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Un quiste fetal abdominal es una burbuja de líquido contenida en una especie de saco similar a un globo que se encuentra dentro del vientre en un feto (un bebé que todavía no ha nacido).
Un feto puede tener un quiste abdominal o varios quistes abdominales. Los tipos más frecuentes de quistes abdominales son los siguientes:
En los fetos de sexo femenino, el tipo más frecuente de quiste abdominal es el quiste ovárico.
Un quiste puede causar problemas si:
Los quistes fetales abdominales no suelen provocar problemas a menos que aumenten mucho de tamaño. Un quiste de gran tamaño puede ejercer presión sobre los pulmones del bebé en proceso de desarrollo y sobre otros órganos. Esto puede causar problemas como:
Los quistes no suelen causar ningún síntoma durante el embarazo.
A veces los médicos pueden palpar el quiste en el vientre del bebé después de que nace. Otros síntomas de los quistes fetales abdominales son los siguientes:
Los quistes que midan más de 2 pulgadas (5 cm) de ancho también pueden causar:
La mayoría de los quistes fetales abdominales ocurren cuando un error accidental en el proceso de crecimiento normal crea una capa adicional o burbuja que se llena de líquido. Los médicos no saben por qué ocurre. No hay nada que puedan hacer los futuros padres para impedir que al bebé se le forme un quiste fetal abdominal.
Los quistes ováricos suelen ocurrir porque el feto se expone a las hormonas de su madre. No hay nada en absoluto que pueda hacer una mujer embarazada para impedir que se forme este tipo de quistes en su feto antes de nacer.
Un quiste fetal abdominal no es un cáncer.
Las ecografías prenatales ordinarias suelen permitir detectar los quistes fetales abdominales. Un especialista en técnicas de diagnóstico por la imagen (o radiólogo) estudiará los siguientes aspectos del quiste:
Estudiando las imágenes del quiste y cómo cambia ante una presión suave, el radiólogo puede ser capaz de saber de qué tipo de quiste se trata. Saber de qué tipo de quiste se trata ayuda a los médicos a saber qué tipo de cuidados especiales necesitará el bebé, en el caso de que los necesite, cuando nazca y durante las primeras semanas de vida.
Si la ecografía prenatal no muestra qué tipo de quiste presenta el bebé, el radiólogo puede:
Los médicos pueden planificar el tratamiento de un quiste fetal abdominal basándose en:
El obstetra (médico especializado en el embarazo) y el radiólogo irán revisando el estado del quiste mediante ecografías cada pocas semanas hasta el momento del nacimiento. Los médicos trabajan en equipo para decidir si conviene o no hacer un parto por cesárea. Pero la mayoría de los bebés con quistes fetales abdominales nacen por parto vaginal.
A veces es necesario operar para extraer el quiste (quistectomía) a fin de impedir que el quiste obstruya el tubo digestivo o una torsión del quiste. Los cirujanos pediátricos suelen usar una cirugía mínimamente invasiva (laparoscopia) para extraer los quistes.
Después de nacer, los bebés se dejan de exponer a las hormonas de sus madres. Por lo tanto, los quistes ováricos tienden a desaparecer por sí solos durante los primeros meses de vida. El médico del bebé irá revisando las ecografías del bebé con regularidad para asegurarse de que el quiste ha desaparecido.
Un quiste ovárico de gran tamaño, es decir, uno que mida más de dos pulgadas (5 cm) de ancho, puede retorcerse sobre sí mismo y obstruir, por compresión, los vasos sanguíneos que llegan y que salen del ovario. Para impedir que esto ocurra, los médicos suelen:
En los quistes ováricos de menor tamaño, el médico del bebé pedirá que le hagan una ecografía durante las primeras semanas de vida para:
Si el quiste no desaparece por sí solo, el médico es posible que recomiende una quistectomía para extraérselo al bebé.
A veces, el tratamiento de un quiste ovárico requiere extraer el ovario. Pero el ovario del otro lado puede liberar suficientes hormonas y óvulos para el desarrollo sexual normal del bebé y para que, si se trata de una niña, se puede quedar embarazada más adelante.
Nota: Toda la informacion incluida en este material tiene propositos educacionales solamente. Si necesita servicios para diagnostico o tratamiento, tenga a bien consultar con su medico de cabecera.
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