Durante los años de enseñanza secundaria y superior, los deberes se tornanmas intensos y las notas empiezan a importar más.
Al mismo tiempo, los adolescentes deben afrontar muchos otros cambios importantes. Se están adaptando a los cambios físicos y emocionales que conlleva la pubertad, al tiempo que el ajetreo de la vida social y los compromisos deportivos adquieren mayor importancia y que muchos adolescentes empiezan a tener trabajos de media jornada.
Los padres pueden desempeñar un papel fundamental para ayudar a sus hijos a afrontar todos estos desafíos y rendir en los estudios, ofreciéndoles un poco de ayuda, apoyo y guía, y sabiendo qué problemas requieren su participación y cuáles que se mantengan al margen.
Asegúrese de que su hijo adolescente dispone de un lugar tranquilo, bien iluminado y carente de distracciones donde pueda estudiar y hacer los deberes. El lugar debería disponer de papel, bolígrafos, lápices, calculadora, un diccionario ortográfico, otro diccionario de ideas afines y cualquier otro material y libros de consulta necesarios. Debería estar alejado de posibles distracciones, como la televisión, el teléfono y los juegos de vídeo.
Es posible que su hijo adolescente prefiera retirarse a un espacio separado para trabajar, en vez de tener que estudiar rodeado de sus padres y hermanos. Concédale esa independencia, pero compruebe de vez en cuando que su hijo se centra en los deberes y no se distrae con otras cosas.
Si su hijo necesita una computadora para hacer algunos trabajos, intente colocar la computadora en un lugar de uso común, en vez de en su dormitorio, para evitar en jugar a videojuegos, chatear o enviar correos electrónicos a sus amigos o navegar por Internet para entretenerse durante el tiempo de estudio. Considere también la posibilidad de utilizar controles parentales, disponibles a través de su proveedor del servicio de Internet (ISP, por sus siglas en inglés) y programas que bloquean y filtran los materiales inapropiados.
Averigüe que páginas de Internet recomiendan los profesores de su hijo y agréguelas a la carpeta de favoritos para que pueda acceder a ellas fácilmente. Enseñe a su hijo a consultar fuentes fiables y a confirmar la información procedente de aquellas que parezcan cuestionables.
En lo que se refiere a los deberes, esté disponible para apoyar y guiar a su hijo, responder a sus preguntas, ayudarle a interpretar las instrucciones de los trabajos y revisarlos cuando los termine. Pero resístase a la tentación de darle las respuestas correctas a las preguntas que le formulen o de acabarle usted los trabajos.
Puede resultar difícil ver a un hijo estresado por los deberes, sobre todo cuando tenga una prueba o exámen o se acerque la fecha límite de la entrega. Pero usted podrá ayudarle enseñándole las habilidades de resolución de problemas que necesita para completar sus tareas académicas y ofreciéndole apoyo y ánimo cuando se ponga a trabajar.
He aquí algunos consejos más para que a su hijo le resulte más fácil hacer los deberes:
Especialmente en los cursos superiores, los deberes aumentan de volumen y de nivel de exigencia y es posible que planteen retos importantes a su hijo. Las siguientes estrategias pueden ayudarles a los dos:
No espere a recibir el reporte de las notas para enterarse que su hijo tiene problemas académicos. Cuánto antes intervenga, antes podrá ayudar a su hijo a retomar el buen camino.
Asegúrese de que su hijo sabe que usted está disponible en caso de que surja algún problema, pero que es importante que trabaje de forma independiente. Fomente el esfuerzo y la determinación, no solo las buenas notas. Hacer esto es decisivo para motivar a los niños a rendir en los estudios y a tener éxito en la vida.
Con un poco de apoyo procedente de los padres, los deberes pueden ser una experiencia positiva para un adolescente y favorecer habilidades que duran toda la vida y que necesitará para tener éxito en los estudios y en muchas otras facetas de la vida.
Nota: Toda la informacion incluida en este material tiene propositos educacionales solamente. Si necesita servicios para diagnostico o tratamiento, tenga a bien consultar con su medico de cabecera.
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