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La radiografía de rodilla es un estudio seguro e indoloro en el que se utiliza una pequeña cantidad de radiación para obtener una imagen de la rodilla del paciente. Durante el estudio, un equipo de rayos X envía un haz de radiación a través de la rodilla y la imagen se registra en una computadora o en una película especial. Esta imagen muestra partes de los huesos de la rodilla, incluido el fémur (el hueso que se encuentra por encima de la rodilla), la tibia y el peroné (los huesos de la parte inferior de la pierna), la rótula y los tejidos blandos.
Las imágenes de rayos X son en blanco y negro. Las partes densas del organismo, que bloquean el paso del haz de rayos X a través del cuerpo, como los huesos, se ven de color blanco en la imagen. Los tejidos más blandos, como los músculos, permiten que el haz de rayos X los atraviese y se ven de un color más oscuro.
Las radiografías son realizadas por técnicos radiólogos del departamento de radiología de un hospital, de un centro radiológico independiente o de un consultorio médico. En general, se toman tres imágenes diferentes de la rodilla: desde el frente, desde el costado y otra de la rótula con la rodilla flexionada.
Las radiografías de la rodilla pueden ayudar a determinar la causa de síntomas como dolor, sensibilidad, hinchazón o deformidad en la rodilla. Permiten detectar huesos rotos o una articulación dislocada. Una vez que se ha acomodado un hueso roto, la radiografía puede ayudar a determinar si los huesos están correctamente alineados y si se han curado correctamente.
Si es necesario realizar una cirugía de rodilla, es posible tomar una radiografía para planificar la cirugía y evaluar los resultados de la operación. Además, las radiografías de la rodilla pueden ayudar a diagnosticar las etapas avanzadas de una infección, así como quistes, tumores u otras enfermedades de los huesos.
No es necesario realizar ninguna preparación especial para las radiografías de rodilla. Su hijo tendrá que quitarse la ropa, las alhajas o los objetos metálicos que puedan interferir con la imagen.
Si cree que su hija está embarazada, es importante que se lo comunique al técnico radiólogo o al médico. En general, se evita la realización de radiografías durante el embarazo porque hay una pequeña probabilidad de que la radiación dañe al bebé en desarrollo. Pero si la radiografía es indispensable, es posible tomar precauciones para proteger al feto.
Si bien el procedimiento puede llevar aproximadamente 10 minutos, la exposición real a la radiación suele ser de unos pocos segundos.
Su hijo tendrá que entrar en una sala especial que seguramente tendrá una camilla y una gran máquina de rayos X colgando del techo o la pared. Por lo general, se permite que los padres acompañen al niño para tranquilizarlo. Si permanece en la sala durante la realización de la radiografía, tendrá que usar un delantal de plomo para proteger algunas partes del cuerpo. Los órganos reproductivos de su hijo se protegerán con una placa de plomo.
El técnico o radiólogo colocará al niño en la posición adecuada (parado o sobre la camilla), después se parará detrás de una pared o en la sala contigua para hacer funcionar la máquina. En general, se toman tres radiografías (desde el frente, desde el costado y de la rodilla flexionada para tener una buena imagen de la rótula); por lo tanto, el técnico volverá a acomodar la pierna para cada una de las radiografías. En casos excepcionales, es posible que se necesiten una o dos vistas más. En algunos casos, los médicos piden una radiografía de la otra rodilla para poder compararlas.
Los niños mayores deberán quedarse quietos durante un par de segundos mientras se toma la radiografía. En el caso de bebés, es posible que sea necesario sujetarlos suavemente. Es muy importante que el paciente deje la rodilla quieta para evitar que la imagen de la radiografía salga borrosa.
Su hijo no sentirá nada mientras le realizan las radiografías. Tal vez, la sala de rayos esté fría porque se utiliza aire acondicionado para mantener el equipo.
Es posible que las posiciones para las radiografías resulten incómodas, pero sólo es por unos segundos. Si su hijo está lesionado y no puede permanecer en la posición necesaria, quizás el técnico pueda encontrar una posición más cómoda para su hijo. Los bebés suelen llorar en la sala de rayos X, en especial si están sujetos, pero esto no interfiere con el procedimiento.
Una vez tomadas las radiografías, usted y su hijo tendrán que esperar unos minutos mientras procesan las imágenes. Si están borrosas o no son claras, tal vez sea necesario repetir las radiografías.
Las imágenes de las radiografías serán examinadas por un radiólogo (un médico especialmente entrenado para leer e interpretar las imágenes de rayos X). El radiólogo enviará un informe al médico, quien hablará con usted acerca de los resultados y le explicará qué significan.
En una emergencia, los resultados de las radiografías pueden estar listos rápidamente. De lo contrario, los resultados suelen estar listos en 1 ó 2 días. En la mayoría de los casos, los resultados no se pueden entregar directamente al paciente o a la familia en el momento del examen.
En general, las radiografías son muy seguras. Si bien existe cierto riesgo para el cuerpo por la exposición a la radiación, la cantidad de radiación que se utiliza en las radiografías de rodilla es pequeña y no se considera peligrosa. Es importante saber que el radiólogo utilizará la cantidad mínima de radiación necesaria para obtener los mejores resultados.
Los bebés en desarrollo son más sensibles a la radiación y tienen más riesgos de sufrir daños, por lo tanto, si su hija está embarazada, asegúrese de informárselo al médico y al técnico radiólogo.
Puede ayudar a su hijo a prepararse para la radiografía de la rodilla explicándole en qué consiste el examen en palabras sencillas antes del procedimiento. Seguramente lo ayudará si le explica que las radiografías son lo mismo que posar para una fotografía.
Puede describir la sala y el equipo que se utilizará y tranquilizar a su hijo explicándole que usted estará allí para acompañarlo. En el caso de los niños mayores, asegúrese de explicarles que es importante quedarse quietos cuando les toman la radiografía para que no sea necesario repetirla.
Si tiene preguntas acerca de por qué es necesario realizar una radiografía de rodilla, hable con su médico. También puede hablar con el técnico encargado de realizar la radiografía antes del procedimiento.
Nota: Toda la informacion incluida en este material tiene propositos educacionales solamente. Si necesita servicios para diagnostico o tratamiento, tenga a bien consultar con su medico de cabecera.
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