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Nuestros cuerpos generan mucho calor. Habitualmente, se enfrían por medio de la transpiración y por la irradiación del calor a través de la piel.
Pero cuando el clima está muy caluroso, hay mucha humedad y otras condiciones, este sistema de enfriamiento natural puede comenzar a fallar y el calor del cuerpo puede elevarse a niveles peligrosos. Esto puede provocar trastornos causados por el calor, como calambres por calor, agotamiento por calor o golpe de calor.
Los calambres por calor son espasmos musculares dolorosos en las piernas, los brazos o el abdomen, que pueden ocurrir durante el ejercicio físico intenso en calor extremo o después de este. La sudoración durante la actividad física intensa hace que el cuerpo pierda sales y líquidos. Es probable que este bajo nivel de sales sea lo que provoca los calambres en los músculos.
El riesgo de calambres por calor se incrementa especialmente en los niños si no beben suficiente líquido. Aunque son dolorosos, los calambres por calor generalmente mejoran cuando los niños beben líquidos y descansan.
Los calambres pueden ser el primer síntoma de un trastorno grave causado por el calor; por lo tanto, es necesario tratarlos inmediatamente para evitar problemas.
Las molestias del niño deberían mejorar si se lo lleva a un lugar fresco, se lo hace reposar y se le dan líquidos. Dele líquidos que contengan sal y azúcar, como las bebidas deportivas. También puede ser útil masajear y estirar suavemente los músculos acalambrados. Alguien con calambres por calor debe reducir la actividad y descansar durante unas horas, incluso después de sentirse mejor.
Si sigue teniendo calambres en una hora, o si la persona que tiene calambres por calor tiene antecedentes de problemas cardíacos o sigue una dieta baja en sodio, debe buscar ayuda médica.
El agotamiento por calor es un trastorno más grave y puede aparecer cuando una persona que se encuentra en un ambiente o clima caluroso no ha bebido suficiente líquido. Entre los síntomas, se encuentran los siguientes:
Si no se trata, el agotamiento por calor puede convertirse en un golpe de calor, un trastorno mucho más grave.
La forma más grave de los trastornos causados por el calor es el golpe de calor. El golpe de calor es una emergencia médica que pone en riesgo la vida.
Cuando hay un golpe de calor, el cuerpo no puede regular su propia temperatura. La temperatura del cuerpo puede llegar a 106 °F (41,1 °C) o incluso más y, si no se trata rápidamente, puede llevar a un daño cerebral o incluso la muerte. Es necesario un tratamiento médico inmediato para controlar la temperatura del cuerpo.
Los niños corren el riesgo de sufrir un golpe de calor si se abrigan mucho o realizan actividad física intensa en climas calurosos sin beber suficientes líquidos.
El golpe de calor también puede ocurrir cuando a un niño se lo deja o se lo encierra accidentalmente en un automóvil en un día caluroso. Cuando la temperatura externa es de 93 °F (33,9 °C), la temperatura dentro de un automóvil puede llegar a los 125 °F (51,7 °C) en tan solo 20 minutos, lo cual incrementa rápidamente la temperatura del cuerpo hasta llevarla a niveles peligrosos.
Si su hijo ha estado al aire libre con temperaturas extremadamente elevadas o en otro ambiente caluroso y presenta uno o más de los siguientes síntomas de golpe de calor, solicite ayuda médica de emergencia:
Mientras espera que llegue la ayuda, haga lo siguiente:
Para ayudar a proteger a los niños de los trastornos causados por el calor, haga lo siguiente:
Nota: Toda la informacion incluida en este material tiene propositos educacionales solamente. Si necesita servicios para diagnostico o tratamiento, tenga a bien consultar con su medico de cabecera.
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