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Los problemas relacionados con el sueño son frecuentes en la segunda mitad del primer año de vida de un bebé. Algunos bebés reclaman la presencia de sus padres y se ponen a llorar a media noche, tranquilizándose en cuanto perciben que mamá o papá está cerca. Esto se debe a la ansiedad de separación, una etapa normal del desarrollo que ocurre durante estos meses.
Si ocurriera esto, actúe como con los demás despertares nocturnos, dé a su bebé unos minutos para que se tranquilice él solo. De ser necesario, tranquilice brevemente a su pequeño sin sacarlo de la cuna.
La mayoría de los bebés de esta edad deben dormir de 12 a 16 horas en cada período de 24 horas, incluyendo un sueño ininterrumpido de 9 a 12 horas por la noche. Lo más probable es que su bebé siga haciendo dos siestas en las horas de luz. Algunos bebés hacen siestas de unos 30 minutos, mientras que otros las hacen de hasta 2 horas.
La Academia Americana de Pediatría (AAP) recomienda compartir la habitación con el bebé sin compartir la cama con él hasta su primer cumpleaños o, por lo menos, hasta que tenga seis meses, cuando el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante (SIDS) es más alto.
Compartir la habitación con el bebé consiste en acostar al bebé en una cuna, cunita portátil o moisés dentro de la habitación de sus padres, en vez de dejarlo dormir en una habitación independiente. Esto permite tener al bebé cerca por la noche y facilita las tomas, así como la posibilidad de consolarlo y de supervisarlo por la noche.
Aunque compartir la habitación con el bebé es seguro, poner al bebé a dormir en la cama junto a usted no lo es. Compartir la cama con el bebé aumenta el riesgo de SMSL y de otras muertes relacionadas con la conducta de dormir.
Siga las siguientes recomendaciones para que el ambiente de su pequeño para dormir sea seguro:
Es posible que ya haya iniciado una rutina para la hora de acostarse y que la esté siguiendo al pie de la letra. Si todavía no la ha iniciado, ahora es un buen momento para empezar. Las actividades tranquilizadoras que orientan hacia la noche y el descanso nocturno pueden ayudar a relajar a su bebé. Un baño caliente, seguido de un cuento o de una canción le señalarán el final del día; y puede utilizar las mismas actividades durante los próximos años.
A usted le interesa que su bebé concilie el sueño por sí solo. Eso significa que debe aplicar la rutina de acostarlo y dejar al bebé en la cuna mientras esté somnoliento pero todavía despierto. Si el bebé llora, manténgase alejado de él durante unos minutos. Es posible que se tranquilice solo y se ponga a dormir.
Si continúa llorando, vuelva junto a él e intente tranquilizarlo sin sacarlo de la cuna. Esto se puede repetir varias veces hasta que su bebé se dé cuenta de que llorar no le está dando resultado; es decir, que no sirve para que lo saquen de la cuna. Esto puede ser duro para los padres, porque les disgusta tener que escuchar el llanto de su bebé. Si usted sabe que su hijo está seguro (que no tiene hambre, no está mojado ni sucio y no se encuentra mal), está bien que lo deje un rato solo para que se tranquilice.
Si su hijo continúa llorando y reclamando su presencia, unas cuantas palabras tranquilizadoras ("Mamá está aquí, pero es hora de dormir") pueden bastar. Intente alargar el tiempo entre esas intervenciones hasta que, por fin, su hijo se quede dormido.
Hasta los bebés que llevan un tiempo durmiendo de un tirón por la noche, a veces se pueden despertar de madrugada, como los adultos. Espere un ratito para dejar que el bebé se quede dormido por sí solo. Deje que el bebé se queje durante unos pocos minutos antes de responder; y luego, después de comprobar que todo está bien, deje solo al bebé para que concilie el sueño.
Cuando su bebé se despierte por la noche y reclame su presencia, tranquilícelo asegurándole que usted está allí. Luego transmítale el mensaje de que necesita volver a conciliar el sueño. Lo mejor podría ser darle una suave palmadita en la espalda y nada más. Si usted es firme y consistente sobre cómo enseñar a su bebé a volver a conciliar el sueño por sí solo y sin su ayuda, esta etapa debería ser bastante breve.
Recuerde: abrazar, alimentar o hablar a su bebé cuando se despierta a media noche puede favorecer que su pequeño se despierte con regularidad para recibir este tipo de atenciones.
Puede ser difícil saber responder a las necesidades de su bebé de la manera adecuada. Pero este es el momento en que se deben sentar las bases para tener noches de sueño reparador para toda la familia de cara al futuro.
Si hay algo que le preocupa sobre el sueño de su bebé, hable con su médico.
Nota: Toda la informacion incluida en este material tiene propositos educacionales solamente. Si necesita servicios para diagnostico o tratamiento, tenga a bien consultar con su medico de cabecera.
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