Uno de los aspectos más traicioneros del asma es que los niños que la tienen pueden experimentar una progresiva inflamación de las vías respiratorias a consecuencia de la exposición a los desencadenantes cotidianos. Esto puede ocurrir sin que el niño experimente dificultades respiratorias. La inflamación de las vías respiratorias va aumentando con el paso del tiempo, propiciando la aparición de una crisis asmática inesperada. Por lo tanto, su hijo puede encontrarse bien a pesar de que sus vías respiratorias se estén inflamando y empezando a obstruir.
El mero hecho de escuchar la respiración de su hijo no basta para detectar si tiene las vías respiratorias inflamadas o parcialmente obstruidas. Pero usted puede adquirir un aparato portátil y barato, denominado medidor de flujo espiratorio máximo, que mide lo bien que están funcionando los pulmones de un niño. El hecho de disponer de esta información puede ayudarle a usted y a su hijo a controlar mejor el asma y a evitar crisis importantes.
Un medidor de flujo espiratorio máximo mide el flujo de aire expelido por los pulmones. Para ello, el niño tiene que soplar dentro del aparato como si estuviera inflando un globo. Un indicador asciende por una escala graduada mientras va entrando el aire y sus cifras indican cuánta cantidad es capaz de espirar. El flujo máximo es la cifra de la escala donde se detiene el indicador.
Un medidor de flujo máximo puede indicarle a usted y al pediatra de su hijo:
Si el flujo espiratorio máximo de su hijo es más bajo de lo habitual, usted sabrá que las vías respiratorias del niño están inflamadas y parcialmente obstruidas, lo que impide que insufle suficiente aire dentro del medidor. Esto significa que los pulmones de su hijo no están funcionando todo lo bien que deberían y que se podría estar avecinando una crisis. Su hijo podría tener una crisis asmática dentro de 2 o 3 días, pero el hecho de saberlo con antelación le permitirá adoptar medidas preventivas, como, por ejemplo, medicarlo.
Utilizar un medidor de flujo espiratorio máximo es fácil:
Pero el valor más alto no lo es todo. Deberá compararlo con el valor óptimo personal de su hijo - la mejor lectura que jamás haya obtenido. El pediatra del niño puede ayudarle a establecer el valor óptimo personal de su hijo al principio del tratamiento. Una vez obtenido ese valor, es posible que su hijo tenga que hacerse lecturas regulares, de acuerdo con el plan de tratamiento del asma personalizado que habrá elaborado su pediatra, para compararlas con su valor óptimo personal.
El pediatra de su hijo le ayudará a establecer tres zonas en la escala del medidor de flujo basándose en el valor óptimo personal del niño. Si su hijo posee un plan de tratamiento del asma, este contendrá instrucciones sobre qué hacer cuando las lecturas del medidor caigan en cada una de las zonas.
Los medidores de flujo máximo apenas necesitan cuidados, pero se tienen que lavar regularmente con agua caliente y un jabón suave. Los hay en dos tallas -una para niños pequeños y otra para niños mayores, adolescentes y adultos. Los niños de solo 3 años también pueden utilizar un medidor, pero las lecturas son más fiables a partir de los 5 o 6 años.
El medidor de flujo espiratorio máximo solamente será útil si usted y su hijo lo utilizan correctamente, llevan un registro de las lecturas e informan al pediatra del niño al respecto. Si anima a su hijo a que se conciencie y se responsabilice de su tratamiento, le enseñará a controlar eficazmente su asma, un hábito que debería mantener durante la etapa adulta.
Revisado por: Elana Pearl Ben-Joseph, MD
Fecha de la revisión: agosto de 2011
Nota: Toda la informacion incluida en este material tiene propositos educacionales solamente. Si necesita servicios para diagnostico o tratamiento, tenga a bien consultar con su medico de cabecera.
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