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Miles de personas en África han muerto como consecuencia de la enfermedad tropical, Ébola. El centro para la prevención y control de enfermedades Centers for Disease Control and Prevention (CDC) ha declarado que este es el brote más importante de esta enfermedad en la historia. Muchas organizaciones que promueven la salud, incluyendo el CDC, están trabajando duro para atender a los enfermos y ayudar a prevenir la diseminación de la enfermedad.
La gente está muy preocupada con el Ébola, pero no deben entrar en pánico.
Cuando los que sufren de Ébola son diagnosticados correctamente, se los aísla y se los atiende de la manera adecuada, el riesgo de transmitir la enfermedad es bajo. Mientras tanto, los viajeros deberán evitar viajar a zonas en las que se indica que hay un brote del Ébola. Las personas que tengan que viajar a estas zonas, deben tomar las precauciones necesarias para no contagiarse.
El Ébola, o la fiebre hemorrágica del Ébola (Ébola HF), es una enfermedad contagiosa que pone en peligro la vida y que afecta a los seres humanos y otros primates, como los monos, los gorilas y los chimpancés. Hace que el sistema inmunológico del cuerpo pase a un estado hiperactivo, lo cual conlleva al sangrado, insuficiencias en los órganos y la muerte.
El nombre Ébola proviene del río Ébola de la República Democrática del Congo (antes llamada Zaire). La enfermedad se diagnosticó por primera vez en un pueblo a orillas del río en 1976. Desde ese año han ocurrido varios brotes de la enfermedad en África occidental, Uganda y Sudán.
Los médicos no están seguros sobre cómo la primera persona contrae el Ébola al iniciarse un brote, pero se cree que es posible que el virus se contraiga al tocar o comer animales infectados. Se cree que los animales tropicales de África que tienen el virus son los simios, gorilas, chimpancés, monos, murciélagos que se alimentan de frutas, antílopes y el puerco espín.
Una vez que alguien contrae el Ébola, puede pasar el virus a otros de diferentes maneras. La gente puede contagiarse del virus al manipular o tocar gotas de sangre, orina (pis), u otros líquidos corporales de una persona infectada con la enfermedad, o mediante el contacto con objetos (como agujas) que estén contaminados con sangre o líquidos infectados.
Como consecuencia, el Ébola se puede diseminar rápidamente entre las familias o los centros de atención donde las personas que brindan atención médica no usan el equipo de protección adecuado, como guantes o máscaras. El Ébola no se puede diseminar a través del agua o el aire.
El Ébola es contagioso, pero no tanto como el virus de la influenza (gripe). Una persona con Ébola es contagiosa solamente después de comenzar a sentir los síntomas del virus que produce la enfermedad. En las zonas que existe un brote de Ébola, toda persona que no se sienta bien debe buscar atención médica inmediatamente y evitar el contacto con otras personas.
Una vez que comienzan a sentirse mal, las personas que tienen la enfermedad son contagiosas mientras la sangre y los líquidos corporales contengan el virus, aún si los síntomas desaparecen. El virus puede mantenerse en los líquidos corporales de una persona varias semanas después que la persona se haya recuperado.
Los primeros síntomas del Ébola pueden aparecer entre 2 y 21 días después de haber estado expuesto al virus. La mayoría de las personas comienzan a tener síntomas unos 8-10 días después de haber estado expuestos al virus.
Los primeros síntomas del Ébola son los siguientes:
A medida que la enfermedad avanza, pueden aparecer otros síntomas, como por ejemplo:
En las últimas etapas de la enfermedad, el Ébola puede producir hemorragias graves, coma, insuficiencia de órganos y muerte, generalmente causada por una presión sanguínea baja.
Para evitar la diseminación de la enfermedad, es muy importante hacer un diagnóstico temprano y exacto. Pero como los primeros síntomas del Ébola son similares a los que causan otras enfermedades, es difícil hacer un diagnóstico rápidamente.
Si la persona tiene síntomas de Ébola, y ha estado en una zona donde se sabe que el Ébola existe, esta persona debe ser aislada de inmediato y examinada por un profesional médico entrenado que utilice elementos de protección personal adecuados.
Los médicos pueden detectar la existencia del virus del Ébola realizando análisis de sangre, hemogramas (conteo sanguíneo completo), pruebas de la función hepática y pruebas que identifican al virus mismo. Las pruebas para detectar el virus deben enviarse a un laboratorio que cuente con equipos especiales. Es posible que los resultados de estas pruebas tomen varios días. Sin embargo, el tratamiento comienza inmediatamente aunque no se tenga el diagnóstico proveniente de las pruebas. Las pruebas del virus confirmarán, o no, el diagnóstico.
La mayoría de las personas con Ébola necesitan cuidados intensivos en un hospital o centro médico bien equipado. El tratamiento consiste en mantener al paciente bien hidratado, manteniendo estable el nivel de oxígeno y presión sanguínea, reponiendo la sangre perdida mediante transfusiones, y tratando los síntomas y las complicaciones a medida que surgen. Los pacientes también necesitan estar aislados del público durante el tratamiento para evitar la propagación de la enfermedad.
Existes ciertos tratamientos experimentales para tratar el Ébola que se han probado en animales, pero no han sido aprobados oficialmente para su uso en seres humanos.
No existe una vacuna para prevenir el Ébola, si bien los médicos han estado trabajando en el desarrollo de una. Es muy difícil prevenir esta enfermedad, ya que los médicos no están completamente seguros de cómo la gente la adquiere al comienzo de un brote.
La mejorar manera de protegerse contra la infección del Ébola es evitar las regiones donde existen brotes. Aquellas personas que viajan a África, en particular a África occidental, deben obtener información del sitio web sobre el Ébola del CDC, para saber dónde el Ébola está presente y evitar estas regiones.
Aquellas personas que tengan que ir a una zona donde existe Ébola, deben evitar estar en contacto con gente infectada, lavarse las manos con frecuencia, y no tocar ni comer animales salvajes. Aquellos que estén en contacto con pacientes que tengan Ébola, deben utilizar ropa especial que los proteja de los pies a la cabeza, de manera que no quede ninguna parte de la piel expuesta.
Las medidas de salud pública se concentran en aislar y tratar a las personas que estén infectadas con el virus del Ébola. Cualquier aguja, u otro equipo que se utilice en el tratamiento, debe descartarse de manera adecuada. Los restos de las personas que mueren deben mantenerse aislados y luego ser enterrados por profesionales entrenados de manera adecuada, utilizando un equipo de seguridad y protección adecuados.
El Ébola es la enfermedad más peligrosa conocida en la historia de la humanidad. Pero los médicos están teniendo más éxito que nunca tratando la enfermedad, gracias al tratamiento temprano y agresivo. Y con la posibilidad del desarrollo de una vacuna en un futuro cercano, es posible que el Ébola se convierta en una especie de viruela, u otra enfermedad, que ya no existe.
Nota: Toda la informacion incluida en este material tiene propositos educacionales solamente. Si necesita servicios para diagnostico o tratamiento, tenga a bien consultar con su medico de cabecera.
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