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Un tumor rabdoide hepático es un cáncer que empieza en el hígado y que luego se suele extender rápidamente a otras partes del cuerpo. Estos tumores son muy poco frecuentes y se suelen dar en bebés y en niños pequeños. Los tumores rabdoides también pueden afectar a otras partes del cuerpo, como los riñones y el cerebro.
Un niño con un tumor rabdoide puede tener:
Las células sanas tienen una forma de asegurarse de que crecen tal y como deben crecer. Si algo va mal en las células, pueden empezar a crecer de una forma descontrolada. La mayoría de las células que crecen sin control y forman un tumor rabdoide hepático han perdido por lo menos un trozo de un gen normal.
Los tumores rabdoides hepáticos se suelen desarrollar en los primeros años de vida. La edad de diagnóstico promedio es la de 15 meses.
Un médico que sospeche que un niño podría tener un tumor rabdoide en el hígado lo explorará y pedirá algunas pruebas. Entre las pruebas que puede pedir, se incluyen las siguientes:
Los médicos suelen tratar los tumores rabdoides hepáticos con una combinación de cirugía y quimioterapia. De ser posible, los niños con cáncer deben ir a centros médicos especializados en el tratamiento del cáncer infantil.
El tratamiento dependerá de:
La cirugía es necesaria para curar los tumores rabdoides hepáticos. Pero, debido al tamaño del tumor, no es posible operar a la mayoría de los niños en el momento en que reciben el diagnóstico.
Se suele usar la quimioterapia, aunque generalmente solo es parcialmente eficaz para encoger (o reducir de tamaño) el tumor rabdoide.
La radioembolización (o Y90) es un tipo de tratamiento que emite altas dosis de radiación directamente al tumor hepático a través del torrente sanguíneo. El radiólogo introduce un catéter diminuto (un tubito de plástico) por la ingle y lo hace llegar a la arteria más próxima al tumor. Este procedimiento protege la mayor parte del tejido hepático normal de los efectos del Y90.
El Y90 se puede usar como tratamiento principal en aquellos tumores hepáticos que no responden bien a la quimioterapia. También se usa cuando los tumores reaparecen o no se encogen lo suficiente como para poderlos extraer en una operación.
La radioembolización transarterial (RETA), que dirige altas dosis de radioterapia directamente al interior del tumor.
La quimioembolización transarterial (QETA), que dirige partículas de quimioterapia directamente al tumor.
La ablación del tumor, que es cuando los médicos destruyen los tumores usando pequeñas agujas que los calientan o los enfrían.
A veces, se debe extraer el hígado por completo para tratar el cáncer. El hígado es un órgano vital y, en estos casos, el niño tendrá que hacerse un trasplante de hígado.
Los tumores rabdoides hepáticos deben ser tratados por un equipo de profesionales de la salud, que incluya especialista en:
Hay investigaciones que se están haciendo para mejorar el tratamiento de los tumores rabdoides hepáticos. Si a su hijo lo están tratando de un tumor rabdoide hepático, usted no tiene que enfrentar la situación estando solo. Para encontrar apoyo, hable con el médico de su hijo o con el trabajador social del hospital. Hay muchos recursos disponibles para ayudarlos a atravesar esta difícil situación.
También puede encontrar información y apoyo por internet en:
Nota: Toda la informacion incluida en este material tiene propositos educacionales solamente. Si necesita servicios para diagnostico o tratamiento, tenga a bien consultar con su medico de cabecera.
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