Las adenoides (también llamadas "vegetaciones") son una masa de tejido ubicada en la parte posterior del conducto nasal. Al igual que las amígdalas, las adenoides ayudan a mantener sano el cuerpo al atrapar las bacterias y los virus que inhalamos o tragamos.
Las adenoides desempeñan un papel importante en la lucha contra las infecciones en los bebés y en los niños pequeños. Pero se vuelven menos importantes cuando un niño se hace mayor y su cuerpo desarrolla otras formas de luchar contra los gérmenes. En los niños, las adenoides se suelen empezar a encoger aproximadamente cuando tienen unos cinco años de edad y suelen desaparecer en los años de la adolescencia.
Puesto que las adenoides atrapan los gérmenes que entran en el cuerpo, a veces el tejido adenoideo se inflama temporalmente (aumenta de tamaño) mientras intenta luchar contra una infección. Las alergias también pueden aumentar el tamaño de las adenoides.
A veces la inflamación mejora. Pero otras veces, las adenoides se infectan (lo que recibe el nombre de adenoiditis). Si esto ocurre repetidamente, el médico puede recomendar extraerlas. A menudo, las amígdalas y las adenoides se extraen al mismo tiempo.
Los niños con unas adenoides inflamadas o agrandadas pueden:
El médico puede hacer preguntas a su hijo sobre los oídos, la nariz y la garganta, explorarle esas partes del cuerpo y luego palparle el cuello a lo largo de la mandíbula. Para tener una visión más detallada de las adenoides, es posible que solicite una radiografía o que observe el interior del conducto nasal de su hijo con un telescopio diminuto.
Si sospecha una infección de adenoides, el médico puede recetar distintos tipos de medicamentos en forma de pastillas o de jarabe. También le puede recetar esteroides nasales (un líquido en forma se espray nasal) para ayudar a reducir la inflamación de las adenoides.
Una adenoidectomía es la extracción quirúrgica de las adenoides. Es una de las operaciones más frecuentes en los niños, junto con la amigdalectomía (o extracción de las amígdalas).
Si unas adenoides inflamadas molestan a su hijo y él no responde a la medicación, su profesional de la salud le puede recomendar una adenoidectomía.
Un niño con una apnea obstructiva del sueño puede necesitar una radiografía o un estudio del sueño (polisomnograma) antes de operarse. Con este estudio, el médico puede ver cuán obstruída está la nariz. Un otorrinolaringólogo (especialista en oído, nariz y garganta) puede mirar dentro de la nariz del niño con una luz o una cámara.
El profesional de la salud que lleva a su hijo le indicará si debe dejar de tomar algún medicamento durante una o dos semanas antes de la operación. También le indicará cuándo debe dejar de comer y de beber antes de la operación, ya que deberá tener el estómago vacío el día de la adenoidectomía.
Puede ayudar a preparar a su hijo hablándole sobre qué puede esperar en una adenoidectomía.
Un cirujano especializado en otorrinolaringología llevará a cabo la operación dentro de un quirófano. Administrarán a su hijo anestesia general. Esto significa que el anestesista lo observará atentamente y lo mantendrá seguro y cómodamente dormido durante toda la operación.
La cirugía se hace a través de la boca abierta del niño, sin necesidad de hacerle ningún corte en la piel ni de dejarle ninguna cicatriz.
Usted podrá estar al lado de su hijo hasta que lo medique el anestesista, y luego se dirigirá a una sala de espera hasta que concluya la operación.
Una adenoidectomía suele durar entre 20 y 30 minutos, aunque puede durar más.
Su hijo se despertará en el área de reanimación. En la mayoría de los casos, los niños pueden volver a casa el mismo día de la operación. Algunos de ellos pueden tener que pasar la noche en el hospital para estar bajo observación.
El período de recuperación típico tras una adenoidectomía suele suponer unos pocos días de dolor leve y molestias, que pueden incluir dolor de garganta, moqueo nasal, respiración ruidosa y/o mal aliento.
En menos de una semana, todo debería volver a la normalidad y los problemas que provocaban las adenoides deberían haber desaparecido. No habrá que preocuparse por extraer ningún punto, y la zona operada se curará por si sola.
La mayoría de los niños no tienen ningún efecto secundario grave ni otros problemas tras someterse a una adenoidectomía. Pero cualquier operación supone riesgos, como hemorragias, infecciones y problemas con la anestesia. Hable con el médico de su hijo sobre los riesgos y los efectos beneficiosos de la operación antes de que se someta a una adenoidectomía.
Llame al médico si su hijo:
Pida ayuda médica de inmediato si su hijo:
Aunque las adenoides forman parte del sistema inmunitario, el hecho de extraerlas no repercute en la capacidad de un niño para luchar contra las infecciones. El sistema inmunitario tiene muchas otras formas de luchar contra los gérmenes.
Nota: Toda la informacion incluida en este material tiene propositos educacionales solamente. Si necesita servicios para diagnostico o tratamiento, tenga a bien consultar con su medico de cabecera.
© 1995-2025 KidsHealth ® Todos los derechos reservados. Imagenes proporcionadas por iStock, Getty Images, Corbis, Veer, Science Photo Library, Science Source Images, Shutterstock, y Clipart.com