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Antes de adoptar
Adoptar a un hijo es una experiencia sumamente gratificante para muchas familias. Si está considerando esta posibilidad, he aquí algunas cosas que debería saber sobre la salud y los cuidados médicos de los niños adoptados, tanto antes, como durante y después de la adopción.
Si usted opta por una adopción abierta o semiabierta (aquellas donde los padres adoptivos conocen a la madre biológica y a veces también al padre biológico del niño), debería poder recibir una considerable cantidad de información médica sobre el niño que va a adoptar. En las adopciones abiertas, es posible que usted pueda participar en la organización de los cuidados prenatales de la madre biológica, acompañarla a las visitas de control médico y estar presente durante el parto. En estos casos, usted también podrá solicitar el historial médico del niño a través de la agencia de adopción o del abogado encargado de gestionar el proceso de adopción.
Si se trata de un niño mayor que vive en EE.UU., podrá hacerse una idea de su estado general de salud pasando tiempo con él antes de la adopción o actuando en primer lugar como familia de acogida.
Antes de realizar la adopción, intente reunir la máxima cantidad de información médica posible, incluyendo los siguientes datos:
Si adopta a un hijo a través de una agencia de adopción, es posible que le permitan escoger la edad del niño que quiere adoptar, así como qué afecciones médicas usted se siente capaz de asumir. Hablar sobre este tipo de cuestiones, puede ayudarles, a usted y a su pareja, a aclarar sus sentimientos y sus prioridades.
En las adopciones internacionales, lo más probable es que usted reciba fotografías del niño, pero también es muy probable que no disponga de una información completa ni fiable sobre la salud y la familia del niño. De ser posible, considere la posibilidad de hacer un viaje al lugar de residencia del niño para conocerlo antes de decidir adoptarlo. Deberá informarse sobre las restricciones impuestas por el Ministerio de Asuntos exteriores de EE.UU (U.S. Department of State) en relación a los distintos países.
Después de reunir toda la información disponible sobre las salud del niño, su agencia de adopción (en el caso de que disponga de una) es posible que le ayude a valorar si, teniendo en cuanta las cuestiones médicas, este niño y sus circunstancias son o no adecuados para usted.
Intente también hablar con un médico o pediatra para que le ayude a interpretar el historial médico del niño. Tal vez le interese hablar con un pediatra con experiencia en niños adoptados que tengan los mismos antecedentes médicos que el que usted desea adoptar. Esto es especialmente adecuado en las adopciones internacionales. Por ejemplo, un historial médico procedente de Rusia, puede contener términos desconocidos para muchos médicos estadounidenses, pero que serán bien conocidos por aquellos pediatras que cuenten con una formación especializada en el tema de la adopción.
Una vez se haya decidido a adoptar a un niño o a hacerle de padre de familia de acogida, intente aprender lo máximo posible sobre el horario diario de actividades del niño, sus habilidades, sus aficiones y también aquello que le disgusta. Mantener un horario de actividades similar al suyo y servirle comidas que le resulten familiares pueden ayudar a facilitarle la transición a su nueva casa.
También puede organizar las cosas para que el niño se pueda traer algunas pertenencias personales. El tacto y el olor de su juguete favorito o de su amada pieza de ropa pueden ayudar a muchos niños a hacer mejor la adaptación.
Cuando vaya a recoger a su hijo, es posible que esa sea su única oportunidad para reunir este tipo de información. He aquí algunas de las preguntas que debería formular:
Otras cosas a tener en cuenta:
El término "necesidades especiales" se puede aplicar a cualquier afección o circunstancia que puede dificultar el proceso de adopción. Un niño con necesidades especiales puede tener un problema mental, físico o psicológico o puede ser mayor (tal vez 5 años o más) o tener hermanos que se deben adoptar con él. La definición de "necesidades especiales" varía de un estado a otro.
Si usted se está planteando la posibilidad de adoptar a un niño con necesidades especiales, es posible que el estado o la agencia de adopción le exijan hacer cursos o recibir terapia familiar a fin de prepararse para la adopción. Intente aprender lo máximo que pueda sobre la afección de su hijo y sobre los cuidados especiales que probablemente necesitará antes de tomar una decisión definitiva sobre su adopción. Los padres de otros niños afectados por problemas similares pueden ser una valiosa fuente de información, tanto antes como después de la adopción.
Poco después de que su hijo llegue a casa, deberá llevarlo al pediatra para que le haga una evaluación, cuyos resultados es posible que le permitan tratar algún problema médico que no se había detectado previamente.
Si adopta a un niño que ha pasado algún tiempo en una casa de acogida, es posible que la agencia le indique dónde ha estado recibiendo atención médica para que usted utilice ese mismo recurso o bien que decida enviar su historial médico al pediatra que usted ha escogido. Así, su hijo se podrá evitar pruebas innecesarias. Si su hijo nació en otro país, es posible que su pediatra deba administrarle algunas vacunas.
Cuando un niño adoptado empieza a vivir en su residencia permanente, se le suele pasar una serie de pruebas médicas de cribado sobre una variedad de posibles afecciones. En función de los factores de riesgo del niño y de la medida en que su historial médico esté completo, es posible que el pediatra que atienda a su hijo evalúe lo siguiente:
No es infrecuente que los niños adoptados, sobre todo los que han vivido en la pobreza, contraigan catarros, infecciones leves o tengan molestias estomacales y diarrea poco después de llegar a sus nuevos hogares. Esto suele ocurrir porque los niños se exponen a nuevos tipos de gérmenes y a una nueva dieta. Lo más probable es que estos malestares se resuelvan por sí mismos a medida que su hijo se vaya adaptando a su nuevo entorno. Pero si persisten, llame al pediatra.
Los niños de adopciones internacionales, sobre todo los que proceden de China y de Europa del Este, pueden presentar otro tipo de problemas médicos al poco tiempo de llegar a su lugar de destino. Estos abarcan infecciones, como la sarna, los piojos, la tuberculosis latente y los parásitos intestinales; el raquitismo y otras formas de desnutrición; y la intoxicación por plomo.
Tampoco es infrecuente que los niños adoptados tengan problemas emocionales relacionados con la alimentación cuando se están adaptando a sus nuevos hogares. Estos problemas pueden incluir hacer acopio de alimentos y comer hasta el punto de vomitar (signos de haber sufrido en el pasado carencias alimentarias). Estos problemas suelen mejorar con el tiempo y las apropiadas atenciones médicas, pero algunos niños pueden necesitar terapia psicológica.
Hable con el pediatra si tiene alguna pregunta o si hay algo que le preocupa sobre la salud de su hijo y/o sobre los cuidados médicos relacionados con la adopción. Cuánto más sepa sobre la salud de su hijo, mejor podrá tomar decisiones informadas sobre sus cuidados y atenciones médicas y, así, le facilitará la transición a su nueva vida de familia.
Nota: Toda la informacion incluida en este material tiene propositos educacionales solamente. Si necesita servicios para diagnostico o tratamiento, tenga a bien consultar con su medico de cabecera.
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