Espirometría

¿Por qué se hace la espirometría?

Los profesionales de la salud usan las espirometrías para comprobar el funcionamiento de los pulmones. Se utiliza para lo siguiente:

• diagnosticar y comprobar enfermedades que afectan a los pulmones, como el asma y la fibrosis quística
• descubrir las causas de la falta de aliento, la tos o el resuello
• comprobar la función pulmonar antes de una operación

¿Cómo nos debemos preparar para una espirometría?

El profesional de la salud le indicará cómo preparar a su hijo para la espirometría. Es posible que también hable con su hijo sobre la prueba y le muestre cómo practicar para hacerla.

Pregunte si su hijo debe hacer lo siguiente:

• evitar alguna bebida (como las bebidas carbonatadas o refrescos) o alimento
• dejar de tomar algún medicamento (incluyendo los inhaladores). Dígale al profesional médico qué medicamentos toma su hijo, inclusive los que se pueden comprar sin una receta médica.

Su hijo debe usar prendas holgadas y cómodas para la prueba. Antes de la prueba, asegúrese de que nadie fume ni vapee cerca de su hijo.

¿Qué ocurre durante una espirometría?

Durante la espirometría, los niños pueden estar sentados.

Para la prueba:

• Es posible que a su hijo le coloquen un gancho blando sobre la nariz para impedir que salga el aire por la nariz.
• Su hijo inhalará aire profundamente y después se colocará la boquilla en la boca, sellándola con los labios.
• A continuación, su hijo soltará el aire lo más fuerte posible durante la mayor cantidad de tiempo posible.

La prueba se realiza varias veces.

Tal vez, el profesional de la salud le dé a su hijo un broncodilatador (un medicamento inhalable que ensancha las vías aéreas) antes y después de la espirometría. Esto demuestra si el medicamento hace que los pulmones funcionen mejor.

¿Cuándo estarán listos los resultados?

Los resultados se registran mientras se realiza la prueba. El profesional de la salud los revisará y le explicará qué significan.

¿Existe algún riesgo por la espirometría?

Las espirometrías son pruebas seguras con muy bajo riesgo. Algunos niños pueden sentir falta de aire o mareos por algún tiempo después de la prueba. En muy pocos casos, la espirometría puede causar problemas respiratorios. Estos problemas se tratan fácilmente con un broncodilatador para abrir las vías aéreas.

No se debe realizar esta prueba si los niños tienen dolor en el pecho, una operación reciente o una enfermedad cardíaca grave.

¿Y si tengo preguntas?

Si tiene alguna pregunta o preocupación relacionada con la espirometría, hable con el profesional de la salud o con la persona que realiza la prueba.