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La dislexia es un tipo de trastorno del aprendizaje. Un niño con un trastorno del aprendizaje tiene problemas para procesar las palabras y/o los números. Hay varios tipos de trastornos del aprendizaje, la dislexia es el término que se usa cuando una persona tiene dificultades para aprender a leer, a pesar de ser inteligente y de querer aprender.
La dislexia no es una enfermedad. Se trata de una afección con la que se nace y que se suele dar por familias. La gente con dislexia no es tonta ni holgazana. La mayoría de los disléxicos tiene una inteligencia normal o por encima de lo normal, y se esfuerza mucho en superar sus problemas de aprendizaje.
Las investigaciones indican que la dislexia ocurre por la forma en que el cerebro procesa la información. Las imágenes cerebrales muestran que, cuando la gente con dislexia lee, usa partes del cerebro distintas a las que usa la gente sin dislexia. Estas imágenes también indican que el cerebro de la gente con dislexia no funciona eficazmente mientras lee. Por eso, su lectura parece tan lenta y costosa.
La mayoría de los niños inician el aprendizaje de la lectura al percibir que las palabras están formadas por los sonidos del habla (lo que recibe el nombre de "conciencia fonológica") y, luego, al conectar esos sonidos con las letras del abecedario (correspondencia entre fonemas y grafemas). Luego, aprenden a combinar esos sonidos (y letras) para formar palabras y, a la larga, acaban reconociendo de forma automática las palabras que han visto muchas veces.
Leer es un poco como montar en bicicleta: requiere hacer muchas cosas a la vez y de forma coordinada, es decir, cada cosa en su momento preciso. Con la práctica, los lectores típicos aprenden progresivamente a leer las palabras de forma automática, de modo que pueden centrar su energía mental en entender y recordar lo que acaban de leer.
Los niños con dislexia, sin embargo, presentan problemas tanto de conciencia fonológica como para establecer correspondencias entre grafemas y fonemas. Por este motivo, la lectura no se acaba convirtiendo en un proceso automático sino que sigue siendo una tarea lenta y que requiere un gran esfuerzo. Cuando el niño encuentra dificultades en los primeros pasos del aprendizaje de la lectura, está destinado a tener problemas de comprensión y lo más probable es que a esto le siga la frustración.
Una suposición habitual consiste en creer que la dislexia implica invertir el orden de las letras dentro de las palabras, por ejemplo, leer "eva" en vez de "ave". Este tipo de problema puede formar parte de la dislexia, pero las inversiones son muy habituales hasta el primer o segundo curso de primaria en todos los niños, no solo en los que tienen dislexia. Los principales problemas de los niños con dislexia son los que afectan a la conciencia fonológica, la correspondencia fonema-grafema y el reconocimiento rápido de las palabras.
¿Cuáles son los signos de la dislexia?
En los niños de preescolar y de la escuela primaria, algunos de los signos de la dislexia incluyen las dificultades en las siguientes tareas:
Los niños mayores, los adolescentes y los adultos es posible que presenten los anteriores signos de dislexia y es probable que también presenten los siguientes:
La dislexia se suele diagnosticar durante la enseñanza primaria. En algunos casos, no es evidente hasta que el niño es mayor y se espera de él que lea y entienda materiales escritos más extensos y complejos. Que un adolescente inteligente siga teniendo problemas con este tipo de materiales de lectura, así como problemas de ortografía y en el aprendizaje de un idioma extranjero pueden ser signos de que tiene una dislexia.
La dislexia solo se puede diagnosticar mediante una evaluación exhaustiva e integral hecha por un especialista en lectura o psicólogo, sea en el ámbito escolar o en otros ámbitos. Los pediatras suelen conocer los signos de la dislexia y pueden orientar a las familias para que reciban la ayuda adecuada.
El retraso en la identificación de la dislexia puede crear problemas de mayor importancia en la lectura, así como una bajada en la autoestima. Por eso, es tan importante reconocer los síntomas de la dislexia cuanto antes en la enseñanza primaria e iniciar una instrucción especializada en la lectura de inmediato.
Afortunadamente, con la ayuda y el apoyo adecuados, la mayoría de niños con dislexia aprenden a leer y a desarrollar estrategias que les permitan seguir el ritmo de las clases ordinarias.
Los niños con dislexia suelen trabajan con un profesor de apoyo, tutor o educador psicopedagógico especializado en la lectura que les enseña a leer y escribir, así como a gestionar sus dificultades de aprendizaje. Es posible que el tutor, el psicólogo, o el pediatra de su hijo les recomiende un educador psicopedagógico (también conocido como terapeuta educacional), un terapeuta del lenguaje o un logopeda, profesionales formados específicamente para trabajar con niños disléxicos.
En EE.UU., las leyes federales otorgan a los niños con problemas de lectura y otros tipos de problemas de aprendizaje relacionados con el lenguaje, conocidos conjuntamente como "trastornos específicos del aprendizaje" el derecho a recibir una ayuda especial en las escuelas públicas, como una instrucción especializada, tiempo adicional para hacer exámenes y/o deberes, o ayuda para tomar apuntes. Los estados varían en la forma de aplicar estas leyes. Los padres de niños diagnosticados de dislexia deberían hablar sobre estas leyes y sobre las adaptaciones al medio escolar con el personal del centro de estudios de sus hijos.
Los niños con dislexia pueden sentir que no son tan listos como sus compañeros porque les resulta difícil seguir el ritmo. A medida que van avanzando en la enseñanza primaria, los problemas pueden empeorar, porque la lectura desempeña un papel cada vez más importante en el aprendizaje.
Los niños con dificultades lectoras suelen evitar la lectura porque es una tarea que les supone un gran esfuerzo y que les resulta muy estresante. Por eso, desaprovechan las valiosas oportunidades para practicar la lectura y se van quedando cada vez más atrás en comparación con sus compañeros de clase.
Es importante que usted apoye los esfuerzos de su hijo fomentando la lectura y ayudándolo a leer cuando estén en casa. Así mismo, trate de dar a su hijo oportunidades para que desarrolle la confianza en sí mismo y tenga éxito en otras áreas, como los deportes, sus aficiones, las actividades artísticas y/o el teatro. Hay artistas, atletas, científicos, emprendedores, médicos, abogados y estadistas que han logrado grandes cosas a pesar de sus problemas con la lectura.
Si usted sospecha que su hijo podría tener dislexia, hable con su médico, su tutor o un especialista en lectura. Cuanto antes se aborden los problemas de lectura de su hijo, antes podrá recibir la ayuda que necesita.
Nota: Toda la informacion incluida en este material tiene propositos educacionales solamente. Si necesita servicios para diagnostico o tratamiento, tenga a bien consultar con su medico de cabecera.
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