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Hasta ahora, dar de comer a su bebé era trabajo de usted. Pero alrededor de los 9 meses, su pequeño empezará a hacer esto solo.
Cuando los bebes comienzan a comer solos -una nueva tarea que muchos disfrutan enormemente-, descubren que les gusta probar nuevos sabores y texturas. Los purés para bebés y papillas de cereales ya no son la única cosa que compone su menú.
Nueve meses es una buena edad para que los niños empiecen a comer con las manos. A esa edad la mayoría de los bebés habrán desarrollado las habilidades de motricidad fina -la habilidad de realizar pequeños movimientos precisos- y serán capaces de coger trocitos de comida y comérselos solos. Posiblemente usted advertirá que su pequeño de 9 meses puede agarrar la comida (y otros objetos pequeños) entre el dedo índice y el pulgar formando un pinza. Al principio utilizan esta pinza digital con un poco de torpeza, pero con la práctica aprender pronto a usarla con destreza y eficacia.
Permita que sus hijo se alimente solo tanto como sea posible, aunque seguirá teniendo que ayudarle a con la cuchara los cereales u otros alimentos importantes de su dieta. Al fomentar que coma con los dedos, está ayudando a su hijo a desarrollar hábitos saludables para alimentarse de manera independiente.
Comer solo con las manos –y un poco más tarde con los cubiertos- le da a su hijo un cierto grado de control sobre lo que come y cuánto come. A veces su hijo se comerá la comida, otras veces no, y todo esto forma parte del proceso de aprender a autorregularse. Incluso los niños pequeños pueden saber cuándo tienen hambre y cuándo están llenos, así que permítales que reconozcan esto y responda a las señales que le den.
Cuando empiezan a compartir el momento de la comida con el resto de la familia, los bebés que son ya algo mayores están preparados –y a menudo deseosos- de probar más comidas de las que toman los adultos.
Esto significará más trabajo para quien sea que prepare la comida de la familia, pero los platos a menudo pueden adaptarse para los bebés. Por ejemplo, su hijito puede comer los calabacines que ha preparado para la cena siempre que cocine un poco más su ración –hasta que esté blanda- y la corte en trocitos lo suficientemente pequeños para que él pueda tomarlos. Otras posibilidades son trozos de plátano maduro, pasta bien cocida y trocitos de pollo.
Antes de ofrecerle a su hijo algo para que lo coma con las manos, pruebe usted un poquito y pregúntese:
Si a su hijo no le gusta una comida, no deje que esto le impida volver a ofrecérsela en otra ocasión en el futuro. Es natural que los niños sean lentos para aceptar nuevos sabores y texturas. Por ejemplo, algunos niños son más sensibles a las texturas y pueden rechazar alimentos que tengan una textura áspera, como la carne. Para introducir la carne en su dieta, es conveniente empezar con la carne picada bien cocida o con tiras de lonchas finas de carne asada, por ejemplo, de pavo.
Ofrezca a su bebé alimentos variados, incluso los que una semana antes pueden no haberle gustado. No lo fuerce a comer, pero sea consciente de que pueden hacer falta 10 intentos o más hasta que un niño acepte una comida nueva.
Comer con las manos es divertido y gratificante para los bebés mayores, pero es importante que evite darle comidas con las que podría atragantarse o que tengan un valor nutritivo bajo.
Peligro de atragantarse. Los padres y cuidadores pueden ayudar a evitar que un niño se atragante vigilándolo mientras come. Los alimentos que pueden conllevar un riesgo de atragantarse incluyen:
No le dé dulces todavía. Al primer bocado, a su bebé le encantará el sabor de las galletas, pasteles y otros dulces, pero no los introduzca en su dieta todavía. Su hijo necesita comer alimentos ricos en nutrientes en vez de consumir las colorías no nutritivas de los postres y de los aperitivos con alto contenido en grasas, como las patatas fritas.
Es una tentación querer ver las reacciones del bebé a algunas de estas comidas, pero ahora no es el momento de hacerlo. Los abuelos y otras personas pueden tener prisa por que pruebe los pasteles de chocolate o cualquier otro plato favorito de la familia. Amablemente pero con firmeza, explíqueles que el bebé no está preparado aún para estas comidas. Puede echarle la culpa a su pediatra; a él no le importará.
Nota: Toda la informacion incluida en este material tiene propositos educacionales solamente. Si necesita servicios para diagnostico o tratamiento, tenga a bien consultar con su medico de cabecera.
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