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La retinitis pigmentosa es una afección de base genética que conduce a la perdida de la visión a lo largo del tiempo. Primero, una persona pierde la visión nocturna, y más adelante, pierde la visión diurna.
A menudo, las personas con retinitis pigmentosa tienen otros problemas oculares que afectan a la visión, como opacidad del cristalino (cataratas) o inflamación de la retina.
En la mayoría de los casos de retinitis pigmentosa, la pérdida de la visión empieza alrededor de los 10 años de edad y continúa durante la etapa adulta. A veces, esta afección puede empezar antes o después de los 10 años de edad.
La pérdida de la visión ocurre muy lentamente. Cuando empieza, el niño puede:
Este tipo de problemas se suelen poner de manifiesto durante las actividades habituales del niño. Por ejemplo, un niño puede empezar a:
La retina es una fina capa de tejido ubicada en el fondo del ojo. Recibe luz y la convierte en señales eléctricas que viajan hacia el cerebro, lo que nos permite ver la imágenes. La retina está compuesta por unas células sensibles a la luz llamadas bastones y conos.
En la retinitis pigmentosa, con el paso del tiempo, los bastones, que nos ayudan a ver por la noche, desaparecen. Más adelante, los conos, que nos ayudan a ver en colores por el día, también desparecen.
A veces, las retinitis pigmentosa se da por familias u ocurre en personas con algunos tipos de síndromes. Hay otras personas que la desarrollan sin contar con antecedentes familiares ni síndromes.
Si se trata de una afección que se da en el seno de una familia, las pruebas genéticas pueden indicar si un niño tiene probabilidades de desarrollar una retinitis pigmentosa antes de que le aparezcan los síntomas.
Cuando un niño presenta síntomas de retinitis pigmentosa, un médico especializado en los ojos (u oftalmólogo) le:
El oftalmólogo le puede pedir pruebas, como las siguientes:
No existe ningún tratamiento para curar la retinitis pigmentosa ni para recuperar la visión perdida. A veces, hacer cambios en la dieta y tomar vitaminas puede enlentecer un poco la pérdida de la visión. Los médicos pueden recomendar que los niños con retinitis pigmentosa lleven gafas de sol para evitar la fuerte luz solar cuando salgan al exterior.
Si los niños con retinitis pigmentosa tienen otros problemas oculares que pueden empeorar su visión (como unas cataratas o inflamación de la retina), estos problemas sí se pueden tratar.
Si su hijo tiene una retinitis pigmentosa, hable con un asesor genético para averiguar:
Siga las instrucciones del oftalmólogo de su hijo sobre cualquier cambio en la dieta, la toma de vitaminas y el uso de una protección especial con respecto a la luz solar.
También puede encontrar más información y más apoyo por internet en:
Nota: Toda la informacion incluida en este material tiene propositos educacionales solamente. Si necesita servicios para diagnostico o tratamiento, tenga a bien consultar con su medico de cabecera.
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