Muchas madres que amamantan a sus hijos se extraen leche usando una bomba para que se la den a sus hijos otras personas cuando ellas no estén con ellos. Aquí verá cómo conservar su leche materna de una manera segura, cómo descongelarla y cómo calentarla.
Puede congelar y/o refrigerar la leche materna después de extraérsela. Consérvela en botellas transparentes provistas de tapa de rosca, recipientes de plástico duro y tapa hermética o en bolsas para la leche materna (bolsas pre-esterilizadas diseñadas con este propósito). A la hora de congelar la leche materna, lo mejor es guardarla en cantidades de 2 a 4 onzas (de 59,1 a 118,2 mililitros), en vez de en mayor cantidad, porque podría sobrar y echarse a perder.
Es conveniente etiquetar cada envase con la fecha en la que se extrajo la leche (y el nombre de su hijo si va a dejar la leche en la guardería).
Para bebés sanos y nacidos a término:
Es posible que encuentre fuentes con otras recomendaciones sobre la cantidad de tiempo durante el que se puede conservar la leche materna a temperatura ambiente, en una nevera y en un congelador. Si tiene dudas o preguntas, consulte al médico de su hijo.
Puede descongelar la leche de dos maneras diferentes:
No use nunca el microondas para calentar leche materna. El microondas puede crear peligrosos "puntos calientes" en la leche materna, que podrían quemar al bebé en la boca. Además, el calor del microondas puede destruir importantes nutrientes y proteínas de la leche, como los anticuerpos, que ayudan a proteger a su bebé de las enfermedades.
En cuanto a la leche materna esté descongelada, úsela en un plazo máximo de 24 horas. No la vuelva a congelar. Una vez que su bebé empiece a tomar el biberón, use la leche antes de que pasen 2 horas.
La leche materna congelada o refrigerada puede tener un aspecto diferente al de la leche materna fresca; es algo completamente normal. Es normal que la leche materna inicial tenga una tonalidad anaranjada y que la leche madura tenga una tonalidad ligeramente azulada, amarilla o marrón cuando se refrigera o se congela. Además, es posible que se separe en dos capas: una más cremosa y otra más ligera y más parecida a la leche. Si ocurre esto, simplemente revuélvala con cuidado para mezclar ambas partes.
La leche descongelada puede tener olor o sabor a jabón debido a la descomposición de las grasas de la leche. Sigue siendo segura de tomar, y la mayoría de los bebés no tendrán ningún problema al beberla. Si a su bebé no le gusta, puede calentar la leche hasta que llegue a su primer hervor (formación de burbujas alrededor de los bordes de la cazuela) inmediatamente después de extraérsela y luego enfriarla y congelarla rápidamente. Esto impide que las enzimas descompongan las grasas de la leche.
Antes de usarlos por primera vez, lave y esterilice las tetinas, los biberones y las piezas lavables de la bomba de extracción de leche (por ejemplo, los protectores del pezón y otras piezas que entren en contacto con sus pechos o la leche) hirviéndolos durante 5 a 10 minutos. Siga las instrucciones del fabricante sobre durante cuánto tiempo debe hervir las piezas de la bomba de extracción de leche.
También puede esterilizar las piezas con un esterilizador para microondas, pero hervirlas tiene el mismo efecto y no cuesta nada. Después de cada uso, lave los biberones, las tetinas y las piezas de la bomba de extracción de leche con agua jabonosa (o colóquelos dentro del lavavajillas).
Nota: Toda la informacion incluida en este material tiene propositos educacionales solamente. Si necesita servicios para diagnostico o tratamiento, tenga a bien consultar con su medico de cabecera.
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