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La radiografía de escoliosis es un estudio seguro e indoloro en el que se utiliza una pequeña cantidad de radiación para obtener imágenes de la columna vertebral de un paciente. Durante el estudio, un equipo de rayos X envía un haz de radiación a través de la espalda y la imagen se registra en una computadora o en una película especial. Las radiografías de escoliosis incluyen la columna dorsal (parte superior de la espalda) y la columna lumbar (parte inferior de la espalda).
Las imágenes de rayos X son en blanco y negro. Las partes densas del organismo, que bloquean el paso del haz de rayos X a través del cuerpo, como los huesos, se ven de color blanco en la imagen. Los tejidos más blandos, como los músculos, permiten que el haz de rayos X los atraviese y se ven de un color más oscuro.
Las radiografías son realizadas por técnicos radiólogos del departamento de radiología de un hospital, de un centro radiológico independiente o de un consultorio médico. Por lo general, se toman dos radiografías de la columna: una desde la espalda y otra desde el costado.
Los niños que padecen escoliosis tienen la columna curvada de lado a lado, en forma de "S" o de "C". Si bien una pequeña desviación no suele provocar problemas, las desviaciones más pronunciadas pueden ser visibles y provocar molestias. Si la columna está curvada, es posible que el cuerpo se incline hacia la derecha o la izquierda. Tal vez, un hombro esté más alto que el otro o la cintura no esté a la misma altura y exista una tendencia a inclinarse hacia un costado.
Si la curva es grave, puede llegar a dificultar la respiración y la función cardíaca, y provocar daños en las articulaciones de la columna y dolor durante la edad adulta.
Durante los exámenes físicos regulares, los médicos realizan controles de rutina para descartar la escoliosis en los niños. Algunas escuelas también solicitan estudios de escoliosis. Si el médico sospecha que el niño padece escoliosis, es probable que solicite una radiografía para medir la curvatura de la columna. El ángulo de curvatura ayudará al médico a decidir si el paciente debe recibir tratamiento y de qué manera. La radiografía de escoliosis se puede repetir a intervalos de tiempo regulares para verificar si la curvatura se está agrandando o para controlar los efectos del tratamiento.
No es necesario realizar ninguna preparación especial para las radiografías de escoliosis. Su hijo tendrá que quitarse parte de la ropa y las alhajas, y colocarse una bata de hospital, ya que los botones, los cierres, los broches o las alhajas pueden interferir con las imágenes.
Si cree que su hija está embarazada, es importante que se lo comunique al técnico radiólogo o al médico. En general, se evita la realización de radiografías durante el embarazo porque hay una pequeña probabilidad de que la radiación dañe al bebé en desarrollo. Pero si la radiografía es indispensable, es posible tomar precauciones para proteger al feto.
Si bien el procedimiento puede llevar aproximadamente 15 minutos, la exposición real a la radiación suele ser de unos pocos segundos.
Su hijo tendrá que entrar en una sala especial que seguramente tendrá una camilla y una gran máquina de rayos X colgando del techo o la pared. Por lo general, se permite que los padres acompañen al niño para tranquilizarlo. Si permanece en la sala durante la realización de la radiografía, tendrá que usar un delantal de plomo para proteger algunas partes del cuerpo. Los órganos reproductivos de su hijo se protegerán con una placa de plomo.
Las radiografías de escoliosis suelen realizarse de pie, pero también pueden tomarse con el niño sentado. Esto depende del estado en que se encuentre su hijo. El técnico colocará al niño en la posición adecuada, después se parará detrás de una pared o en la sala contigua para hacer funcionar la máquina. En general, se suelen tomar dos radiografías (desde la espalda y desde el costado); por lo tanto, el técnico tendrá que volver a entrar en la sala para acomodar a su hijo en la posición necesaria para cada radiografía. A veces, los médicos solicitan posiciones adicionales.
Los niños mayores deberán contener la respiración y permanecer quietos durante 2 a 3 segundos mientras se toma cada radiografía. En el caso de bebés, es posible que sea necesario sujetarlos suavemente. Es muy importante que el paciente se quede quieto para evitar que la imagen de la radiografía salga borrosa.
Su hijo no sentirá nada mientras le realizan las radiografías. Tal vez, la sala de rayos esté fría porque se utiliza aire acondicionado para mantener el equipo.
Es posible que la posición para las radiografías resulte incómoda, pero sólo es por unos segundos. Si su hijo siente dolor y no puede permanecer en la posición necesaria, quizás el técnico pueda encontrar una posición más cómoda. Los bebés suelen llorar en la sala de rayos X, en especial si están sujetos, pero esto no interfiere con el procedimiento.
Una vez tomadas las radiografías, usted y su hijo tendrán que esperar unos minutos mientras procesan las imágenes. Si están borrosas o no son claras, tal vez sea necesario repetir la radiografía.
Las imágenes de las radiografías serán examinadas por un radiólogo (un médico especialmente entrenado para leer e interpretar las imágenes de rayos X). El radiólogo enviará un informe al médico, quien hablará con usted acerca de los resultados y le explicará qué significan.
En una emergencia, los resultados de las radiografías pueden estar listos rápidamente. De lo contrario, los resultados suelen estar listos en 1 ó 2 días. En la mayoría de los casos, los resultados no se pueden entregar directamente al paciente o a la familia en el momento del examen.
En general, las radiografías son muy seguras. Si bien toda exposición a la radiación representa algún riesgo para el organismo, la cantidad de radiación que se utiliza en las radiografías de escoliosis es pequeña y no se considera peligrosa. Es importante saber que el radiólogo utilizará la cantidad mínima de radiación necesaria para obtener los mejores resultados.
Los bebés en desarrollo son más sensibles a la radiación y tienen más riesgos de sufrir daños, por lo tanto, si su hija está embarazada, asegúrese de informárselo al médico y al técnico radiólogo.
Puede ayudar a su hijo a prepararse para la radiografía de escoliosis explicándole en qué consiste el examen en palabras sencillas antes del procedimiento. Seguramente lo ayudará si le explica que las radiografías son lo mismo que posar para una fotografía.
Puede describir la sala y el equipo que se utilizará y tranquilizar a su hijo explicándole que usted estará allí para acompañarlo. En el caso de los niños mayores, asegúrese de explicarles que es importante quedarse quietos cuando les toman la radiografía para que no sea necesario repetirla.
Si tiene preguntas acerca de por qué es necesario realizar una radiografía de escoliosis, hable con su médico. También puede hablar con el técnico encargado de realizar la radiografía antes del procedimiento.
Nota: Toda la informacion incluida en este material tiene propositos educacionales solamente. Si necesita servicios para diagnostico o tratamiento, tenga a bien consultar con su medico de cabecera.
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