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A veces, cuando dos personas casadas ya no desean vivir juntas ni continuar casadas, el divorcio es la mejor opción. Cuando ocurren cambios en la familia, pueden aparecer muchas emociones, pero obtener más información sobre los divorcios puede hacer que te resulte más sencillo afrontarlo.
Los padres se divorcian por muchos motivos, como los siguientes:
Sin importar la razón por la que tus padres se separen, los problemas son entre ellos. No se debe a algo que tú hayas hecho o dejado de hacer. Algunas personas creen que si hubiesen evitado las discusiones ayudando más en la casa, portándose mejor o teniendo mejores calificaciones, el divorcio no habría ocurrido. Es normal sentirse así y preocuparse por lo que pasó, pero tú no tienes la culpa.
Si tus padres se están divorciando, es probable que tengas muchos sentimientos. Tus emociones también pueden cambiar mucho. Tal vez te sientas estresado, enojado, frustrado o triste. Quizás desees proteger o culpar a uno de tus padres por la situación. Es posible que te sientas abandonado, asustado, preocupado o culpable. Tal vez también te sientas aliviado, en especial si ha habido mucha tensión o peleas en el hogar. Estos sentimientos son normales y muy frecuentes.
Según lo que ocurra en tu familia, tal vez debas adaptarte a muchos cambios. Entre ellos podrían estar una mudanza, un cambio de escuela o pasar tiempo con cada uno de tus padres por separado. Quizás también tengas que hacer frente al maltrato entre tus padres si están enojados por cosas que ocurrieron antes del divorcio o durante el divorcio.
También puede haber cambios positivos. Muchas personas se dan cuenta de que sus padres en realidad están más felices después del divorcio. O quizás desarrollen nuevas y mejores maneras de relacionarse con sus dos padres cuando tienen la posibilidad de pasar tiempo a solas con cada uno de ellos.
Cuando los padres deciden separarse, es necesario hacer frente a muchas cosas, pero los siguientes consejos pueden ayudarte:
Rompe el silencio. Que tus padres ya no deseen estar juntos puede resultar confuso; hazles las preguntas que tengas. Intenta elegir un momento en el que todos estén tranquilos. Si te resulta difícil hablar, escríbeles una carta.
Si tus padres se pelean o se tratan muy mal, diles que eso te molesta. Pueden intentar actuar mejor cuando están contigo o tú puedes salir de la habitación. Tus sentimientos son importantes.
Ten presente que no tienes que “escoger un bando”. Algunos padres intentan que los hijos escojan a uno de los padres. Hazles saber a tus padres que quieres pasar tiempo y hablar con los dos, sin que el otro se muestre celoso, herido o enojado.
Habla con otras personas. Cuéntale a un adulto en quien confíes cómo te sientes. Puede ser un maestro, un terapeuta, el consejero escolar o un líder religioso (como un ministro o un rabino). Habla también con tus amigos. Si sus padres se divorciaron, pueden darte consejos. En muchas comunidades y escuelas existen grupos de apoyo y contención para personas cuyos padres se divorciaron. Realmente puede ser de ayuda hablar con otras personas de tu edad que estén atravesando experiencias similares.
Concéntrate en la escuela y tus demás actividades. Continúa con el trabajo de la escuela y con los clubes y los deportes de los que ya formas parte. Cuando hay cambios en el hogar, mantener estas cosas iguales puede ser de ayuda.
Come bien y duerme lo suficiente. Si estás triste, tal vez quieras comer comida chatarra y quedarte despierto hasta tarde haciendo cosas como mirar videos. Pero comer alimentos saludables y descansar mucho, hará que tu cuerpo se sienta mejor. También te será más fácil hacer frente a los momentos y las emociones complejas.
Encuentra maneras de aliviar el estrés. Si estás preocupado, hay muchas cosas que pueden ayudarte a sentirte mejor. Pon en práctica algunas de las siguientes recomendaciones:
Que tus padres vuelvan a estar juntos no es algo que dependa de ti. Muchas personas esperan que ese deseo se cumpla e incluso intentan hacer cosas que creen que podrían funcionar para lograrlo. Respetar las normas del hogar y obtener buenos resultados en la escuela tal vez haga felices a tus padres, pero eso no significa que se olviden del divorcio. Lo contrario también es cierto. Si te metes en problemas para que tus padres tengan que hablar sobre la transgresión de las reglas, no lograrás que vuelvan a estar juntos.
Si ves que no logras sentirte mejor con el divorcio de tus padres o tus preocupaciones afectan tu vida cotidiana, cuéntaselo a un adulto de confianza quien podrá ponerte en contacto con un terapeuta. Los terapeutas tienen mucha experiencia con familias divorciadas, por eso pueden escucharte y enseñarte tácticas para hacer frente a la situación.
El divorcio puede ser un desafío, pero tal vez descubras algunos aspectos positivos que no esperabas. Algunas personas desarrollan habilidades de compasión y cuidado cuando un hermano menor necesita su apoyo y contención. Los hermanos que tienen edades similares tal vez formen lazos más estrechos y aprendan a contar más con el otro. Además, afrontar bien un divorcio puede hacerte más fuerte y maduro. Pedir ayuda durante el proceso y hacerle frente de maneras saludables puede ayudarte a superarlo.
Nota: Toda la informacion incluida en este material tiene propositos educacionales solamente. Si necesita servicios para diagnostico o tratamiento, tenga a bien consultar con su medico de cabecera.
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