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Cuestiones médicas en la adopción

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Antes de adoptar

Adoptar a un hijo es una experiencia sumamente gratificante para muchas familias. Si está considerando esta posibilidad, he aquí algunas cosas que debería saber sobre la salud y los cuidados médicos de los niños adoptados, tanto antes, como durante y después de la adopción.

Si usted opta por una adopción abierta o semiabierta (aquellas donde los padres adoptivos conocen a la madre biológica y a veces también al padre biológico del niño), debería poder recibir una considerable cantidad de información médica sobre el niño que va a adoptar. En las adopciones abiertas, es posible que usted pueda participar en la organización de los cuidados prenatales de la madre biológica, acompañarla a las visitas de control médico y estar presente durante el parto. En estos casos, usted también podrá solicitar el historial médico del niño a través de la agencia de adopción o del abogado encargado de gestionar el proceso de adopción.

Si se trata de un niño mayor que vive en EE.UU., podrá hacerse una idea de su estado general de salud pasando tiempo con él antes de la adopción o actuando en primer lugar como familia de acogida.

Antes de realizar la adopción, intente reunir la máxima cantidad de información médica posible, incluyendo los siguientes datos:

  • edad, origen étnico, educación, profesión, estatura, peso y afecciones médicas de los padres biológicos
  • enfermedades o afecciones médicas que se dan de forma repetida en la familia del niño
  • la salud de los hermanos del niño
  • información sobre si la madre biológica bebía alcohol, fumaba o consumía drogas durante el embarazo
  • información sobre si la madre biológica utilizaba medicamentos de venta con y sin receta médica durante el embarazo
  • información sobre si la madre biológica presentaba alguna enfermedad de transmisión sexual (ETS) que podría afectar a la salud del niño
  • información sobre los cuidados y atenciones prenatales de la madre biológica
  • los resultados de cualquier prueba a que se sometió la madre durante el embarazo
  • información sobre cualquier problema que haya podido tener lugar durante el embarazo y/o el parto.
  • el peso, la longitud (estatura) y el perímetro craneal del niño desde su nacimiento
  • información sobre cualquier problema médico que haya presentado el niño
  • los resultados de cualquier prueba médica a que se haya sometido el niño
  • las edades en que el niño alcanzó los principales hitos evolutivos en comparación con las edades promedio, como sentarse, andar y hablar.
  • una descripción de la personalidad del niño y de cómo se relaciona con los demás
  • información sobre guarderías o personas que han cuidado del niño desde que nació
  • cualquier tipo de maltrato físico o emocional y de abusos sexuales que haya podido sufrir en niño

Agencias de adopción

Si adopta a un hijo a través de una agencia de adopción, es posible que le permitan escoger la edad del niño que quiere adoptar, así como qué afecciones médicas usted se siente capaz de asumir. Hablar sobre este tipo de cuestiones, puede ayudarles, a usted y a su pareja, a aclarar sus sentimientos y sus prioridades.

En las adopciones internacionales, lo más probable es que usted reciba fotografías del niño, pero también es muy probable que no disponga de una información completa ni fiable sobre la salud y la familia del niño. De ser posible, considere la posibilidad de hacer un viaje al lugar de residencia del niño para conocerlo antes de decidir adoptarlo. Deberá informarse sobre las restricciones impuestas por el Ministerio de Asuntos exteriores de EE.UU (U.S. Department of State) en relación a los distintos países.

Interpretar la información

Después de reunir toda la información disponible sobre las salud del niño, su agencia de adopción (en el caso de que disponga de una) es posible que le ayude a valorar si, teniendo en cuanta las cuestiones médicas, este niño y sus circunstancias son o no adecuados para usted.

Intente también hablar con un médico o pediatra para que le ayude a interpretar el historial médico del niño. Tal vez le interese hablar con un pediatra con experiencia en niños adoptados que tengan los mismos antecedentes médicos que el que usted desea adoptar. Esto es especialmente adecuado en las adopciones internacionales. Por ejemplo, un historial médico procedente de Rusia, puede contener términos desconocidos para muchos médicos estadounidenses, pero que serán bien conocidos por aquellos pediatras que cuenten con una formación especializada en el tema de la adopción.

Facilitar la transición

Una vez se haya decidido a adoptar a un niño o a hacerle de padre de familia de acogida, intente aprender lo máximo posible sobre el horario diario de actividades del niño, sus habilidades, sus aficiones y también aquello que le disgusta. Mantener un horario de actividades similar al suyo y servirle comidas que le resulten familiares pueden ayudar a facilitarle la transición a su nueva casa.

También puede organizar las cosas para que el niño se pueda traer algunas pertenencias personales. El tacto y el olor de su juguete favorito o de su amada pieza de ropa pueden ayudar a muchos niños a hacer mejor la adaptación.

Reunir toda la información importante

Cuando vaya a recoger a su hijo, es posible que esa sea su única oportunidad para reunir este tipo de información. He aquí algunas de las preguntas que debería formular:

  • ¿Qué alimentos le gustan o de disgustan al niño? ¿A qué horas come y en qué cantidad? ¿Es alérgico a algo? ¿Cómo alimentan al niño o, si ya es mayor, cómo se alimenta él?
  • ¿A qué hora se acuesta por la noche y cuánto tiempo suele dormir? ¿Tiene una rutina para acostarse por la noche? ¿Hay algo que le ayuda a conciliar el sueño?
  • ¿Utiliza el váter con un horario establecido?
  • ¿Cómo y cuándo se asea y se baña el niño?
  • ¿Qué tipo de música ha oído el niño? ¿Tiene alguna canción favorita?
  • ¿Qué ropa suele llevar? ¿A que suele jugar? ¿Dispone de un juguete o de una sábana o manta favoritos?
  • ¿Qué métodos son más eficaces para tranquilizarlo?
  • ¿Se sabe sentar, puede gatear, andar y/o hablar? ¿Es capaz de construir frases y de reconocer los colores, las letras y los números? Si va al colegio, ¿a qué curso?
  • ¿Cómo se relaciona con otros niños? ¿Y con los adultos? ¿Está especialmente vinculado a alguien en concreto?

Otras cosas a tener en cuenta:

  • Tal vez quiera hacer fotografías de las personas que cuidaban antes del niño y de su entorno más inmediato.
  • Tome nota de los nombres, direcciones y números de teléfono de todas las personas que conozcan a su hijo, por si necesitara información complementaria más adelante.
  • Anótese todas las vacunas que ha ya recibido su hijo (junto con las fechas de vacunación)
  • Intente obtener una copia del historial médico de su hijo o, sino, fotografíesela.
  • Si no está en contacto con la madre biológica del niño, intente organizar alguna forma de contactar con ella, por si hubiera una crisis médica.

Niños con necesidades especiales

El término "necesidades especiales" se puede aplicar a cualquier afección o circunstancia que puede dificultar el proceso de adopción. Un niño con necesidades especiales puede tener un problema mental, físico o psicológico o puede ser mayor (tal vez 5 años o más) o tener hermanos que se deben adoptar con él. La definición de "necesidades especiales" varía de un estado a otro.

Si usted se está planteando la posibilidad de adoptar a un niño con necesidades especiales, es posible que el estado o la agencia de adopción le exijan hacer cursos o recibir terapia familiar a fin de prepararse para la adopción. Intente aprender lo máximo que pueda sobre la afección de su hijo y sobre los cuidados especiales que probablemente necesitará antes de tomar una decisión definitiva sobre su adopción. Los padres de otros niños afectados por problemas similares pueden ser una valiosa fuente de información, tanto antes como después de la adopción.

Cuidados de salud cuando su hijo llegue a casa

Poco después de que su hijo llegue a casa, deberá llevarlo al pediatra para que le haga una evaluación, cuyos resultados es posible que le permitan tratar algún problema médico que no se había detectado previamente.

Si adopta a un niño que ha pasado algún tiempo en una casa de acogida, es posible que la agencia le indique dónde ha estado recibiendo atención médica para que usted utilice ese mismo recurso o bien que decida enviar su historial médico al pediatra que usted ha escogido. Así, su hijo se podrá evitar pruebas innecesarias. Si su hijo nació en otro país, es posible que su pediatra deba administrarle algunas vacunas.

Posibles problemas de salud

Cuando un niño adoptado empieza a vivir en su residencia permanente, se le suele pasar una serie de pruebas médicas de cribado sobre una variedad de posibles afecciones. En función de los factores de riesgo del niño y de la medida en que su historial médico esté completo, es posible que el pediatra que atienda a su hijo evalúe lo siguiente:

  • anemia
  • niveles de plomo en sangre
  • retrasos del desarrollo
  • hepatitis B y hepatitis C
  • VIH (virus de la inmunodeficiencia humana)
  • parasites intestinales
  • problemas auditivos o de vista
  • trastornos metabólicos
  • problemas psicológicos (como problemas de apego)
  • efectos del síndrome de alcoholismo fetal
  • raquitismo
  • sífilis
  • afecciones tiroideas
  • caries dental
  • tuberculosis

No es infrecuente que los niños adoptados, sobre todo los que han vivido en la pobreza, contraigan catarros, infecciones leves o tengan molestias estomacales y diarrea poco después de llegar a sus nuevos hogares. Esto suele ocurrir porque los niños se exponen a nuevos tipos de gérmenes y a una nueva dieta. Lo más probable es que estos malestares se resuelvan por sí mismos a medida que su hijo se vaya adaptando a su nuevo entorno. Pero si persisten, llame al pediatra.

Los niños de adopciones internacionales, sobre todo los que proceden de China y de Europa del Este, pueden presentar otro tipo de problemas médicos al poco tiempo de llegar a su lugar de destino. Estos abarcan infecciones, como la sarna, los piojos, la tuberculosis latente y los parásitos intestinales; el raquitismo y otras formas de desnutrición; y la intoxicación por plomo.

Tampoco es infrecuente que los niños adoptados tengan problemas emocionales relacionados con la alimentación cuando se están adaptando a sus nuevos hogares. Estos problemas pueden incluir hacer acopio de alimentos y comer hasta el punto de vomitar (signos de haber sufrido en el pasado carencias alimentarias). Estos problemas suelen mejorar con el tiempo y las apropiadas atenciones médicas, pero algunos niños pueden necesitar terapia psicológica.

Hable con el pediatra si tiene alguna pregunta o si hay algo que le preocupa sobre la salud de su hijo y/o sobre los cuidados médicos relacionados con la adopción. Cuánto más sepa sobre la salud de su hijo, mejor podrá tomar decisiones informadas sobre sus cuidados y atenciones médicas y, así, le facilitará la transición a su nueva vida de familia.

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Nota: Toda la informacion incluida en este material tiene propositos educacionales solamente. Si necesita servicios para diagnostico o tratamiento, tenga a bien consultar con su medico de cabecera.

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