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Aunque puedas tener esa sensación, cuando te duele la cabeza, no te está doliendo el cerebro. El cerebro te informa de cuándo te duelen otras partes del cuerpo, pero es incapaz de sentir dolor.
La mayoría de los dolores de cabeza afectan a los nervios, los vasos sanguíneos y los músculos que cubren la cabeza y el cuello de la persona. A veces, los músculos o los vasos sanguíneos se inflaman, se tensan o atraviesan otros cambios que estimulan a los nervios circundantes o ejercen presión sobre ellos. Estos nervios envían una ráfaga de mensajes de dolor al cerebro, y eso es lo que provoca el dolor de cabeza.
El tipo más frecuente de dolor de cabeza es el tensional, también conocido como dolor de cabeza por contracción muscular. Ocurre cuando los músculos de la cabeza o del cuello se tensan y se contraen con demasiada fuerza. Esto causa dolor que por lo general se describe como:
Cuando el dolor es especialmente agudo y pulsátil, puede ser un signo de migraña. La migraña no es un dolor de cabeza tan frecuente como el tensional. Pero en aquellos adolescentes que la padecen, el dolor puede ser lo bastante fuerte como para hacerles faltar a clase y/o perderse otras actividades si no lo tratan.
Una importante diferencia entre el dolor de cabeza tensional y la migraña es que esta última a veces provoca malestar general o incluso vómitos. El dolor de cabeza tensional no suele provocar náuseas ni vómitos.
La mayoría de las migrañas duran entre 30 minutos y 6 horas. Aunque hay algunas que pueden durar hasta un par de días. Pueden empeorar con la actividad física o cuando hay mucha luz, olores o sonidos fuertes.
Hay muchas cosas diferentes que pueden desencadenar un dolor de cabeza. La mayoría de los dolores de cabeza están relacionados con:
Las siguientes infecciones también pueden provocar dolores de cabeza en algunas personas:
En algunos adolescentes, los cambios hormonales también pueden causar dolores de cabeza. Por ejemplo, algunas chicas tienen dolor de cabeza justo antes de tener la menstruación o, con regularidad, en otros momentos del ciclo menstrual.
Los dolores de cabeza son frecuentes a cualquier edad.
Las migrañas suelen ser hereditarias. Por lo tanto, si uno de tus padres, un abuelo u otro miembro de la familia las padece, tienes más probabilidades de tenerlas tú también. Algunas personas son sensibles a ciertas cosas (llamadas desencadenantes) que les pueden desencadenar migrañas, como algunos alimentos, el estrés, cambios en el patrón de sueño o, incluso, el tiempo que hace.
Si crees que tus dolores de cabeza pueden ser de tipo migrañoso, es conveniente que vayas al médico para que te los trate y para que te enseñe formas de evitar tenerlos en primer lugar. A veces basta con aprender a hacer ejercicios de relajación o introducir algunos cambios en los hábitos alimentarios o de sueño. Pero, si es necesario, el médico también te puede recetar un medicamento para ayudar a controlar tus dolores de cabeza.
También deberías ir al médico si presentas algunos de estos síntomas aparte del dolor de cabeza:
Si vas al médico por tus dolores de cabeza, lo más probable es que te explore y que revise tu historial médico para intentar saber qué puede estar provocándote los dolores de cabeza.
Es posible que el médico te pregunte sobre:
Es posible que el médico también te pida análisis de sangre o pruebas de diagnóstico por la imagen, como una tomografía axial computada (TAC) o una resonancia magnética (RM), ambas del cerebro, para descartar posibles problemas médicos.
A veces, los médicos de familia o de cabecera derivan a las personas con dolores de cabeza que ellos consideran que podrían ser de tipo migrañoso o bien un síntoma de un problema más grave a un especialista llamado neurólogo, un médico que tiene una formación especializada en el cerebro y el sistema nervioso.
Es muy raro que los dolores de cabeza sean un signo de algo grave. Pero ve al médico si tienes dolor de cabeza más de tres veces al mes o un dolor que:
La mayoría de los dolores de cabeza remiten si la persona descansa o duerme. Cuando te duela la cabeza, acuéstate en una habitación fresca, oscura y silenciosa y cierra los ojos. Te puede ayudar el hecho de ponerte un paño húmedo y fresco en la frente o sobre los ojos. Relájate. Respira pausada y profundamente.
Si el dolor de cabeza persiste o es muy fuerte, tal vez prefieras tomar un medicamento contra el dolor (o analgésico) de venta sin receta médica, como el paracetamol o el ibuprofeno. Lo puedes comprar en cualquier farmacia o droguería con distintos nombres, y es posible que el farmacéutico también disponga de la forma genérica de ambos medicamentos. Es una buena idea evitar tomar aspirina para el dolor de cabeza, porque puede provocar una enfermedad muy poco frecuente pero peligrosa llamada síndrome de Reye.
Si tienes que tomar analgésicos de venta sin receta más de dos veces a la semana para tratar tus dolores de cabeza, o si resulta que estos medicamentos no te alivian el dolor, habla con tu médico.
La mayoría de los dolores de cabeza no son un signo de que algo va mal. Pero, si tus colores de cabeza son frecuentes e intensos, tu médico podrá ayudarte de muchas formas distintas, desde recomendarte cambios en la dieta hasta recetarte medicamentos. ¡Y, así, no tendrás que soportar el dolor!
Nota: Toda la informacion incluida en este material tiene propositos educacionales solamente. Si necesita servicios para diagnostico o tratamiento, tenga a bien consultar con su medico de cabecera.
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