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El plomo es un metal presente en el ambiente y en muchos productos de consumo. Puede ser tóxico (venenoso) para las personas y los animales.
Las intoxicaciones por plomo ocurren cuando hay una cantidad excesiva de plomo en el cuerpo de una persona. En los niños, esto puede ocurrir cuando respiran o cuando comen o beben algo que está contaminado por el plomo. La presencia de plomo en el cuerpo puede causar problemas de aprendizaje, de comportamiento y de otro tipo.
La forma más habitual de que se intoxiquen con plomo los niños es debido a la pintura elaborada con plomo que contienen las casas antiguas donde viven. La pintura a base de plomo se prohibió en Estados Unidos a finales de la década de 1970, pero las casas y los comercios viejos pueden seguir conteniendo pintura con plomo.
Los niños se pueden exponer al plomo si:
Los niños también pueden entrar en contacto con el plomo si:
El plomo es tóxico para todo el mundo, pero los niños menores de 6 años son los que tienen un mayor riesgo de tener problemas de salud debido a este tipo de intoxicación. Sus cuerpos absorben el plomo más fácilmente que los de los niños mayores o los adultos. Los niños de entre 9 meses y 2 años tienen más probabilidades de presentar concentraciones altas de plomo en sangre porque gatean y se llevan las manos y otros objetos a la boca.
Los niños también se exponen a intoxicarse con el plomo si:
El plomo puede pasar de la madre embarazada al bebé, mientras este último está dentro del vientre materno. Si está embarazada y cree que se ha expuesto al plomo, consulte con su médico la posibilidad de hacerse un análisis de sangre para saber cuál es su concentración de plomo en sangre.
Muchos niños con intoxicación por plomo no presentan ningún síntoma. Pero hasta exposiciones a bajas concentraciones de plomo pueden causar problemas de aprendizaje y de comportamiento, como las dificultades para prestar atención. Entre los síntomas de la intoxicación por plomo, se incluyen los siguientes:
En contadas ocasiones, las concentraciones muy altas de plomo en sangre pueden causar confusión, crisis convulsivas, estado de coma o muerte.
Un simple análisis de sangre permite diagnosticar las intoxicaciones por plomo. Los médicos pueden pedir esta prueba cuando los niños tienen entre 1 y 2 años de edad en los revisiones regulares o chequeos de control.
Estos análisis también se recomiendan a aquellos niños que puedan haber estado expuestos al plomo (por ejemplo, por el agua que beben) o que corran un mayor riesgo de exponerse a este metal (como aquellos que vivan en casa viejas o cuyos padres tengan trabajos o aficiones que implican pasar tiempo alrededor del plomo).
La parte más importante del tratamiento consiste es impedir que el niño se siga exponiendo al plomo. El médico le preguntará sobre su casa para tratar de identificar posibles fuentes de plomo. Si uno de sus hijos tiene una alta concentración de plomo en sangre, todos sus hermanos se deberán hacer el análisis de sangre para conocer ese valor.
El calcio, el hierro y la vitamina C son partes importantes en una dieta saludable, y también ayudan a reducir la absorción de plomo por parte del cuerpo. El médico puede recomendar un suplemento multivitamínico con hierro a un niño que no obtenga una cantidad suficiente de estos nutrientes en su dieta.
Los niños con concentraciones altas de plomo en sangre y síntomas de intoxicación por plomo pueden necesitar recibir atención médica hospitalaria o tomar un medicamento llamado "quelante". El quelante ayuda a eliminar el plomo del organismo.
Los efectos del plomo sobre el crecimiento pueden tardar años en aparecer. Los médicos harán un atento seguimiento de aquellos niños que hayan estado expuestos al plomo en todas sus revisiones médicas regulares.
Puesto que no hay ninguna concentración de plomo que no sea perjudicial, trate de proteger a su hijo de este metal. Para ayudar a evitar la intoxicación por plomo:
Nota: Toda la informacion incluida en este material tiene propositos educacionales solamente. Si necesita servicios para diagnostico o tratamiento, tenga a bien consultar con su medico de cabecera.
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