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Predecir sentimientos
Imagina estar en esta situación: Un amigo te invita a una fiesta. Te enteras de que todas las muchachas de tu grupo están invitadas, con excepción de Paula. ¿Cómo crees que se sentirá Paula cuando lo sepa?
A. enfadada
B. triste
C. dolida
D. excluida
E. confundida
F. nerviosa
G. avergonzada
H. indiferente
Posiblemente ya hayas encontrado la respuesta al ponerte en su lugar e imaginarte cómo te sentirías. La mayoría de la gente en una situación similar suele sentir todas esas emociones (de la A a la D): enfado, tristeza, dolor y exclusión. No es muy probable que alguien en esta situación se sienta confundida, nerviosa, avergonzada o indiferente.
Poder predecir la manera en la que otras personas se sentirán es parte de la inteligencia emocional. Es una aptitud que todos podemos desarrollar con la práctica.
Cuando somos capaces de entender de qué manera otros se sienten, podemos guiar nuestras interacciones con ellos. Por ejemplo, en el ejemplo de la fiesta que se indicó anteriormente, qué pasa si Paula pregunta: "¿Vas a ir a la fiesta de Regan? Saber que a ella no la han invitado, probablemente afecte la manera en la que respondas. Es posible que digas (o que evites decir) lo siguiente:
A. "Sí, voy a ir. — ¿Y tú?"
B. "Sí, voy a ir. Me siento mal de decírtelo. ¿Es verdad que no te invitó?"
C. "¡Sí, todos van!"
D. "¡Por supuesto que voy! ¡Va a ser la mejor fiesta del año!"
E. "Sí. Lamento que no te hayan invitado. No creo que haya sido la intención de Regan hacerte sentir mal; escuché que los padres de Regan sólo la dejan invitar a unas pocas personas".
Si no supieras que Paula no ha sido invitada, hubieras contestado A, C o D. Pero como sabes toda la historia, es probable que tengas en cuenta sus sentimientos y respondas B o E. Las respuestas como la C y la D se hacen cuando piensas que seguramente la otra persona ha sido invitada.
A veces se obtiene más información acerca de una situación de lo que una persona no dice: Parte de la inteligencia emocional es saber leer las señales que las personas transmiten, y tenerlas en cuenta.
Por ejemplo, Paula se acerca a ti y parece estar triste. Te pregunta: "¿Vas a ir a la fiesta de Regan este sábado?" Sus señales emocionales (lenguaje corporal, expresión facial) te indican que Paula sabe que ella no ha sido invitada. En esta situación, tú puedes responder con la opción A de la lista anterior, pero probablemente selecciones responder con la B o la E.
¿Pero qué tal si Paula se acerca pareciendo estar muy alegre y dice: "Oye, me han dicho que Regan organiza una fiesta este fin de semana. ¿Tú vas?" Al observar su lenguaje corporal, concluyes que "No sabe que no la han invitado y está esperando la invitación".
Si tienes una buena inteligencia emocional es posible que no sepas si debes decirle a Paula que vas a ir a la fiesta, cuando sabes que ella es la única que no ha sido invitada. Si bien es responsabilidad de Paula saber controlar sus emociones, probablemente sientas empatía por ella. Sabes que la manera en que respondas puede ayudarla a sentirse mejor o peor, por lo tanto debes elegir las palabras de acuerdo a esto.
Saber entender a los demás ayuda a predecir lo que otra gente puede sentir en una situación específica, pero también nos ayuda a entender la manera en la que la gente reacciona.
Por ejemplo:
En la clase de las 8 am, tu amigo está sonriente, lleno de energía y es amigable. A la tarde, parece estar triste y con ganas de llorar. ¿Qué crees que ha pasado entre la mañana y la tarde?
A. Se enfadó con su novia, y dejaron de hablar.
B. Pasó el examen de álgebra del cuarto período.
C. Acaba de saber que no fue aceptado en el equipo de básquet.
D. La maestra de química le dio muchos deberes.
E. Simplemente tuvo un mal día.
Seguramente descartaste la opción B: La inteligencia emocional te dice que la reacción de tu amigo es más bien el resultado de no haber pasado un examen en vez de haber aprobado. Si tu amigo tuvo un mal día o mucha tarea (opciones D o E), seguramente estaría estresado o cansado; no estaría al punto de llorar. Al eliminar esas opciones, te deja las que con más probabilidad estén afectando a tu amigo: opciones A o C.
Las personas que son capaces de comprender a otros pueden percibir sus sentimientos ("Creo que se va a sentir muy mal si le digo eso"). Pueden comprender por qué la persona reacciona de una cierta manera ("Entiendo perfectamente por qué se enojó de esa manera. ¡Claro!"). Saber comprender lo que otros sienten, la manera en la que reaccionan y actúan, nos ayuda a crear mejores relaciones.
No siempre es fácil predecir o comprender lo que siente otra persona. Algunas personas son mejores determinando esto que otras, pero toda la gente puede mejorar con la práctica. Saber comprender se reduce a saber observar y escuchar.
Si ves que alguien se tropieza y se cae, probablemente hagas un gesto de dolor y digas ¡Ay!, como si te hubiera pasado a ti. Tenemos la tendencia natural de sentir lo que otra gente siente simplemente al observarla. Los científicos creen que existe una razón biológica por la cual hacemos esto. Creen que hay células cerebrales denominadas "neuronas especulares" que se activan tanto cuando uno hace algo como cuando otra persona lo hace.
Haz lo siguiente para desarrollar tu capacidad de observación:
Las personas que saben comprender, saben escuchar. Los estudios de investigación indican que cuanto más capacidad tiene una persona para escuchar, más conectada se siente esa persona con la que está hablando. Esto produce un sentimiento de conexión e intimidad.
La mayoría de la gente considera que sabe escuchar. Después de todo, escuchar parece ser algo simple y básico. Pero, por lo general, estamos tan ocupados pensando lo que queremos decir que no escuchamos en la medida que querríamos. A continuación te indicamos algunas maneras de desarrollar tu capacidad para escuchar:
Una vez que has formado una capacidad para comprender a otros, ¿cómo utilizas este conocimiento? Si eres como la mayoría de las personas, usarás estos conocimientos para ayudar y apoyar a la gente que es importante en tu vida. Esto se llama compasión, y la compasión nos ayuda a crear relaciones. Para ser más compasivo, intenta hacer lo siguiente:
Aún el acto más simple de compasión puede formar una conexión social positiva (trata de saludar a alguien que esté almorzando solo y fíjate cómo esto te hace sentir). Los científicos ahora saben que tener fuertes conexiones sociales puede tener un efecto importante en nuestra salud y felicidad, y hasta permitirnos vivir más tiempo.
Nota: Toda la informacion incluida en este material tiene propositos educacionales solamente. Si necesita servicios para diagnostico o tratamiento, tenga a bien consultar con su medico de cabecera.
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