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Si su bebé es prematuro, es posible que espere la llegada del día en que le den el alta hospitalaria con una mezcla de alegría y de preocupación. Es posible que lleve días, semanas y hasta meses esperando el momento de llevarse a su bebé a casa. Pero, cuando por fin llegue el día, puede asustarle bastante el hecho de tener que alejarse de la seguridad de la sala de recién nacidos del hospital.
Si está muy nerviosa por tener que cuidar de su hijo prematuro en casa, recuerde que los profesionales de la salud no envían a casa a los prematuros hasta que ellos está preparados. Con un poco de preparación y planificación, usted también estará preparado.
Antes de recibir el alta hospitalaria, un prematuro debe cumplir algunos requisitos básicos que indican que tiene buena salud y muy pocos problemas médicos. Algunas salas de recién nacidos requieren un peso mínimo para recibir el alta, pero es más frecuente que el personal de la unidad de cuidados intensivos para recién nacidos (UCIN) evalúe al bebé según los siguientes tres criterios:
La mayoría de los prematuros cumplen estos criterios de 2 a 4 semanas antes de alcanzar la fecha pensada inicialmente. Los lactantes que se han sometido a operaciones, que nacieron con problemas de salud o que pasaron semanas conectados a respiradores y al oxígeno tienen más probabilidades de seguir hospitalizados mas allá de esa fecha.
Muchos prematuros no necesitan apoyo médico especializado después de salir del hospital, pero todos ellos necesitan cuidados médicos y evaluaciones regulares. Esto abarca las vacunaciones sistemáticas, generalmente con el mismo calendario que los bebés a término.
Los problemas médicos más frecuentes que han de afrontar los bebés prematuros a largo plazo incluyen los siguientes:
El alta de un bebé prematuro no un hecho aislado, sino un proceso. Este proceso está pensado para asegurarse de que el lactante puede sobrevivir, desarrollarse y crecer bien fuera del hospital, y prepara a los padres para cuidar de su pequeño por sí solos.
Algunos hospitales ofrecen a los padres de los prematuros un período de residencia compartida que permite estar varios días con el bebé en la misma habitación para ganar algo de experiencia en la atención de las necesidades del pequeño. Aunque los bebés dejan de estar en la sala de recién nacidos y sus padres se hacen cargo de él de forma independiente, tienen las seguridad de saber que la ayuda está justo a la salida de la habitación.
Conforme su prematuro vaya avanzando, usted se puede preparar para el gran día y las semanas posteriores haciendo lo siguiente:
Lo antes posible en cuanto nazca su hijo, llame a su compañía médica y pida que añadan a su bebé a su póliza; muchas compañías de seguros requieren que se dé este paso durante los primeros días que siguen al nacimiento del bebé.
Algunas compañías de salud ofrecen visitas de enfermería a domicilio para bebés prematuros o incluso atención domiciliaria más compleja para bebés con problemas médicos. El personal de enfermería y el trabajador social pueden ayudarle a determinar qué cubre su compañía médica en particular.
Así mismo, cree un archivo para la historia médica de su hijo, los estados contables y la correspondencia que es probable que mantenga con el hospital y con su compañía médica.
No espere al último minuto para elegir a un pediatra. A parte de las preguntas habituales, pregúntele si tiene experiencia en tratar a bebés prematuros. Si su hijo va a llegar a casa con algún equipo, como un respirador o se va alimentar por sonda, pregunte al pediatra sobre si tiene experiencia con bebés que tienen necesidades especiales. Si necesita que le recomienden un pediatra con experiencia en bebés prematuros con necesidades especiales, pida consejo al personal de la UCIN.
Programe la primera visita con el pediatra antes de que le den el alta al bebé. Pregunte al personal de la UCIN para cuándo programar la visita, suele ser entre 2 y 4 días después de recibir el alta hospitalaria (a menos que el pediatra ya haya asumido el cuidado del bebé antes de salir de la UCIN).
Comente con el personal de la UCIN si su bebé necesitará beneficiarse de enfermería a domicilio o visitarse con especialistas médicos distintos de su pediatra. En caso afirmativo, pida referencias e información para contactar con estos profesionales de la salud. En algunos casos, los hospitales pueden coordinar las visitas de varios especialistas para que puedan ocurrir en el mismo día. Pegunte si este servicio está disponible en su hospital.
Así mismo, es posible que su bebé deba someterse a unas pocas pruebas ordinarias, como un análisis de sangre y pruebas auditivas y visuales. Asegúrese de que está bien informado sobre la pruebas que necesita el bebé después de la recepción del alta.
Las visitas se seguimiento evolutivo también son importantes para los bebés muy prematuros. Muchos ex-prematuros siguen consultando a especialistas, como los especialistas en intervención precoz, los neurólogos, los oftalmólogos, y los fisioterapuetas, durante varios años para evaluar la visión, la audición, el habla y las habilidades motoras.
A fin de estar preparado para las emergencias, considere la posibilidad de asistir a un curso de técnicas de reanimación cardiopulmonar (RCP) antes de que su hijo llegue a casa. (La formación en RCP es obligatoria para todos los padres cuyos hijos están conectados a monitores de apnea.)
Asegúrese de que su pareja asiste al curso, así como los abuelos o cualquier otro cuidador que vaya a estar a solas con el bebé. Es posible que el personal de la UCIN le pueda recomendar un programa; en algunos hospitales, el personal de la sala de neonatos es el que forma a los padres en técnicas de RCP. La Asociación Americana del Corazón y la Cruz Roja Americana también pueden facilitar información sobre este tipo de formación.
Si van a mandar a casa a su bebé con un equipo especial, como un monitor de apnea o un tanque de oxígeno, le darán información sobre cómo usarlo. Asegúrese de que sabe qué tendría que hacer si algo fuera mal.
Averigüe si su condado o su estado concede pegatinas de aparcamiento preferente a padres de hijos con oxígeno doméstico. Llame a la patrulla de rescate de su localidad para asegurarse de que disponen del equipo necesario para atender a bebés prematuros en situación de emergencia y, si vive en una zona rural, asegúrese de que saben cómo llegar hasta su casa.
Si su bebé es un varón, deberá tomar una decisión sobre la circuncisión. Los bebés a término suelen poder ser circuncidados antes de salir del hospital; por lo general, lo mismo es aplicable a los bebés prematuros sanos.
Antes de dirigirse a casa, su prematuro deberá ir en una silla de seguridad para el automóvil exclusiva para bebés provista de un sistema de arnés de tres puntos o de cinco puntos o bien en una silla de seguridad convertible provista de un sistema de arnés de cinco puntos. La mayoría de las sillas de seguridad se deben modificar con rellenos y apoyos para que la cabeza del prematuro permanezca en una postura que mantenga bien abierta las vías respiratorias. Los prematuros no suelen tener el control muscular necesario para sostener la cabeza ni para moverse si tuvieran problemas para respirar. Pregunte al personal de la UCIN antes de añadir ningún relleno adicional a la silla de seguridad para el automóvil.
A modo de precaución, muchos hospitales hacen que los padres lleven consigo la silla de seguridad para probarla. El bebé se sienta en la silla y se conecta a un monitor cardiopulmonar que evalúa el corazón y la respiración.
Algunos bebés tienen problemas respiratorios que les impiden viajar en sillas de seguridad tradicionales para bebés. Si este fuera el caso de su bebé, comente la posibilidad de utilizar un sistema de retención especial con el neonatólogo o el pediatra de su hijo.
Si su hijo va a tener que estar conectado a oxígeno o a un monitor de apnea en casa, deberán utilizar estos equipos mientras viaje en automóvil. Una vez dentro del automóvil, asegúrelos con cuidado para que, en caso de accidente, no sean peligrosos para los pasajeros. Si tiene cualquier duda sobre si su vehículo es adecuado para llevar al bebé a casa, hable con el personal del hospital antes de salir.
Por sus posibles problemas para respirar, suele ser recomendable que los padres limiten el tiempo que pasa en el automóvil un prematuro a un máximo de una hora. Si tienen pensado viajar durante más tiempo, pegunte al médico si es adecuado para su bebé. Una vez en casa, no deje que el bebé se quede dormido en la silla de seguridad para el coche. En lugar de ello, acuéstelo sobre la espalda en una cuna para dormir.
Aunque es algo que varía de hospital en hospital, espere asistir a una reunión donde se revisarán los cuidados médicos que debe recibir su bebé después del alta hospitalaria, se confirmarán las visitas de seguimiento y le dejarán hacer cualquier pregunta relacionada con su bebé. Toda reunión informativa debe incluir una explicación pormenorizada de las atenciones que debe recibir su prematuro cuando esté en su casa. Asegúrese de que entiende todas las instrucciones y consejos que le den, y haga todas las preguntas que tenga.
Cuando salga del hospital con su bebé, asegúrese de que dispone del número de teléfono de la UCIN del hospital. El personal que atiende esta unidad puede ser un recurso muy valioso, sobre todo durante el lapso de tiempo entre el alta hospitalaria y la primera vista del bebé con su pediatra.
Al principio, verá que puede llevar una vida tranquila y calmada con su prematuro. Puesto que su sistema inmunitario todavía está en proceso de desarrollo, los prematuros corren un mayor riesgo de contraer infecciones. Por lo tanto, deberá adoptar precauciones.
He aquí alguna cosas que debería hacer durante los primeros días para ayudar a su hijo a crecer y desarrollarse:
Los padres pasan una tremenda cantidad de tiempo cuidando de su prematuro durante los primeros meses de vida que pasan en casa. Pero también es importante que usted misma se cuide y que no subestime el estrés que supone dar a luz antes de lo esperado.
Se supone que una mujer debe descansar y tener tiempo para recuperarse entre de 6 y 8 semanas después de tener al bebé, pero el nacimiento de un prematuro puede reducir ese período de recuperación. Encima, esos largos día en la UCIN dejan un lastre, tanto físico como emocional.
Es muy posible que tenga un amplio abanico de emociones durante los primeros meses de vida del bebé. Si su bebé tiene graves problemas de salud, usted se puede enfadar porque está enfermo o lamentarse por la pérdida de ese bebé sano y perfecto con quien soñaba traer a casa. Y, al igual que todas las mujeres que se recuperan de un embarazo, las madres de los prematuros pueden experimentar los cambios hormonales propios de la tristeza posparto y de la depresión posparto.
Para hacer más llevadera la adaptación a vivir con su nuevo bebé, acepte la ayuda de sus parientes y amigos; pueden cuidar a los hermanos del bebé, hacerle recados o limpiarle la casa, para que usted se pueda dedicar a cuidar del bebé o a descansar.
Trátese bien descasando lo suficiente, comiendo bien y haciendo ejercicio con moderación. Busque apoyo y estímulo en médicos, enfermeros, padres experimentados, grupos de apoyo y comunidades de Internet.
Y si se siente muy agobiada o deprimida, no dude en pedir ayuda profesional para que pueda disfrutar plenamente de su nuevo bebé.
Nota: Toda la informacion incluida en este material tiene propositos educacionales solamente. Si necesita servicios para diagnostico o tratamiento, tenga a bien consultar con su medico de cabecera.
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