La distrofia muscular de Becker es un tipo de distrofia muscular, un trastorno de origen genético que reduce progresivamente el volumen de los músculos y los debilita. Causa problemas menos graves que el tipo más frecuente de distrofia muscular: la distrofia muscular de Duchenne.
Los síntomas de la distrofia muscular de Becker van de leves a casi tan graves como los síntomas de la distrofia muscular de Duchenne.
Un niño con distrofia muscular de Becker puede empezar a andar más tarde que la mayoría de los niños. Pero es muy raro que esta enfermedad cause problemas de salud hasta que el niño tenga debilidad muscular en las caderas y en la pelvis en su adolescencia. Los problemas para andar se suelen notar alrededor de los 15 o 16 años.
Un niño con distrofia muscular de Becker puede:
La distrofia muscular de Becker afecta a los músculos de las caderas, la pelvis, los muslos y los hombros, así como al corazón. Los cambios en el músculo cardíaco pueden ocurrir más deprisa que los que tienen lugar en otros músculos. Los niños que presentan los primeros síntomas de esta enfermedad a edades más precoces tienen más probabilidades de tener problemas de corazón que quienes los presentan más tarde.
La distrofia muscular de Becker es progresiva, lo que significa que los problemas van empeorando con la edad. El empeoramiento de los síntomas es más lento en comparación con la distrofia muscular de Duchenne. Los músculos necesarios para respirar tienden a mantenerse lo bastante fuertes como para que no haga falta usar un respirador u otro tipo de ayuda mecánica para respirar.
Los músculos necesitan una proteína llamada distrofina para funcionar. En la distrofia muscular de Becker, el gen que produce esta proteína muta (cambia de alguna manera). Debido a este cambio, que por lo general es heredado (se trasmite de padres a hijos), la proteína no funciona como debería. Esta distrofina defectuosa expone a las células musculares al riesgo de lesionarse al usarlas con normalidad.
Por norma general, el cuerpo repara o sustituye las células lesionadas. Pero en la distrofia muscular de Becker las células dañadas mueren. Y, después de morir, son reemplazadas por tejido graso y cicatrizal.
La distrofia muscular de Becker afecta en mayor medida a los niños que a las niñas. Pero las niñas y las mujeres pueden ser portadoras de este gen defectuoso y tener síntomas leves. También pueden trasmitir el gen a sus hijos.
Los médicos suelen diagnosticar la distrofia muscular basándose en los antecedentes médicos familiares del niño, los síntomas y un examen físico. También pedirán algunas pruebas:
La distrofia muscular de Becker todavía no tiene cura. El tratamiento es una combinación de lo siguiente:
Los niños con distrofia muscular de Becker suelen ser atendidos por equipos formados por médicos y otros expertos en diversas especialidades pediátricas.
Los niños con distrofia muscular de Becker pueden tener vidas largas y activas, y se está investigando mucho para mejorar el tratamiento de esta enfermedad.
Algunas personas afectadas por una distrofia muscular de Becker empiezan a usar sillas de ruedas cuando tienen en torno a 20 años de edad. Pero muchos pacientes de más de 50 años pueden andar sin ayuda o usando bastón, muletas o andadores.
La distrofia muscular de Becker no afecta a los músculos del intestino, los de la vejiga ni a los que participan en la función sexual.
Nota: Toda la informacion incluida en este material tiene propositos educacionales solamente. Si necesita servicios para diagnostico o tratamiento, tenga a bien consultar con su medico de cabecera.
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