Un trastorno de estrés postraumático (TEPT) es una afección mental desencadenada por un trauma.
Una persona con un trastorno de estrés postraumático ha vivido en su carne o ha sido testigo de un suceso traumático. Y presenta síntomas que duran mucho tiempo después de experimentar el trauma. Esos síntomas pueden ser:
La terapia puede ayudar a la gente a recuperarse de un trastorno de estrés postraumático. También necesita comprensión, consuelo y apoyo de sus allegados.
No todo el mundo que experimenta un trauma desarrolla un trastorno de estrés postraumático. De hecho, la mayoría de la gente no lo desarrolla. La mayoría de la gente encuentra maneras de afrontar el trauma y de superarlo. Recibir apoyo y terapia poco después del trauma ayuda mucho.
Un trauma es un suceso estresante que hace que una persona tema por su vida y por su seguridad.
Los acontecimientos traumáticos que pueden llevar a un trastorno de estrés postraumático incluyen:
Los sucesos pueden ser traumáticos incluso si la persona no sufre el peligro en su propia piel. Por ejemplo, ver a alguien sufrir o morir por recibir violencia también puede ser traumático.
Enterarse de que alguien cercano muere súbita y/o violentamente o se suicida también lo puede ser. El duelo puede ser muy intenso en este tipo de pérdidas. Se llama duelo traumático.
Los traumas pueden llevar a desarrollar un trastorno de estrés postraumático, pero no siempre es así. No todo el mundo que experimenta un trauma desarrolla un trastorno de estrés postraumático. De hecho, la mayoría de las personas que pasan traumas no desarrollan un trastorno de estrés postraumático.
Pero casi todas ellas notan los efectos del trauma. Es natural reaccionar ante un suceso profundamente estresante. La mayoría de la gente tendrá sentimientos negativos, pensamientos relacionados con el trauma y otros signos propios del estrés. Estas reacciones se conocen como los síntomas propios de un trastorno de estrés postraumático.
La mayoría de la gente encuentra maneras de afrontar los traumas que ha vivido. Hay personas que son capaces de superar el trauma rápidamente y por sí solas. Pero a todo el mundo le ayuda recibir consuelo y apoyo de sus allegados. La terapia también puede ayudar. A media que la gente afronta el trauma y se va adaptando a los cambios que ha supuesto en su vida, sus síntomas empiezan a mejorar.
El trastorno de estrés postraumático ocurre cuando el trauma supera la capacidad de la persona para afrontarlo. El fuerte estrés del trauma mantiene demasiado activos los sensores cerebrales de la amenaza. Y eso hace que sea muy difícil que la persona se vuelva a sentir segura otra vez. Las personas con un trastorno de estrés postraumático necesitan más ayuda para avanzar en su proceso de afrontamiento. La terapia los ayuda a conseguirlo.
El hecho de que alguien desarrolle un trastorno de estrés postraumático depende de:
Después de un trauma, una persona puede presentar los síntomas propios de un trastorno de estrés postraumático durante varios días o semanas. Esto se llama reacción de estrés agudo. Solo si sus síntomas duran más de un mes, se les podrá diagnosticar un trastorno de estrés postraumático.
El trastorno de estrés postraumático no suele desparecer por sí solo. Recibir tratamiento y apoyo es lo que puede marcar la diferencia.
Los profesionales de la salud mental (como los psicólogos, los psiquiatras y los terapeutas titulados) que tengan experiencia en este trastorno son quienes lo pueden tratar. El tratamiento del trastorno de estrés postraumático puede incluir terapia y/o medicamentos que ayudan a superar la ansiedad, los problemas relacionados con el estado de ánimo y los trastornos del sueño.
El tipo de terapia que se usa para tratar los trastornos de estrés postraumático se llama terapia cognitivo conductual centrada en el trauma. Este tipo de terapia usa la palabra, junto con actividades de aprendizaje, guiadas por un profesional de la salud mental. Este tipo de terapia puede ayudar a cualquier persona que haya vivido un trauma, no solo a aquellas que tengan un trastorno de estrés postraumático. El hecho de recibir terapia poco tiempo después de tener un trauma, ayuda a afrontarlo mejor.
La terapia del trastorno de estrés postraumático suele incluir:
Estos terapeutas también guían a los padres sobre cómo escuchar a sus hijos y cómo mostrarles que los entienden. El apoyo de unos adultos que se preocupan por el paciente y cuidan de él, lo ayuda a abrirse, a sentirse seguro y a recuperarse.
La terapia ofrece a la gente una oportunidad para compartir sus sentimientos sinténdose segura, explicar lo que ha vivido y recibir apoyo. En la terapia, se aprenden habilidades de afrontamiento y de relajación que ayudan a gestionar la ansiedad debida al trauma. Esto facilita que el paciente pueda hablar sobre lo que ha vivido.
En la terapia, las personas aprenden cómo el trauma puede afectar a sus pensamientos, sentimientos y actos. Se aprenden maneras de reformular algunos pensamientos sobre el trauma. Se aprende a despojarse de la culpa y/o de la vergüenza sobre lo que se ha vivido.
Poco a poco, se va aprendiendo a afrontar las cosas que se tendían a evitar. La terapia ayuda a ganar valentía y confianza en uno mismo. Y se aprende a usar los puntos fuertes de cada uno para afrontar las cosas y avanzar.
Si has vivido un trauma o crees que podrías tener un trastorno de estrés postraumático, aquí encontrarás algunas cosas que puedes hacer:
Nota: Toda la informacion incluida en este material tiene propositos educacionales solamente. Si necesita servicios para diagnostico o tratamiento, tenga a bien consultar con su medico de cabecera.
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