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Los niños con pérdida auditiva o hipoacusia, tienen problemas para oír o entender algunos o todos los sonidos. Esto puede ocurrir cuando hay un problema en:
Entre los tipos de pérdida auditiva, se incluyen los siguientes:
Hay muchas cosas que pueden llevar a tener una pérdida auditiva, pero a menudo no se logra dar con la causa. Las pérdidas auditivas son más probables si un niño:
Puede costar bastante saber si un niño tiene una pérdida auditiva, sobre todo si es pequeño o un bebé. Los niños con pérdidas auditivas tal vez no respondan a los sonidos ni al habla. Y pueden tener retrasos en el desarrollo del lenguaje. Hable con el médico si su hijo no alcanza los siguientes hitos evolutivos de la audición durante su primer año de vida:
Cuando su hijo deje de ser un bebé, otros signos de una posible pérdida auditiva son los siguientes:
Algunos problemas auditivos se desarrollan de forma gradual después del nacimiento y otros aparecen más adelante. Si le preocupa la audición de su hijo, hable con su médico. Es posible que su hijo tenga que visitar a un especialista en audición, o audiólogo, para que le haga una evaluación completa de la audición.
Es mejor abordar los problemas auditivos pronto, porque su tratamiento es más eficaz cuando se inicia antes de los 6 meses de edad. Por eso, a todos los recién nacidos se los somete a pruebas de cribado auditivo antes de salir del hospital.
Si su bebé no fue sometido a estas pruebas de cribado antes de volver a casa, ha nacido en casa o en un centro de partos naturales, haga que le evalúen el oído durante las 3 primeras semanas de vida. No pasar una prueba de cribado auditivo no significa que un bebé tenga una pérdida auditiva, pero sí significa que se debería volver evaluar su audición lo antes posible, idealmente cuando tenga un mes de vida. Si entonces le detectan una pérdida auditiva, deberá iniciar el tratamiento de inmediato.
Los niños con una audición normal, deben seguir siendo sometidos a pruebas auditivas en sus revisiones regulares. Se suelen volver a hacer pruebas de cribado auditivo cuando los niños tienen 4, 5, 6, 8 y 10 años de edad, y luego en la preadolescencia y la adolescencia. El médico de su hijo le evaluará la audición en cualquier otro momento en que le preocupe.
El tratamiento dependerá del tipo de pérdida auditiva que tenga un niño, cuál sea su gravedad y cuál sea su causa. Los niños con pérdidas auditivas permanentes deben consultar con un equipo de especialistas que incluya a un audiólogo, un otorrinolaringólogo, un logopeda y un especialista en educación (pedagogo).
Algunas pérdidas auditivas pueden mejorar con tratamientos médicos, terapia y cirugía. Las opciones incluyen las siguientes:
Audífonos.Los audífonos suben el volumen de los sonidos. Los bebés con pérdidas auditivas permanentes que llevan audífonos antes de cumplir los 6 meses de edad tienen más probabilidades de mejorar en el desarrollo del lenguaje. No hay un único estilo o fabricante de audífonos que sea mejor para todos los niños. El audiólogo de su hijo los ayudará a escoger un audífono basándose en sus propias necesidades. La mayoría de los niños con pérdida auditiva en ambos oídos llevan dos audífonos.
Sistemas de frecuencia modulada (FM). Un sistema de FM ayuda a reducir el ruido de fondo y hace que la voz del hablante se oiga más fuerte. El hablante (como un profesor) lleva puesto un diminuto micrófono y un transmisor. El transmisor envía una señal eléctrica hacia un receptor sin cable que el niño lleva en la oreja o directamente dentro del audífono. Es portátil, de modo que también se puede usar en casa y en otros lugares donde haya mucho ruido de fondo.
Los implantes cocleares pueden ayudar a los niños con pérdidas auditivas tan graves que los audífonos más potentes no permiten amplificar el sonido lo suficiente como para que el niño pueda oír bien. Estos dispositivos se implantan quirúrgicamente y cumplen la función de las partes del oído que no estaban funcionando bien. Estimulan el nervio auditivo directamente. Con entrenamiento y terapia, los niños con implantes cocleares pueden aprender a oír y a hablar bien.
La habilitación auditiva ayuda a niños que nacen con pérdidas auditivas a aprender a escuchar y a comunicarse. Puede incluir la terapia auditivo-verbal (TAV), la logopedia, la lectura de labios o aprender el lenguaje de señas americano (ASL, por sus siglas en inglés). El audiólogo y el médico trabajarán con usted y con su hijo para encontrar la mejor manera de que el niño se comunique. Los niños que pierden la audición cuando son mayores también aprenden estas técnicas de comunicación a través de la llamada "rehabilitación auditiva".
Incluso una pérdida auditiva leve puede causar problemas en el habla, el lenguaje, el aprendizaje y las habilidades sociales. Por eso, los bebés y los niños pequeños con problemas auditivos deben recibir una intervención precoz, un servicio que ofrece tratamiento gratuito en cada estado si los niños cumplen los requisitos necesarios. Los niños mayores que cumplan esos requisitos podrán recibir educación especial cuando empiecen a ir a la escuela. Recibir esta ayuda lo antes posible es la mejor manera de prevenir posibles retrasos y de mejorar el desarrollo en estos niños.
También puede encontrar más información y apoyo en línea en:
Nota: Toda la informacion incluida en este material tiene propositos educacionales solamente. Si necesita servicios para diagnostico o tratamiento, tenga a bien consultar con su medico de cabecera.
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