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Cómo evitar la sala de emergencias si tienes asma

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Acudir a la sala de emergencias es el último recurso para una persona con asma. Si el ataque de asma realmente está fuera de control y si el medicamento no surte efecto u olvidaste tu inhalador, debes buscar ayuda de emergencia para tu problema respiratorio.

La buena noticia es que puedes prevenir las visitas a la sala de emergencias si sigues los pasos necesarios para mantener el asma bajo control. Continúa leyendo para saber cómo manejar el asma y evitar acudir a la sala de emergencias.

Planificación anticipada

Cuando obtener ayudaHaz un plan. Realiza un plan personalizado junto con tu médico para controlar el asma (también denominado plan de acción para el asma). Este plan debe ser realista y debe ajustarse a tu vida cotidiana. Tu plan debe describir el tratamiento diario, detallar cuáles son los síntomas que debes vigilar y brindar instrucciones paso a paso sobre qué debes hacer cuando sufres un ataque de asma.

Toma el control. Una vez que tengas un plan, úsalo para tomar el control. Incluye en tu agenda los requisitos diarios del plan, como tomar los medicamentos antes de realizar ejercicio, para no olvidarte de cumplirlos. Lleva una copia del plan contigo, así sabrás qué hacer si tienes un ataque de asma. No tengas miedo de hablar con tu médico si sientes que el plan no funciona. Él o ella puede ajustarlo para que éste sea más eficaz.

Evita los desencadenantes. Tu médico debería poder ayudarte a descubrir los desencadenantes que podrían provocarte un ataque de asma. Entre estos se encuentran el humo de tabaco, los animales, los ácaros del polvo, el polvo, el moho, el polen, los perfumes, la aspirina, cambios en el clima, el aire frío, el ejercicio y las infecciones respiratorias. Una vez que conozcas cuáles son tus desencadenantes, puedes intentar evitarlos.

Toma tu medicamento de control. Los medicamentos de control surten efecto durante períodos prolongados para prevenir ataques de asma. Según la gravedad de tu asma, es posible que tengas que tomar los medicamentos de control todos los días, aunque te sientas bien. Es tentador saltear estos medicamentos diarios y muchas personas caen en la trampa de pensar que pueden tomar medicamentos de rescate cuando sufran un ataque. Sin embargo, esto aumenta las probabilidades de sufrir un ataque y de que éste sea más grave.

Lleva el inhalador contigo. Los medicamentos de rescate pueden ayudarte durante un ataque, por lo tanto, no los olvides cuando salgas de tu casa. Muchas visitas a la sala de emergencias por asma suceden porque la persona olvidó su inhalador. Esto significa que debes hacer los arreglos necesarios para tenerlos en la escuela, en los encuentros deportivos y cuando viajas.

Conoce los signos tempranos de un ataque de asma. El asma se presenta de diferentes formas en todas las personas. Algunas personas tosen solamente por las noches, mientras que otras tienen ataques siempre que se resfrían o realizan ejercicios al aire libre. Conoce tu asma y presta atención a lo que sucede antes de un ataque, de modo de conocer las señales de advertencia tempranas. Es posible que estas señales no signifiquen definitivamente que se presentará un ataque, pero pueden ayudarte a planificar con anticipación.

Medidor de flujo respiratorio máximo

Un medidor de flujo respiratorio máximo puede ser un instrumento muy útil para determinar si estás por sufrir un ataque de asma. Tu médico podrá decirte qué rango de valores debes controlar.

Otras señales de advertencia tempranas de un ataque de asma incluyen:

  • respiración sibilante
  • tos, incluso si no tienes tos persistente o no estás resfriado
  • opresión en el pecho
  • dificultad para respirar al realizar actividades
  • carraspeo
  • respiración rápida o irregular
  • incapacidad para mantenerte sentado o parado quieto
  • fatiga inusual
  • dificultad para dormir

Tu plan de acción para el asma debe indicarte cómo manejar los signos tempranos de un ataque de asma. Esto puede implicar el uso de los medicamentos de rescate o un ligero ajuste de los medicamentos de control.

Los ataques ocurren, por supuesto. Para evitar acudir a la sala de emergencias o al consultorio de tu médico cuando sufras un ataque, es importante seguir el plan de acción para el asma cuidadosamente y con calma. La mayoría de los ataques, cuando se tratan como lo indicó el médico, pasarán rápidamente y no requerirán una visita a la sala de emergencias.

Signos de que debes acudir a la sala de emergencias

A pesar de que hagas todo lo posible, puede suceder que sufras un ataque de asma ocasional. No te avergüences de pedir ayuda de emergencia si crees que lo necesitas.

Estas son algunas de las situaciones que requieren atención de emergencia:

  • Tomas los medicamentos para el asma pero el ataque no mejora.
  • Te sientes algo mejor después de haber tomado los medicamentos, pero los síntomas regresan rápidamente.
  • Presentas una respiración sibilante frecuente y una tos persistente.
  • Observas que tus labios y uñas tienen un color azulado o grisáceo.
  • Tienes dificultades para respirar, hablar o caminar.

Si te sientes cómodo al respecto, puedes contarle a tus amigos que tienes asma. Pueden ayudarte si alguna vez sufres un ataque grave.

A pesar de que el asma puede ser peligrosa, si se controla adecuadamente, rara vez pone en peligro la vida de una persona. Hay estudios que demuestran que, por lo general, los inusuales casos de muerte por asma se deben a que las personas no tomaron sus medicamentos según lo indicado y tenían antecedentes de ataques de asma graves y reiterados, y atención de emergencia.

Si tomas el asma en serio y trabajas para controlarlo, quizás nunca debas acudir a una sala de emergencia.

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Nota: Toda la informacion incluida en este material tiene propositos educacionales solamente. Si necesita servicios para diagnostico o tratamiento, tenga a bien consultar con su medico de cabecera.

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