Todos los niños y adolescentes se sienten estresados en algún momento. El estrés es una respuesta normal a los cambios y los desafíos. Y la vida está llena de ellos, incluso durante la infancia.
Solemos pensar que el estrés es algo negativo, causado por malos acontecimientos. Pero los acontecimientos positivos que están por llegar (como una graduación, las vacaciones o actividades nuevas) también pueden provocar estrés.
Los niños y adolescentes sienten estrés cuando hay algo que requiere que se preparen, adapten o protejan. Sienten estrés cuando algo que les importa está en riesgo. Con frecuencia, los cambios causan estrés; aun cuando el cambio sea para mejor.
El estrés tiene una finalidad. Es una señal para prepararse.
En cantidades pequeñas y cuando los niños cuentan con el apoyo adecuado, el estrés puede ser un impulso positivo. Puede ayudar a los niños a estar a la altura de un desafío. Puede ayudarlos a hacer los esfuerzos necesarios para alcanzar una meta, concentrar sus esfuerzos y cumplir con plazos. Este tipo de estrés positivo permite que los niños desarrollen habilidades y fortalezas internas que reciben el nombre de "resiliencia".
Si el estrés o la adversidad son muy intensos, graves, duraderos o repentinos, pueden superar la capacidad del niño para afrontar la situación. El estrés puede ser nocivo cuando los niños no dejan de estar estresados ni un minuto o cuando no cuentan con el apoyo o las habilidades que necesitan para afrontarlo. Con el paso del tiempo, el estrés excesivo puede afectar la salud física y mental de los niños.
Como padre, usted no puede evitar que sus hijos sientan estrés. Pero sí puede ayudar a los niños y adolescentes a hacer frente a la situación. Puede hacer lo siguiente:
El estrés positivo es el estrés breve que los niños y los adolescentes sienten al enfrentar un desafío. Puede ayudarlos a prepararse y concentrarse. Puede motivarlos a alcanzar sus metas, a hacer las cosas o intentar cosas nuevas. Tal vez sientan estrés positivo antes de un examen, un partido importante o un recital. Cuando enfrentan el desafío, el estrés desaparece.
El estrés positivo les da a los niños la posibilidad de crecer y aprender.
He aquí un ejemplo: La presión diaria de llegar a la escuela a horario hace que los niños se pongan los zapatos, junten sus cosas y vayan a esperar el autobús. Pero si los niños no saben cómo usar ese estrés positivo o no tienen las habilidades necesarias para afrontarlo, podría desatarse una carrera frenética hacia el autobús que deje alterados tanto a los niños como a los padres.
Qué pueden hacer los padres: cuando se trate de la preparación para la escuela por la mañana (o cualquier otro momento de estrés normal) podemos estar tentados de intervenir y preparar todo por el niño. Pero esto no ayuda a los niños a aprender a aprovechar el estrés positivo. Por el contrario, enséñeles a sus hijos cómo prepararse pero no lo haga por ellos. Esto requiere más tiempo y paciencia, pero vale la pena.
Este tipo de estrés positivo puede llevar a los niños a adaptarse y a adquirir las habilidades necesarias para afrontar la situación. Puede prepararlos para manejar desafíos y oportunidades más importantes.
Muchos niños y adolescentes enfrentan adversidades o acontecimientos vitales. Algunos se enferman o deben permanecer en un hospital. Otros tienen padres que se divorcian. Algunos enfrentan la muerte de un ser querido, se mudan a un nuevo vecindario o van a una nueva escuela. Cualquiera de estos acontecimientos vitales pueden causar estrés.
Cuando los niños enfrentan acontecimientos vitales complejos, tal vez sientan estrés de forma intermitente por unos días o semanas, hasta que se adaptan.
Qué pueden hacer los padres: Los padres pueden ofrecer mayor apoyo y estabilidad. Escuche a su hijo y hable con él. Ayúdelo a sentirse seguro y amado. De ser posible, hágale saber lo que debe esperar. Hable sobre lo que ocurrirá, qué puede hacer para enfrentar la situación y de qué manera lo ayudará. Consuélelo y demuéstrele su cariño. Establezca rutinas sencillas que lo ayuden a sentirse a gusto.
Incluso los acontecimientos vitales que consideramos positivos pueden resultar estresantes. Una gran fiesta de cumpleaños, el primer día del año escolar, la graduación, las vacaciones o un viaje pueden causar estrés en los niños y adolescentes.
Qué pueden hacer los padres: Los padres pueden ayudar a sus hijos pequeños y adolescentes a prepararse para lo que vendrá. Hable sobre cómo será la situación y céntrese en los aspectos positivos. Permita que, en la medida de lo posible, los niños opinen sobre los planes. Escuche lo que piensan y cómo se sienten. Si están estresados, hágales saber que es normal y que pueden enfrentar esta situación. Usted estará con ellos para lo que necesiten.
Cuando los acontecimientos vitales complejos provocan estrés que dura más que unas pocas semanas, se dice que el estrés es crónico. El estrés crónico es complejo para los niños si no desaparece ni por un minuto o si no cuentan con el apoyo que necesitan o las habilidades para afrontar la situación y contrarrestar el estrés.
Tener una enfermedad grave que se prolonga durante mucho tiempo puede causar estrés crónico. Lo mismo ocurre con la pérdida de uno de los padres o un familiar cercano, o al atravesar una adversidad prolongada. Y hacer frente a algunas situaciones, como la discriminación, el racismo y la violencia con armas de fuego puede provocar estrés crónico. Con el paso del tiempo, el estrés de este tipo puede afectar la salud física y mental de los niños y adolescentes. Pero hay cosas que pueden prevenir los efectos nocivos del estrés crónico.
Qué pueden hacer los padres:
Este es el estrés que acompaña a los acontecimientos traumáticos graves, intensos o repentinos. Los traumas, como los accidentes o las lesiones graves, las amenazas, el abuso o la violencia pueden desencadenar este tipo de estrés.
Los padres pueden intervenir para proteger a sus hijos cuando saben que están siendo maltratados o acosados. Pero no siempre es posible proteger a los niños de todos los tipos de traumas. Si los niños y adolescentes sufren estrés traumático, los padres pueden ayudarlos a recibir la atención y el cuidado que necesitan para recuperarse.
Qué pueden hacer los padres:
Nota: Toda la informacion incluida en este material tiene propositos educacionales solamente. Si necesita servicios para diagnostico o tratamiento, tenga a bien consultar con su medico de cabecera.
© 1995-2025 KidsHealth ® Todos los derechos reservados. Imagenes proporcionadas por iStock, Getty Images, Corbis, Veer, Science Photo Library, Science Source Images, Shutterstock, y Clipart.com