se tienen que tratar. Antes, los niños con piernas en X podían llevar aparatos ortopédicos y plantillas en los pies. Pero se comprobó que estos dos tratamientos no ayudaban, por lo que se dejaron de usar.
En casos excepcionales, en que un niño presenta síntomas como dolor o problemas para correr, los médicos pueden sugerir operarlo a partir de los 10 años de edad.
Para tratar unas piernas en X causadas por el raquitismo, los médicos suelen recomendar añadir vitamina D y calcio a la dieta del niño. Algunos niños con raquitismo pueden tener que visitar a un especialista. El raquitismo debido a afecciones de origen genético puede requerir un tratamiento más especializado por parte de un endocrinólogo (un médico que trata enfermedades del sistema endocrino).
Los niños con piernas en X de grado leve debidas a un desarrollo normal no necesitan limitar sus actividades. Pueden correr, andar y estar tan activos como otros niños. Si a su hijo le preocupa el hecho de tener las piernas en X, asegúrele que lo más probable es que, con el tiempo, se le caben corrigiendo por sí solas.
Nota: Toda la informacion incluida en este material tiene propositos educacionales solamente. Si necesita servicios para diagnostico o tratamiento, tenga a bien consultar con su medico de cabecera.
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