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La resonancia magnética (MRI) del cerebro es un estudio seguro e indoloro en el cual se utiliza un campo magnético y ondas de radio para obtener imágenes detalladas del cerebro y el tronco encefálico. En la resonancia magnética no se utiliza radiación y ésta es una de las diferencias que tiene con la tomografía computada (también denominada "tomografía axial computada").
El equipo de resonancia magnética contiene un gran imán con forma de anillo y suele tener un túnel en el centro. Los pacientes se ubican en una camilla que se desliza hacia el interior del túnel. En algunos centros, las máquinas de resonancia son abiertas, es decir que tienen aberturas más grandes y son muy útiles para los pacientes que sufren de claustrofobia. Las máquinas de resonancia magnética se encuentran en hospitales y centros radiológicos.
Durante el examen, las ondas de radio manipulan la posición magnética de los átomos del organismo, lo cual es detectado por una gran antena y es enviado a una computadora. La computadora realiza millones de cálculos que crean imágenes claras y en blanco y negro de cortes transversales del organismo. Estas imágenes se pueden convertir en fotos tridimensionales (3D) de la zona analizada. Esto ayuda a detectar problemas del cerebro y el tronco encefálico cuando el equipo se centra en esas áreas.
La resonancia magnética permite detectar una variedad de afecciones, como quistes, tumores, hemorragias, hinchazón, anomalías estructurales y de desarrollo, infecciones, inflamaciones o problemas con los vasos sanguíneos. Permiten detectar si un bypass está funcionando y detectar los daños cerebrales debidos a una lesión o un accidente cerebrovascular.
La resonancia magnética del cerebro pueden resultar de gran utilidad para evaluar problemas como dolores de cabeza constantes, mareos, debilidad y visión borrosa o convulsiones. Además, pueden ayudar a detectar algunas enfermedades crónicas del sistema nervioso, como la esclerosis múltiple.
En algunos casos, la resonancia proporciona imágenes claras de partes del cerebro que no se pueden ver con tanta claridad con las radiografías, las tomografías computadas o las ecografías. Esto hace que sean una herramienta sumamente valiosa para diagnosticar problemas de la glándula pituitaria y del tronco encefálico.
En muchos casos, no es necesaria ninguna preparación especial para realizar una resonancia magnética del cerebro. Sin embargo, el técnico hará que su hijo se quite todos los objetos metálicos (como anteojos o alhajas) porque el metal puede producir manchas brillantes o blancas en la película (pero las emplomaduras y los aparatos dentales no interfieren con el estudio). También le harán preguntas para asegurarse de que su hijo no tenga clips metálicos internos de cirugías previas ni ningún otro elemento que pueda causar problemas cerca de un campo magnético fuerte. Tampoco se permite introducir dispositivos electrónicos en la sala de resonancia.
Para que los resultados sean de la mayor calidad posible, su hijo debe quedarse quieto durante el examen. Por eso es que tal vez deban sedarlo, en especial si es un bebé o un niño pequeño, que seguramente tendrá dificultad para quedarse quieto para el estudio. Si es necesario sedar a su hijo, le pedirán que haga ayuno (de alimentos y líquidos) determinada cantidad de tiempo antes de la resonancia para que tenga el estómago vacío. Es importante notificar a los técnicos acerca de cualquier enfermedad, alergia, reacciones previas a fármacos o de un embarazo.
Los medicamentos sedantes suelen administrarse por medio de una vía intravenosa (un pequeño tubo que se introduce en una vena) y ayudan al niño a dormir durante todo el examen. Los sedantes también son útiles para los niños claustrofóbicos. Para aliviar la ansiedad antes y durante el examen, algunos pacientes toman sedantes de administración oral en el camino hacia el hospital o el centro radiológico.
Puede quedarse en la sala de resonancia con su hijo hasta que comience el estudio y, en algunos centros, también podrá quedarse durante todo el procedimiento. De lo contrario, se irá con el técnico a una sala contigua o le pedirán que permanezca en una sala de espera. Si se encuentra cerca, podrá ver a su hijo a través de una ventana grande y hablar con él por un intercomunicador durante los recesos. Esto tranquilizará a su hijo si está despierto en el equipo de resonancia.
Las resonancias magnéticas del cerebro suelen durar entre 30 y 45 minutos. Su hijo debe recostarse en una camilla móvil mientras el técnico lo coloca en la posición correcta. Es posible que le coloquen a su hijo un dispositivo plástico especial alrededor de la cabeza. La camilla se deslizará hacia el interior del túnel y el técnico tomará las imágenes de la cabeza. Cada registro lleva unos cuantos minutos.
Para detectar problemas específicos, es posible que su hijo reciba una solución de contraste por vía intravenosa. Esta solución, que no provoca dolor al entrar en las venas, permite resaltar algunas zonas del cerebro, como los vasos sanguíneos, para que los médicos vean más detalles en áreas específicas. La solución de contraste que se utiliza en las resonancias magnéticas es segura y las reacciones alérgicas son muy inusuales. Antes de administrar la solución de contraste, el técnico le preguntará si su hijo es alérgico a algún medicamento o alimento.
A medida que se realiza el examen, su hijo escuchará sonidos repetitivos provenientes de la máquina. Esto es absolutamente normal. Es probable que a su hijo le entreguen auriculares para escuchar música o tapones para los oídos a fin de bloquear el sonido. Además, tendrá a su disposición un botón para llamar si se siente incómodo durante el estudio. Si está sedado, su hijo será monitoreado en todo momento y estará conectado a una máquina que verifica los latidos del corazón, la respiración y el nivel de oxígeno.
Una vez finalizado el estudio, el técnico ayudará a su hijo a bajarse de la camilla. Si se utilizó un sedante, su hijo puede ser trasladado al área de recuperación.
Las resonancias magnéticas son indoloras. Tal vez su hijo deba quedarse quieto en la camilla entre 30 y 45 minutos para el procedimiento, pero se realizan breves recesos entre cada registro de imágenes. Si su hijo tiene frío mientras está acostado en la camilla, se le podrá dar una manta.
A menos que se haya utilizado un sedante o que los técnicos indiquen lo contrario, su hijo puede regresar inmediatamente a su dieta y rutina normales. La mayoría de los sedantes desaparecen en 1 ó 2 horas y el material de contraste que se utiliza es expulsado del organismo en aproximadamente 24 horas.
Las imágenes de resonancia magnética serán analizadas por un radiólogo especialmente capacitado para interpretar los registros. El radiólogo enviará un informe al médico, quien hablará con usted acerca de los resultados y le explicará qué significan. En la mayoría de los casos, los resultados no se pueden entregar directamente al paciente o a la familia en el momento del examen. Si la resonancia magnética se realizó por una emergencia, el resultado puede estar rápidamente.
Las resonancias magnéticas son seguras y relativamente sencillas. El campo magnético o las ondas de radio no revisten riesgos para la salud, ya que las ondas de radio de baja energía no utilizan radiación. El procedimiento se puede repetir sin efectos colaterales.
Si su hijo debe ser sedado, existe una pequeña probabilidad de que respire más lentamente debido a los medicamentos. Si hay algún problema con los sedantes, el personal encargado de realizar la resonancia le brindará tratamiento inmediatamente. Las reacciones alérgicas a la solución de contraste son muy inusuales, pero los técnicos y el resto del personal están preparados para manejar estos casos.
Puede ayudar a su hijo a prepararse para la resonancia magnética explicándole en qué consiste el examen en palabras sencillas antes del estudio. Asegúrese de explicarle que le tomarán imágenes de la cabeza y que es probable que el equipo emita un zumbido o golpeteos.
También puede ser útil recordarle a su hijo que usted estará cerca durante todo el estudio.
Si es necesario inyectar un líquido de contraste o un sedante, puede decirle a su hijo que el pinchazo de la aguja será muy breve y que el examen es indoloro.
Si su hijo estará despierto durante el estudio, asegúrese de explicarle que es muy importante que permanezca quieto. El médico tal vez le sugiera que usted y su hijo recorran la sala de resonancia antes de realizar el examen.
Si tiene preguntas acerca del procedimiento de resonancia magnética, hable con su médico. También puede hablar con el técnico encargado de realizar la resonancia antes del estudio.
Nota: Toda la informacion incluida en este material tiene propositos educacionales solamente. Si necesita servicios para diagnostico o tratamiento, tenga a bien consultar con su medico de cabecera.
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