Article Translations: (English)
Si padeces una diabetes, ya sabes que es importante controlar las concentraciones de azúcar en sangre (o las concentraciones de glucosa en sangre). Tienes que mantener estables esas concentraciones. El hecho de tener una concentración excesiva de azúcar en sangre puede hacer que te encuentres fatal, y si la tienes a menudo, puede ser muy malo para tu salud.
La concentración de glucosa en sangre es la cantidad de glucosa que contiene la sangre. La glucosa es un azúcar que procede de los alimentos que comemos, y también se forma y se almacena dentro del cuerpo. Es la principal fuente de energía de las células de nuestro cuerpo, y se transporta a todas y a cada una de esas células a través del torrente sanguíneo.
Hiperglucemia es la palabra médica que se usa para referirse a concentraciones altas de azúcar en sangre. La hiperglucemia ocurre cuando el cuerpo no puede fabricar insulina (diabetes tipo 1) o bien cuando no responde adecuadamente a la insulina (diabetes tipo 2). El cuerpo necesita insulina para que la glucosa contenida en la sangre pueda entrar en las células del cuerpo, que la utilizan como fuente de energía. En las personas que han desarrollado una diabetes, la glucosa se acumula en la sangre, provocando una hiperglucemia.
Tener demasiado azúcar en la sangre durante largos periodos de tiempo puede causar problemas de salud graves si no se trata. La hiperglucemia puede dañar los vasos sanguíneos que llevan sangre a órganos vitales, lo que puede incrementar el riesgo de enfermedades de corazón, accidentes cerebrovasculares, enfermedades renales, problemas en la vista y problemas neurológicos. Estos problemas no suelen afectar a niños ni adolescentes que hace pocos años que padecen una diabetes. Pero pueden aparecer en la etapa adulta en algunas personas con diabetes, sobre todo si no se han tratado o no han controlado bien su enfermedad.
Las concentraciones de azúcar en sangre se consideran altas cuando están por encima de los márgenes de referencia considerados normales. El equipo médico que lleva tu diabetes te indicará cuáles son esos márgenes en tu caso en concreto.
Controlar la diabetes es como un triple malabarismo porque debes tener en cuenta las siguientes tres cosas:
Estas tres cosas deben estar bien equilibradas. Si alguna de ellas se descompensa, lo mismo puede ocurrir con tu concentración de azúcar en sangre. Por lo general, un exceso de azúcar en sangre puede estar provocado por:
El hecho de tener una concentración alta de azúcar en sangre de forma aislada no suele ser motivo de alarma; es algo que le ocurre de vez en cuando a todo el mundo que tiene diabetes. Pero, si tienes muchas hiperglucemias, explícaselo a tus padres y al equipo médico que lleva tu diabetes. Tal vez sea necesario modificar las dosis de insulina o tu plan de alimentación, o tal vez tengas algún problema en el equipo de administración de los medicamentos, como una bomba de insulina que no funciona bien. En cualquier caso, asegúrate de pedir ayuda para normalizar tu concentración de azúcar en sangre.
Los signos de la hiperglucemia incluyen:
Para tratar la hiperglucemia, primero hace falta saber qué es lo que la ha provocado. El equipo médico que lleva tu diabetes te dará recomendaciones específicas para mantener las concentraciones de azúcar en sangre dentro de unos márgenes saludables. Pero hay formas de manejar las principales causas de la hiperglucemia:
Motivo de la hiperglucemia: | Qué hacer: |
No tomar suficiente insulina u otro medicamento para la diabetes |
|
No seguir correctamente tu plan de alimentación (como comer en exceso en una ocasión especial sin ajustar las dosis de los medicamentos para la diabetes) |
|
No hacer suficiente ejercicio físico |
|
Enfermedad o estrés |
|
Utilizar otros medicamentos que aumenten la concentración de azúcar en sangre |
|
No te preocupes demasiado por tener una concentración alta de azúcar en sangre de tanto en tanto. Pero si tienes hiperglucemias repetidamente, deberías comentárselo a tu médico.
Cuando el cuerpo no tiene suficiente insulina, la glucosa permanece en la sangre y no puede entrar en las células para que la utilicen como fuente de energía. Esto puede ocurrir, por ejemplo, cuando una persona se salta una dosis de insulina o cuando sus necesidades de insulina aumentan súbitamente (como cuando está enferma por una gripe) y no se han reajustado las dosis como convendría.
Cuando el cuerpo no puede utilizar la glucosa como combustible, empieza a utilizar la grasa. Cuando ocurre esto, se liberan a la sangre unas sustancias químicas llamadas cuerpos cetónicos o cetonas. Algunos de estos cuerpos cetónicos, al igual que la glucosa sobrante, se eliminan a través de la orina.
Una concentración elevada de cuerpos cetónicos en sangre puede ser problemática porque hace que la sangre se vuelva ácida. Una cantidad excesiva de ácido en la sangre altera el equilibrio químico del organismo y provoca los síntomas que se relacionan a continuación. En las personas con diabetes, este problema recibe el nombre de cetoacidosis diabética, abreviada como CAD. La cetoacidosis diabética es una afección muy grave que, si no se trata, puede conducir al coma o incluso a la muerte. Lo bueno es que se puede prevenir y se puede tratar.
La cetoacidosis diabética se da más a menudo en personas que tienen una diabetes tipo 1, pero a veces se puede dar en personas con una diabetes tipo 2.
Los síntomas de la cetoacidosis diabética no se suelen presentar todos a la vez; por lo general, van apareciendo lentamente en el transcurso de varias horas. Las personas con cetoacidosis diabética pueden:
Estos síntomas están provocados por el hecho de tener una concentración excesiva de azúcar en sangre, algo que suele ocurrir antes de que una persona desarrolle una cetoacidosis diabética. Si la persona no recibe tratamiento, puede presentar los siguientes signos de cetoacidosis diabética:
¿Cómo puedes saber si tienes una cetoacidosis diabética? Puesto que los síntomas de la cetoacidosis diabética se parecen a los de la gripe, es importante que te midas la concentración de azúcar en sangre y de cuerpos cetónicos en orina (o en sangre) cuando te encuentres mal o cuando creas que podrías tener síntomas de cetoacidosis diabética.
Puesto que los cuerpos cetónicos aparecen en la orina (así como en la sangre), la concentración de cuerpos cetónicos se puede medir en casa analizando una muestra de pis. Si la prueba de orina da negativo, suele significar que los síntomas no se deben a una cetoacidosis diabética.
Sigue tu plan de control de la diabetes sobre cuándo te debes medir la concentración de cuerpos cetónicos y qué deberías hacer si obtuvieras un resultado positivo. En algunos casos, es posible que tu equipo médico tenga que usar unas tiras reactivas especiales para medir también tu concentración de cuerpos cetónicos en sangre.
La cetoacidosis diabética es muy grave, pero se puede tratar si vas al médico o al hospital de inmediato. Para encontrarse mejor, una persona con cetoacidosis diabética necesita recibir insulina y líquidos por vía intravenosa (VI), es decir, a través de un tubito que se introduce en una vena del cuerpo.
Informa a tus padres o a alguien de tu equipo médico si presentas cualquiera de los síntomas de cetoacidosis o si te encuentras mal y no sabes qué tomar para controlar tu diabetes.
Lleva siempre una pulserita o collar de identificación médica donde ponga que eres diabético. Así, si no te encuentras bien, quienquiera que te ayude sabrá que debe pedir ayuda médica. Esta identificación médica también puede contener el teléfono de tu médico o el de uno de tus padres.
Por bien que se cuiden, las personas con diabetes a veces tendrán alta la concentración de azúcar en sangre. Pero la mejor forma de evitar problemas consiste en mantener unas concentraciones de azúcar en sangre lo más cerca posible de los valores normales, lo que implica seguir al pie de la letra tu plan de control de la diabetes. Midiendo tu concentración de azúcar en sangre varias veces al día, podrás saber cuándo está demasiado alta. Entonces te la podrás tratar y ayudarás a prevenir la cetoacidosis diabética.
La hiperglucemia no siempre provoca síntomas, y una persona diabética que no se mide a menudo la concentración de azúcar en sangre puede estar teniendo concentraciones de azúcar lo bastante altas como para dañar a su cuerpo incluso sin darse cuenta. Los médicos pueden utilizar la prueba de la hemoglobina glicosilada (abreviada como HbA1c) para saber si una persona ha estado teniendo concentraciones altas de azúcar en sangre durante un tiempo, incluso aunque no haya presentado síntomas claros de hiperglucemia.
Aquí tienes otros consejos para evitar las concentraciones altas de azúcar en sangre y prevenir la cetoacidosis diabética:
Nota: Toda la informacion incluida en este material tiene propositos educacionales solamente. Si necesita servicios para diagnostico o tratamiento, tenga a bien consultar con su medico de cabecera.
© 1995-2025 KidsHealth ® Todos los derechos reservados. Imagenes proporcionadas por iStock, Getty Images, Corbis, Veer, Science Photo Library, Science Source Images, Shutterstock, y Clipart.com