Article Translations: (English)
A medida que los niños crecen, se enfrentan a nuevos desafíos. Comenzar la escuela. Conocer nuevos amigos. Aprender a nadar. Competir en los deportes. Aprender a conducir. Cada nueva situación puede sentirse como un gran paso.
Cuando los niños y los adolescentes enfrentan nuevas situaciones, suelen sentir una combinación de emociones. Enfrentar algo nuevo puede resultar estresante, aun cuando sea algo positivo. Es normal sentirse entusiasmado por el futuro y preocuparse por si estarán preparados para manejarlo.
La preocupación no es algo malo en sí mismo. Puede resultar útil siempre y cuando no sea muy duradera, no se vuelva muy intensa o no sea muy frecuente.
La preocupación es una señal de advertencia. Es una respuesta natural a un gran acontecimiento, cambio o desafío. La preocupación es una manera de anticiparse con el pensamiento y las emociones: "¿Estoy preparado para esto? ¿Qué ocurrirá? ¿Es seguro continuar? ¿Qué necesito hacer para estar preparado? ¿Cómo lo haré? ¿Qué puedo hacer si estoy nervioso?".
Analizar la parte que más los preocupa (con calma y el apoyo de sus padres) puede ayudar a los niños a prepararse para lo que les espera. Cuando los niños se sienten preparados, pueden concentrarse en aquello que están esperando.
A veces, los niños evitan las cosas que les resultan nuevas o un desafío. Pero hacer cosas nuevas (que sean seguras y adecuadas para su edad) ayuda a los niños a crecer. Con cada nuevo desafío, pueden adquirir habilidades y confianza.
Los padres pueden ayudar a sus hijos pequeños y adolescentes a enfrentar cosas nuevas sin permitir que la preocupación los acobarde. He aquí cómo:
A veces, las preocupaciones empeoran con el paso del tiempo. Cuando los niños se preocupan demasiado, les resulta difícil disfrutar de la escuela, las actividades o los amigos. Las preocupaciones pueden comenzar a afectar el sueño y la alimentación. Posiblemente causen sentimientos de ansiedad y miedo en los niños y los lleven a evitar cosas que podrían disfrutar. Las preocupaciones de este tipo pueden ser un signo del trastorno de ansiedad.
Si su hijo tiene preocupaciones, estrés o ansiedad que parecen demasiado difíciles de manejar, hable con el médico de su hijo o con un médico especializado en salud mental. La ansiedad en la infancia puede mejorar con el tratamiento y el apoyo adecuados.
Nota: Toda la informacion incluida en este material tiene propositos educacionales solamente. Si necesita servicios para diagnostico o tratamiento, tenga a bien consultar con su medico de cabecera.
© 1995-2025 KidsHealth ® Todos los derechos reservados. Imagenes proporcionadas por iStock, Getty Images, Corbis, Veer, Science Photo Library, Science Source Images, Shutterstock, y Clipart.com