Nostalgia de casa

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Cuando duermes fuera de casa, como en un campamento de verano o en la casa de un amigo, sabes que estás allí para pasártelo bien. Puede ser emocionante romper con la rutina de dormir en la misma vieja cama de la misma vieja habitación de la misma vieja casa de siempre. ¡Y, además, estarás con tus amigos!

Pero, por divertido que pueda ser, a algunos niños, el hecho de estar lejos de casa les asusta y les entristece. Quieren ir y divertirse con sus amigos pero, una vez allí, empiezan a echar de menos su vieja y querida cama, sus viejos y queridos papás y todo lo que tienen cada día en su casa. Esto se llama "extrañar o añorar la propia casa".

Tal vez estabas pasando varios días fuera de casa con unos amigos y alguien acabó llamando a sus papás para que lo fueran a recoger y regresó antes a su casa. O tal vez fuiste tú quien lo hizo. Si fue así, no pasa nada. Pero tal vez te interese saber cómo puedes extrañar menos tu propia casa para que la próxima vez puedas quedarte más tiempo y no perderte la diversión. Veamos cómo.

En ningún lugar como en casa

Cuando extrañas tu casa, puedes sentir inquietud, tristeza y hasta miedo. Puedes llorar porque añoras tu casa. También puedes tener dolor de cabeza o dolor de estómago, porque el hecho de estar inquieto o alterado, a veces, te hace encontrarte mal.

Extrañar tu propia casa es duro. Te coloca entre dos cosas que deseas: pasártelo bien con tus amigos y volver a casa, donde te sientes seguro. También te puede dar apuro tener que abandonar la diversión o tener que llamar a tus papás para que te vayan a recoger. Pero no te enfades contigo mismo. Mucha gente tiene nostalgia de casa, incluso los adultos.

Cuando estás en un lugar nuevo, te puede costar un tiempo habituarte. ¿Cómo vas a conciliar el sueño en la casa de un amigo tuyo sin tu querida lamparita de noche ni el murmullo de tu mamá viendo la televisión en la habitación de al lado? ¿No te resultará raro acostarte en el campamento de verano sin que tu papá te dé el beso de buenas noches?

Cómo curar la nostalgia de casa

¿Estás preparado para recibir una buena noticia? Puedes hacer muchas cosas para extrañar menos tu casa. He aquí cómo lo puedes conseguir:

Llévate un trocito de tu casa.

Si vas a tener que dormir fuera de casa, llévate tu almohada o tu pijama preferido. También puedes llevarte fotos de las personas de quienes te alejarás para poder mirarlas siempre que quieras.

Mantente ocupado.

Cuantas más cosas hagas, menos tiempo tendrás para extrañar tu casa. Estés donde estés, intenta participar en las actividades que se organicen. Si vas de campamentos o de colonias, apúntate a la carrera de kayaks y no faltes al baile del viernes por la noche. Si vas a pasar la noche con un grupo de amigos, ¡participa en todos los juegos y en todos los bailes alocados que se hagan! Aunque al principio tal vez te encuentres un poco fuera de lugar, es muy probable que enseguida empieces a pasártelo bien.

Mantén el contacto.

Esto es un tanto complicado porque, si te pasas todo el tiempo colgado del teléfono hablando con tus papás, no tendrás tiempo para pasártelo bien con tus amigos. Pero puedes planificar cuándo vas a llamar a tu mamá o a tu papá. Si vas a pasar solo una noche fuera de casa, tal vez puedas llamar a tus papás una vez por la noche antes de acostarte y otra vez por la mañana cuando estés listo para que te recojan. En un campamento o unas colonias de verano, puedes fijar un día y una hora a la semana para llamaros. También puedes enviar a tu familia y amigos mensajes de texto por el móvil o el smartphone para mantener el contacto. Y, si vas a estar fuera durante más tiempo, ¡tal vez hasta te apetezca ir un poco de retro y utilizar el correo postal, aunque vaya a la velocidad de un caracol! Cuando te comuniques con alguien, ¡asegúrate de explicarle lo bien que te lo estás pasando!

Explícaselo a alguien.

A veces, el mero hecho de explicarle a alguien que extrañas un poco tu casa te ayudará a encontrarte mejor. Puedes explicarle a un amigo tuyo que añoras tu casa y los dos pueden hacer algo divertido, como un concurso de eructos o contarse chistes mutuamente. Si estuvieras en un campamento o unas colonias de verano, una charla con el supervisor te podría ir muy bien. Él o ella te podrían dar ideas para ayudarte a encontrarte mejor.

¿Sigues extrañando tu casa?

Algunos niños sienten tanta nostalgia de casa que no consiguen vencerla por mucho que intenten luchar contra ella. Necesitan hablar sobre el problema con sus papás. Si te ocurre a ti, dile a tu mamá o a tu papá que estar fuera de casa te altera tanto que no puedes dormir, comer ni hacer las cosas que sueles hacer. A algunos niños les aterra estar lejos de sus papás. Es algo que necesitan trabajar para superarlo, aunque tal vez necesiten la ayuda de un psicólogo o terapeuta.

Una idea para superar la nostalgia de casa es practicar antes de estar lejos. Es como cuando estabas aprendiendo a montar en bici y empezaste utilizando las ruedecillas auxiliares. Prueba a pasar una tarde en casa de un amigo tuyo antes de quedarte a pasar la noche entera. O asiste a un campamento de verano de día antes de decidir pasar varias noches en otro.

Estas salidas breves pueden ayudarte a sentirte más seguro y cómodo cuando estés fuera de casa. Puedes aprender a añorar menos tu casa. Esperamos que lo consigas. ¿Por qué? ¡Para que no te pierdas todas esas aventuras que te aguardan!

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