Vomitar es expulsar con fuerza el contenido del estómago. La mayoría de los niños vomitan de vez en cuando, pero los vómitos no suelen durar y suelen mejorar por sí solos.
Hay muchas cosas que pueden hacer que un niño vomite. La mayoría de las veces, los vómitos en los niños están causados por una gastroenteritis, que es una infección del estómago y/o de los intestinos. La gastroenteritis, que a menudo es llamada "gripe estomacal" o "gripe intestinal", suele estar causada por un virus. Oros gérmenes, como las bacterias y los parásitos, también pueden causar gastroenteritis. Aparte de los vómitos, la gastroenteritis también puede causar náuseas, dolor abdominal y diarrea. Los vómitos provocados por la gastroenteritis suelen durar menos de 24 horas y los demás síntomas suelen mejorar al cabo de pocos días.
La gente puede vomitar por tener:
Raramente, los vómitos pueden ser un signo de un problema de salud grave, como los siguientes:
Los niños suelen tener náuseas y dolor obdominal antes de vomitar. Otros síntomas pueden incluir:
Los vómitos frecuentes pueden llevar a la deshidratación (tener una cantidad insuficiente de agua en el cuerpo). Entre los signos de la deshidratación, se incluyen orinar con menos frecuencia que de costumbre, ausencia o escasez de lágrimas al llorar, boca seca o pegajosa, labios agrietados, mareo o sensación de desvanecimiento, somnolencia o reducción del nivel de alerta.
Los médicos suelen saber si los vómitos forman parte de una gripe intestinal o estomacal solo a partir de los síntomas. Por lo general, no es necesario hacer pruebas. Si un niño está vomitando mucho y a menudo o se encuentra muy mal, su médico le puede pedir un análisis de orina, un análisis de sangre, u otras pruebas para saber si está deshidratado y cuál es la causa de los vómitos.
El tratamiento de los vómitos depende de su causa. Los vómitos provocados por una gastroenteritis suelen desaparecer por sí solos en menos de 24 horas.
Si su hijo ha estado vomitando, ayude a prevenir la deshidratación dándole una solución de rehidratación oral (como Pedialyte, Enfalyte, o la marca genérica). Este tipo de soluciones contiene la cantidad adecuada de agua, azúcar y sales para ayudar a combatir la deshidratación. Puede comprarlas sin una receta médica en farmacias o supermercados. Si no logra encontrar una solución de rehidratación oral, hable con el médico de su hijo.
Si su hijo tiene una deshidratación leve y su médico le indica que empiece a rehidratarlo en casa:
Los niños que sigan vomitando o que tengan una deshidratación grave se deberán tratar en el servicio de urgencias de un hospital o de otro tipo de centro médico.
Llame al médico si su hijo:
Nota: Toda la informacion incluida en este material tiene propositos educacionales solamente. Si necesita servicios para diagnostico o tratamiento, tenga a bien consultar con su medico de cabecera.
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