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El síndrome de Turner es una afección de origen genético que solo afecta a las mujeres. Afecta aproximadamente a 1 de cada 2.500 niñas.
Las niñas que lo padecen suelen ser de menor estatura que el promedio y son estériles debido a la pérdida de la función ovárica.
El síndrome de Turner se debe a una anomalía cromosómica.
Generalmente, una persona tiene 46 cromosomas en cada célula, divididos en 23 pares, entre los que se incluye el par de los cromosomas sexuales. La mitad de los cromosomas que se heredan proceden del padre y la otra mitad proceden de la madre. Los cromosomas contienen genes, que determinan los rasgos de cada individuo, como el color de los ojos y la estatura. Las niñas tienen típicamente dos cromosomas X (son XX), pero las niñas con síndrome de Turner solo tienen un cromosoma X o bien les falta una parte en uno de sus cromosomas X.
El síndrome de Turner no está causado por algo que hayan hecho o que hayan dejado de hacer los padres de la niña. Se trata de un error aleatorio en la división celular que ocurre cuando se están formando las células reproductoras de los padres.
Las niñas que nacen con esta afección solo en algunas de sus células tienen un síndrome de Turner en mosaico. A menudo, los signos y síntomas son más leves en estas niñas que en aquellas que presentan ese error en todas sus células.
La mayoría de las niñas con síndrome de Turner que no reciben tratamiento son más bajas que sus compañeras de la misma edad, con una estatura final promedio en la etapa adulta de 4 pies con 7 pulgadas (aproximadamente 140 cm), y pueden presentar otros rasgos físicos relacionados.
Entre ellos, se incluyen los siguientes:
Las niñas con síndrome de Turner no tienen el desarrollo ovárico típico. No suelen desarrollar todas las características sexuales secundarias (los cambios corporales que suelen ocurrir durante la pubertad) y son estériles (no se pueden quedar embarazadas de forma natural) en la etapa adulta. De todos modos, los avances en la tecnología médica, como el tratamiento hormonal y la fecundación in vitro, pueden ayudar a ser madres a las mujeres con esta afección.
Otros problemas de salud que se pueden asociar al síndrome de Turner son las anomalías renales (riñones) y cardíacas (corazón), la hipertensión arterial (tensión arterial alta), la obesidad, la diabetes, los problemas en la glándula tiroidea, las infecciones de oído asociadas a pérdidas auditivas y el desarrollo óseo anormal.
Las niñas con síndrome de Turner suelen tener una inteligencia normal, pero algunas de ellas tienen problemas de aprendizaje, sobre todo en las matemáticas. Muchas de ellas también lo pasan mal cuando tienen que resolver tareas que requieren habilidades espaciales, como la lectura de mapas o la organización visual. Los problemas auditivos son frecuentes en las niñas con síndrome de Turner.
Su riesgo de padecer problemas psicológicos no es mayor, pero algunas niñas con síndrome de Turner tienen problemas de autoestima o con su imagen corporal o pueden tener TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad).
A pesar de sus diferencias corporales y de otros problemas asociados a este síndrome, si una niña con síndrome de Turner recibe una atención médica adecuada, intervención precoz y apoyo continuo, podrá llevar una vida normal, sana y productiva.
Durante una exploración física, el médico puede detectar algunas de las características físicas propias del síndrome de Turner. Estas características varían considerablemente; algunas niñas presentan muchas características o síntomas, mientras que hay otras que solo presentan una cantidad reducida de rasgos.
Para diagnosticar un síndrome de Turner, los médicos utilizan un análisis de sangre especial que estudia los cromosomas, llamado cariotipo. Los resultados que indican la presencia de un síndrome de Turner muestran la presencia de solo 45 cromosomas, en vez de 46. Algunas niñas con síndrome de Turner tienen dos cromosomas X, pero hay uno al que le falta un trozo.
Antes de nacer, se puede detectar esta afección a través de una prueba prenatal no invasiva que permite obtener el cariotipo. La prueba se puede hacer con el líquido amniótico que rodea al feto, tejido de la placenta materna o sangre materna. Pero estas pruebas no ofrecen resultados definitivos para diagnosticar un síndrome de Turner. Después de nacer, los médicos pueden hacer el diagnóstico a partir del cariotipo o del microarrays (análisis de la micromatriz) del bebé.
Puesto que el síndrome de Turner es un trastorno cromosómico, no tiene cura. Pero hay varios tratamientos que pueden ayudar:
Consultar pronto con un pediatra del desarrollo y hacer pruebas de cribado cognitivo pueden ayudar a las niñas con síndrome de Turner que tengan problemas de aprendizaje. Se puede utilizar un conjunto especial de pruebas (llamadas pruebas de evaluación psicopedagógica) para identificar problemas específicos. El médico de su hija le indicará si estas pruebas son o no apropiadas para ella.
Es importante evaluar las capacidades intelectuales, de aprendizaje y motoras, así como la madurez social de la niña antes de que vaya a un jardín de infancia. Si se detectan problemas de aprendizaje, las estrategias preventivas y de intervención precoz pueden ayudar mucho.
Las niñas con síndrome de Turner pueden tener problemas médicos específicos y rasgos físicos asociados al síndrome que padecen. Pero usted puede hacer mucho, ayudando a su hija a desarrollar habilidades para la vida diaria y que le permitan afrontar situaciones nuevas o desafiantes.
(Nota: Los problemas relacionados con la estatura pueden ser menos importantes en aquellas niñas que hayan crecido gracias al tratamiento con la hormona de crecimiento.)
Aunque es cierto que el síndrome de Turner puede afectar a su hija de muchas formas distintas, se trata solo de una pequeña parte de cómo es. Si la necesita, pida ayuda al médico de su hija, a su pediatra del desarrollo u a otros especialistas médicos y profesionales de la salud mental.
Nota: Toda la informacion incluida en este material tiene propositos educacionales solamente. Si necesita servicios para diagnostico o tratamiento, tenga a bien consultar con su medico de cabecera.
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