El tétanos es una enfermedad grave que afecta a los músculos y los nervios.
La buena noticia es que en Estados Unidos es muy poco frecuente porque todos los bebés reciben una vacuna contra el tétanos. La enfermedad es mucho más común en los países en desarrollo que en los Estados Unidos.
El tétanos es causado por un tipo de bacteria denominada Clostridium tetani que suele vivir en la tierra. Las bacterias producen una toxina (una sustancia química o veneno que daña el cuerpo). Esta toxina se adhiere a los nervios cercanos a la zona de la herida y viaja por el interior de los nervios hasta el cerebro y la médula espinal. Allí interfiere con la actividad normal de los nervios, especialmente con los nervios motores que envían mensajes directos a los músculos.
En los Estados Unidos, la mayoría de los casos de tétanos ocurren después de la contaminación de un corte o una lesión punzante, como la herida provocada por pisar un clavo.
A veces, la lesión es tan pequeña que la persona jamás acude al médico. El tétanos es más común en:
Con frecuencia, el tétanos comienza con espasmos musculares en la mandíbula (denominados trismos). Una persona también puede tener problemas para tragar y rigidez o dolor en los músculos del cuello, los hombros o la espalda. Estos espasmos se pueden extender a los músculos del abdomen, los brazos y los muslos. Los síntomas pueden aparecer días o meses después de la exposición a la bacteria
Una persona con tétanos recibirá tratamiento en el hospital y, por lo general, estará en la unidad de cuidados intensivos. Allí, se suelen administrar antibióticos para matar a la bacteria e inmunoglobulina antitetánica (TIG) para neutralizar la toxina que ya se ha liberado. También se darán medicamentos para controlar los espasmos musculares y es posible que sea necesario ofrecer tratamiento para mantener las funciones vitales del organismo.
La mejor manera de prevenir el tétanos consiste en asegurarse de tener las inmunizaciones al día. Deberías haber recibido:
Después, en la adultez, debes recibir un refuerzo de tétanos y difteria (Td) cada diez años.
También puedes ayudar a prevenir el tétanos si te proteges los pies de heridas profundas o sucias (por ejemplo, clavarse un clavo). Usa calzado con suelas gruesas o sandalias en lugar de estar descalzo, en especial si estás al aire libre.
Si sufres una herida:
Si tienes una herida punzante profunda, en especial en la planta del pie, consulta al médico. Estas son las que se pueden infectar con más facilidad sin el tratamiento adecuado.
Si no sabes si te has dado todas las vacunas contra el tétanos, pregúntale a tus padres o llama al médico. Si han pasado más de diez años desde que te diste el refuerzo de la vacuna contra el tétanos, consulta al médico lo antes posible para ponerte al día con las inmunizaciones.
Si sufres un corte o una herida punzante profundos y han pasado más de cinco años desde la última vez que te diste una vacuna de tétanos, consulta al médico porque es posible que necesites un refuerzo para asegurarte de que estés totalmente inmunizado.
A nadie le gustan las vacunas, pero tener tétanos es más doloroso y más duradero que una vacuna. Por lo tanto, asegúrate de estar al día con las vacunas contra el tétanos y si tienes un corte, consulta al médico para saber si necesitas un refuerzo.
Nota: Toda la informacion incluida en este material tiene propositos educacionales solamente. Si necesita servicios para diagnostico o tratamiento, tenga a bien consultar con su medico de cabecera.
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