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Puede parecer que su recién nacido no hace nada más que comer, dormir, llorar, orinar y mover el vientre. Pero, si se fija en cómo su bebé reacciona a cosas como la luz, el ruido y el contacto, verá que sus sentidos están trabajando arduamente.
Su bebé ve las cosas mejor a una distancia de entre 8 y 12 pulgadas (entre 20,3 y 30,5 cm). Es la distancia perfecta para mirar a los ojos de mamá o de papá (¡lo que más le gusta mirar!). Todo lo que se aleje de esa distancia, su bebé lo verá bastante borroso porque los recién nacidos son cortos de vista o miopes. En el momento del nacimiento, la vista de un recién nacido oscila entre 20/200 y 20/400.
Sus ojos son sensibles a la luz intensa, de modo que tienden más a abrir los ojos ante una luz tenue. No se preocupe si los ojos de su bebé se cruzan o se orientan hacia fuera a veces. Es algo normal hasta que la vista de su bebé mejore y sus músculos oculares se fortalezcan.
Enséñele a su bebé muchas cosas atractivas para que las mire. Después de los rostros humanos, los colores vivos, los patrones contrastantes y el movimiento son las cosas que los recién nacidos prefieren mirar. Las imágenes y los juguetes en blanco y negro mantendrán el interés de su bebé en mayor medida que las imágenes y los objetos de muchos colores similares.
Cuando esté tranquilo y alerta, su bebé debería ser capaz de seguir el movimiento lento de su cara o de un objeto.
Su recién nacido ha estado oyendo sonidos desde que estaba en el vientre materno. El latido del corazón de la madre, los gorgoteos de su sistema digestivo y hasta el sonido de su voz y de las voces de los demás miembros de la familia forman parte del mundo del bebé antes de que nazca.
Tras el nacimiento del bebé, los ruidos del mundo exterior se vuelven más fuertes y más nítidos. Su bebé se puede asustar ante el ladrido inesperado de un perro cercano o calmarse ante el suave murmullo de la secadora de ropa o el zumbido de la aspiradora.
Fíjese en cómo su recién nacido responde a su voz. Las voces humanas, sobre todo las voces de mamá y papá, son la "música" favorita de su bebé. Su bebé ya sabe que de ellos viene la comida, el calor y el contacto. Si su bebé está llorando en su moisés, vea lo rápidamente que la llegada de su voz hace que se tranquilice. Vea lo atentamente que escucha su bebé cuando usted le habla o le canta en tonos suaves y dulces.
A la mayoría de los recién nacidos, les hacen una prueba de cribado auditivo antes de recibir el alta hospitalaria (en la mayoría de los estados es obligatoria). Si no se la hicieron a su bebé, o si su hijo nació en casa o en un centro de maternidad, es importante que le hagan esa prueba durante el primer mes de vida. La mayoría de los niños que nacen con pérdidas auditivas pueden recibir un diagnóstico a través de una prueba de cribado auditivo.
Los recién nacidos pueden oler y saborear, y prefieren los sabores dulces a los amargos. Por ejemplo, un recién nacido preferirá succionar de un biberón de agua azucarada pero se apartará o llorará si le dan a probar algo amargo o ácido. Así mismo, los recién nacidos se orientarán hacia olores que les gusten y se apartarán de los que les disgusten.
Aunque al principio prefieren lo dulce, las preferencias gustativas se seguirán desarrollando a lo largo de su primer año de vida. De hecho, los estudios indican que la dieta de la madre puede afectar el sabor de la leche materna. Los primeros sabores a los que se expone un bebé pueden modular sus preferencias gustativas más adelante. Por ejemplo, es más probable que una madre que comió alimentos picantes mientras daba el pecho al bebé tenga un hijo que crezca prefiriendo este tipo de alimentos.
Por ahora, la leche materna o la fórmula satisface completamente las necesidades nutricionales de su bebé.
El tacto es muy importante para un recién nacido. Con cada contacto, su recién nacido aprende sobre la vida y sus alrededores.
Mientras están en el vientre materno, los bebés están calientes y protegidos pero, en cuanto nacen, sienten el frío por primera vez, notan el roce y la dureza de la cuna y los bordes rígidos de los pliegues y costuras de la ropa. Asegúrese de que su recién nacido encuentre en el mundo un lugar acogedor proporcionándole ropa, sábanas y mantas suaves y blandas, besos tiernos, abrazos reconfortantes y caricias llenas de amor.
Si quiere estar un poco más seguro de que los sentidos de su bebé están funcionando bien, puede hacer algunas pruebas no científicas por sí mismo.
Cuando está tranquilo y alerta sin más distracciones, ¿su bebé lo mira a la cara u observa un juguete? Si los ojos de su bebé parecen cruzarse más que brevemente, asegúrese de informar a su médico. Informe también a su médico si los ojos de su bebé parecen turbios o lechosos o si nota movimientos oculares extraños.
La mayoría de los recién nacidos se asustan ante ruidos fuertes y cercanos. Otras formas de tener la seguridad de que su bebé está oyendo bien son las siguientes: ¿Su bebé se calma cuando oye la voz de su madre? ¿Su bebé se gira hacia el sonido de un sonajero? ¿Su bebé reacciona ante nanas o canciones de cuna suaves o ante otro tipo de música?
Aunque su hijo haya pasado la prueba de cribado auditivo para recién nacidos, hable con su médico si le preocupa cómo oye su bebé. Cuanto antes se detectan los problemas potenciales, mejor se pueden tratar.
Nota: Toda la informacion incluida en este material tiene propositos educacionales solamente. Si necesita servicios para diagnostico o tratamiento, tenga a bien consultar con su medico de cabecera.
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