La atención prenatal es la atención médica que recibe una mujer mientras está embarazada. Recibir atención prenatal pronto y con regularidad puede ayudar, tanto a las futuras madres como a sus bebés, a mantenerse sanos. Las visitas regulares permiten que los médicos detecten y traten cualquier problema lo antes posible.
Es importante comenzar la atención prenatal cuanto antes; lo ideal es comenzarla incluso antes de que comience el embarazo.
Las mujeres embarazadas sanas y de quienes no se esperan problemas durante el embarazo o el parto suelen recibir atención de los siguientes profesionales:
El profesional del cuidado de la salud le recomendará un médico con experiencia en embarazos de alto riesgo (llamados especialistas en medicina maternofetal o perinatólogos) si usted:
Programe su primera revisión para cuando lleve de 6 a 8 semanas de embarazo o cuando tenga un retraso en la menstruación de 2 a 4 semanas. Con frecuencia, la primera visita tiene lugar después de 8 semanas de embarazo, a menos que surja un problema antes de ese momento.
Si usted está en buen estado de salud y no tiene factores de riesgo, lo más probable es que vea al profesional del cuidado de la salud:
En cada revisión prenatal, registrarán su peso y su tensión arterial. También es posible que le midan el tamaño y la forma del útero, a partir de la semana 22 de embarazo, para saber si el feto está creciendo y se está desarrollando con normalidad.
Durante una o más de las visitas, llevará una muestra de orina (pis) para analizar la presencia de azúcar (glucosa) y proteínas en sangre.
Las pruebas prenatales pueden ayudar a los profesionales del cuidado de la salud a detectar cosas como una anomalía congénita o un problema cromosómico en el feto. También permiten diagnosticar afecciones en la mujer embarazada que podrían afectar la salud del bebé, como diabetes gestacional, anemia o infecciones. Las pruebas prenatales se hacen en el primer, segundo y tercer trimestre del embarazo.
Algunas de estas pruebas prenatales son pruebas de cribado que solo pueden revelar la posibilidad de un problema. Otras pruebas prenatales son pruebas de diagnóstico que permiten detectar con precisión si un feto tiene un problema específico. A veces, después de una prueba de cribado se hace una prueba diagnóstica. Entre estas, se incluyen los análisis de sangre, la amniocentesis, el análisis de las vellosidades coriónicas y las ecografías .
Algunas mujeres se preocupan por enfermedades que ya padecían antes de quedar embarazadas, como la diabetes, y cómo estas podrían afectar a su embarazo. Es importante que hable con su médico, quien le puede recomendar un cambio en los medicamentos o tratamientos que la podrían tranquilizar.
Entre otras afecciones relacionadas con el embarazo, se incluyen las siguientes:
Estos problemas son graves, pero se pueden controlar. Por eso, es importante que obtenga información sobre ellos y que los comente con el profesional del cuidado de la salud.
En general, las mujeres con un peso normal que quedan embarazadas de un bebé deben aumentar entre 25 y 35 libras (11 y 16 kg) durante el embarazo. Las mujeres que tengan sobrepeso antes de quedar embarazadas, deben aumentar entre 15 y 25 libras (7 y 11 kg) en total. Aquellas que tengan un peso por debajo de lo normal deberían aumentar entre 28 y 40 libras (13 y 18 kg). Las mujeres embarazadas de más de un bebé deben aumentar más de peso.
Controlar el aumento de peso es más difícil hacia el final del embarazo; por eso, trate de no subir mucho de peso durante los primeros meses. De todos modos, no aumentar de peso lo suficiente también puede causar problemas, como escaso crecimiento fetal y parto prematuro.
El embarazo no es un buen momento para iniciar una dieta, pero es un gran momento para disfrutar de los alimentos saludables. Los médicos recomiendan que una mujer embarazada de un solo bebé sume entre 300 y 400 calorías a su ingesta diaria en el segundo trimestre y un poco más en el tercer trimestre, para ayudar a alimentar al bebé en desarrollo. Las proteínas deberían proporcionar la mayoría de las calorías, pero su dieta también debería incluir abundante cantidad de frutas frescas, cereales y verduras. Las buenas opciones de tentempiés incluyen un vaso de leche descremada y medio emparedado o una taza de yogur con nueces y un trozo de fruta. Algunas mujeres, como las adolescentes embarazadas de más de un bebé, tal vez necesiten más calorías.
El profesional del cuidado de la salud que controla su embarazo le puede recetar vitaminas prenatales para asegurarse de que ingiera suficiente cantidad de hierro, calcio y ácido fólico. También es un buen momento para hacer ejercicio de bajo impacto con regularidad.
Por su bien y el de su bebé, es importante que se cuide especialmente bien durante el embarazo. Siga estas indicaciones básicas:
También es importante que tome precauciones y tenga conocimientos de lo siguiente:
Cuando su cuerpo esté atravesando cambios físicos que pueden ser completamente nuevos para usted, no siempre le resultará fácil hablar con el profesional del cuidado de la salud. Tal vez se esté preguntando si puede tener relaciones sexuales o qué debe hacer con las hemorroides o el estreñimiento, o tal vez le preocupe el parto.
Es posible que se sienta incómoda al hacer estas y otras preguntas, pero es importante que las haga; recuerde que el profesional del cuidado de la salud ya habrá escuchado antes todas esas preguntas. Escriba las preguntas que le surjan y llévelas a cada visita.
Así mismo, llame a su médico de inmediato si tuviera:
Nota: Toda la informacion incluida en este material tiene propositos educacionales solamente. Si necesita servicios para diagnostico o tratamiento, tenga a bien consultar con su medico de cabecera.
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